Regeneración y observatorio de la democracia

Tras el crispado debate sobre el Plan para la regeneración de la democracia en España, celebrado en el reciente Pleno del Congreso, la sociedad española tiene que participar e implicarse. Se trata de alimentar un debate público necesario con propuestas sensatas que puedan ser estudiadas y, en su caso, asumidas por la inmensa mayoría parlamentaria. La situación lo requiere.  

Como aportación a las medidas en favor de la regeneración de una democracia que llaman “plena”, según el informe sobre el índice de calidad de la democracia que publica anualmente el semanario británico The Economist, quiero insistir en la idea de contar con un OBSERVATORIO independiente. El Observatorio de la Democracia actuaría como un centro de estudio e  investigación académica a partir de los comportamientos políticos y de las percepciones de la opinión pública, formulando recomendaciones y propuestas, precisamente, al Parlamento.  

El vínculo y relación contractual del Observatorio ha de ser con el Congreso. Y tras el correspondiente concurso para su selección, el Observatorio se encargará de redactar un informe público anual dictaminando el estado y evolución de nuestra democracia. En él se expondrían los problemas y deficiencias detectadas en el funcionamiento de la gobernanza democrática en los diferentes ámbitos y sectores, los incumplimientos por parte de las diferentes administraciones e instituciones y las carencias legislativas.  

Para ello, Las Cortes tendrían que conveniar con una entidad, Ong o universidad que sea independiente, apartidista y que acredite experiencia en trabajos sobre la calidad y profundización de la democracia. Su cometido es la realización de las funciones de observación, análisis, valoración, producción de conocimiento y libre proposición.  

Tenemos la oportunidad de poner sobre la mesa iniciativas que respondan al interés general y ayuden a fortalecer los valores sobre los que se asienta la Democracia y el Estado de Derecho

Vivimos un tiempo en el que se ha puesto de manifiesto el deterioro de la democracia por las deficiencias estructurales y por los vicios del sistema político, así como las amenazas crecientes a la democracia. Son demasiadas las cuestiones que nos preocupan referidas a las temáticas de transparencia, separación efectiva de poderes, corrupción, régimen electoral, límites de la representación y la participación, desafección ciudadana hacia la política y los  políticos, ejercicio de derechos y libertades, desinformación e incidencia de las fakes news en las redes, o discursos de odio y violencia política, entre otras.  

El Observatorio estaría en condiciones de crear sinergias y promover colaboraciones con otras organizaciones públicas y privadas, utilizar herramientas de evaluación así como monitorizar los nuevos fenómenos que han surgido en el ámbito planetario y que constituyen un reto o una amenaza para el sistema democrático; es el caso de la IA o la falta de regulación sobre  el poder de las grandes plataformas tecnológicas. 

El documento, que debiera contar con un capítulo final de recomendaciones y propuestas, sería remitido al Gobierno y presentado en el Congreso para su reposado estudio en Comisión y posterior debate en un Pleno monográfico.  Por tanto, tenemos la oportunidad de poner sobre la mesa iniciativas que respondan al interés general y ayuden a fortalecer los valores sobre los que se asienta la Democracia y el Estado de Derecho.

Odón Elorza es miembro del Comité Federal del PSOE.

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