Vox manda en Gijón contra la memoria democrática
Por decisión de los electores, la extrema derecha tiene capacidad para influir en la derecha extrema (Partido Popular y Foro Asturias) y determinar que un monumento de exaltación a la dictadura permanezca en la ciudad de Gijón, incumpliendo el artículo 35 de la Ley de Memoria Democrática*.
Así lo ha decidido recientemente el Pleno del Ayuntamiento de aquella villa, negándose a eliminar o resignificar la fachada del Colegio de la Inmaculada en donde se encuentra el monumento a los "Héroes del Simancas", erigido en 1958 por la dictadura como homenaje a los militares sublevados en 1936 en el Cuartel de Simancas. El actual centro educativo es propiedad de la Compañía de Jesús.
Como es sabido, no lo suficientemente, desde ese cuartel se instó a que la ciudad fuera bombardeada para respaldar a los militares sublevados que lo defendían frente a los ataques de las tropas republicanas, algo que hicieron desde el mar el crucero Almirante Cervera y desde el aire la Legión Cóndor, con las consiguientes víctimas entre la población civil.
En esa misma calle de Cabrales, al término de la cual está ese monumento, todavía existe el edificio de la vieja comisaría donde se torturaba a los demócratas durante la dictadura
Es de recordar al Ayuntamiento de Gijón, gobernado en origen por la derecha tripartita (Partido Popular, Foro Asturias y Vox), lo que consta en el artículo mencionado de la citada ley con respecto a los símbolos y elementos contrarios a la memoria democrática: "Se consideran elementos contrarios a la memoria democrática las edificaciones, construcciones, escudos, insignias, placas y cualesquiera otros elementos u objetos adosados a edificios públicos o situados en la vía pública en los que se realicen menciones conmemorativas en exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar y de la Dictadura, de sus dirigentes, participantes en el sistema represivo o de las organizaciones que sustentaron la dictadura, y las unidades civiles o militares de colaboración entre el régimen franquista y las potencias del eje durante la Segunda Guerra Mundial".
Luego el Ayuntamiento de Gijón ha adoptado una decisión en contra de la ley, facilitando -como así ocurrió recientemente- concentraciones de personas ante esos monumentos que en otros países con pasado fascista (Alemania, Italia) son imposibles por haber sido más efectivos a la hora de eliminarlos. Aquí hacen posible la exaltación de regímenes antidemocráticos.
Vox, respondiendo a su ideario, ha pedido respeto en el Ayuntamiento de Gijón para lo que en los foros internacionales ha sido reiteradamente condenado: "En origen, naturaleza, estructura y conducta general, el régimen de Franco es un régimen de carácter fascista, establecido en gran parte gracias a la ayuda recibida de la Alemania nazi de Hitler y de la Italia fascista de Mussolini" (Asamblea General de la ONU, 1946).
También en tiempos más próximos, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa condenó a su vez al franquismo por las graves violaciones contra los derechos humanos que comportó el régimen de los "Héroes del Simancas". La derecha que tenemos se ha sumado una vez más a la ultraderecha que tuvimos y seguimos teniendo, esta vez gracias a las urnas".
Curiosamente, en esa misma calle de Cabrales, al término de la cual está ese monumento, todavía existe el edificio de la vieja comisaría donde se torturaba a los demócratas durante la dictadura.
* En Salamanca ocurrió algo similar con el medallón del dictador en la Plaza Mayor y sin necesidad de Vox, que no existía. Para resistirse a la entonces vigente Ley de Memoria Histórica durante años (2007) se bastaba el PP de los Galeote y Mañueco.
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Félix Población es periodista y escritor. Su último libro es 'La memoria nombrada' (Ed. El viejo topo, 2018).