El Partido Popular Partido Populary el partido de ultraderecha Vox compiten por un sector del electorado muy parecido. Y esta competencia se ha extendido al mercado de fichajes para las próximas elecciones generales. Santiago Abascal ha sumado a su proyecto a excargos del PP muy identificados con las posiciones más a la derecha de los conservadores a los que les une, además, haber sido críticos con las decisiones de Mariano Rajoy al frente del partido.
Es el caso del exdiputado Ignacio Gil Lázaro, que será cabeza de lista por Valencia, la exdiputada Lourdes Méndez (Murcia) y la exconcejal y exparlamentaria vasca Nerea Alzola (Bizkaia).
Pese a que son exdirigentes menos conocidos que Cayetana Álvarez de Toledo, el fichaje estrella de Pablo Casado para encabezar la lista por Barcelona, para un sector muy concreto del PP estos tres nombres encierran mucho simbolismo. Primero, por su distanciamiento del expresidente del Gobierno y del partido. Y, segundo, por haber defendido posiciones a las que el actual líder del partido ha querido acercarse con su nuevo proyecto. Con ese pregonado regreso a los principios y valores tradicionales de la formación conservadora.
En este contexto, fuentes del PP admiten que estas maniobras de Abascal son una bofetada a la estrategia de Pablo Casado de recuperar a aquellos dirigentes, militantes, simpatizantes y votantes que en su día dejaron de depositar la confianza en el partido. Y no descartan que Casado esté buscando un "golpe de efecto".¿Un puesto para San Gil?¿Cuál podría ser ese "golpe de efecto"?
¿Un puesto para San Gil?
En el Partido Popular llevan semanas especulando con el regreso de María San Gil a la política después de años distanciada de la formación. Expresidenta del PP de Euskadi, dio un portazo a Rajoy en los meses previos al XVI Congreso Nacional del PP, celebrado en Valencia en junio de 2008 por diferencias en la redacción de la ponencia económica. San Gil suena para todo tipo de puestos: desde la lista europea, hasta una incorporación a la lista por Gipuzkoa al Congreso, tal y como avanzó Abc este martes.
La marcha de San Gil generó un terremoto en un sector del partido en un momento en el que el liderazgo de Rajoy era cuestionado prácticamente a diario. José Antonio Ortega Lara, víctima del terrorismo, siguió los pasos de San Gil, otro referente del partido que, años después, estaría en el equipo fundacional de Vox.
De hecho, la crisis que sufrió el PP en los meses previos al congreso de Valencia tiene mucho que ver con los orígenes de Vox. Abascal se sentía mucho más identificado con el proyecto de San Gil que con el del resto de presidentes que después llegaron al PP vasco. Mantuvo el escaño hasta 2009 y después sería acogido por Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid. Oficializó su baja en el PP en noviembre de 2013 y a principios de 2014 ya arrancaba el proyecto de Vox.
Uno de los nuevos fichajes de Abascal, el de Nerea Alzola, guarda muchas similitudes con el líder de Vox. Esperanza Aguirre contó con ella para dirigir la empresa pública Gedesma (Gestión y Desarrollo del Medio Ambiente). Un dato que el partido de Abascal obvió en el perfil que remitió a los medios de comunicación en el momento de anunciar su incorporación a Vox. También fue asesora en la etapa de Cristina Cifuentes.
Baja en el PP en octubre de 2012
"Con la abrupta salida de María San Gil de la presidencia del PP Vasco provocada por Rajoy, Nerea Alzola se mantiene al lado de su presidenta en todo momento. El PP vasco prescinde de Alzola, definitivamente, en mayo de 2011, 5 meses antes de que ETA dejara de matar. Concretamente el 13 de octubre de 2012, cuando Alzola decide darse de baja del Partido Popular. Lo hace al día siguiente de la decisión política del Gobierno de Rajoy de excarcelar al terrorista Bolinaga, torturador de Ortega Lara", subrayaron desde el partido de Abascal.
Cuando a Casado le preguntaron el lunes los periodistas por la incorporación de Gil Lázaro a Vox, el líder conservador midió mucho sus palabras. Fue el azote del socialista Alfredo Pérez Rubalcaba en el caso del chivatazo del bar Faisán.
Casado deseó "lo mejor" a su compañero y recordó que coincidió con él cuando llegó al Congreso por primera vez como diputado. "No puedo desearle suerte porque estamos ya en campaña y evidentemente lo que quiero es que nuestro partido saque el mejor resultado posible", sostuvo. Y añadió que espera que defiendan "las mismas causas" que cuando estaba en el PP. Gil Lázaro dejó el partido en mayo de 2018, poco antes de la moción de censura que desalojó a Rajoy de la Moncloa, por no sentirse identificado con su proyecto de partido.
Por su parte, la exdiputada Lourdes Méndez dejó el PP a finales del año pasado. Exintegrante del ala más conservadora del PP, rompió la disciplina de voto disciplina de voto cuando en 2015 Mariano Rajoy reformó mínimamente la ley de plazos del socialista Zapatero.
Tras varios tropiezos, el PP de Casado parece haber desechado poner sobre la mesa como oferta electoral derogar la ley del aborto actual para volver a la ley de supuestos. La idea más extendida en la dirección nacional es que el partido debe esperar a que el Tribunal Constitucional resuelva el recurso presentado antes de hacer nuevas propuestas.
Recta final de las candidaturas
Este miércoles estaba previsto que el presidente del PP presidiese en Madrid un acto con la presentación de los números uno al Senado. Sería un acto equivalente al que el sábado se celebró en el Bellas Artes de Madrid con los números uno al Congreso. Pero la dirección nacional del partido ha decidido aplazarlo.
Fuentes conocedoras del proceso aseguran que no ha dado tiempo convocar a todos los candidatos a Madrid. Pero, además, admiten que quedan "algunos flecos por cerrar".
El presidente del PP estaría teniendo problemas a la hora de cerrar unas listas que han generado malestar en las direcciones regionales. "Hay barones cuya opinión no se ha tenido en cuenta", lamenta un líder provincial.
Si no hay cambios de última hora, Casado estará este miércoles en Barcelona para presentar a Cayetana Álvarez de Toledo como candidata por esta circunscripción. Una incorporación que, como ha informado este medio, ha levantado ampollas en sectores del partido.
El Partido Popular Partido Populary el partido de ultraderecha Vox compiten por un sector del electorado muy parecido. Y esta competencia se ha extendido al mercado de fichajes para las próximas elecciones generales. Santiago Abascal ha sumado a su proyecto a excargos del PP muy identificados con las posiciones más a la derecha de los conservadores a los que les une, además, haber sido críticos con las decisiones de Mariano Rajoy al frente del partido.