Tribunales
Los acusados aseguran que los ordenadores de Bárcenas no contenían datos cuando se inició el procedimiento de borrado
Segunda sesión del juicio por la destrucción de los ordenadores que el extesorero del PP Luis Bárcenas utilizaba en la sede de la formación conservadora. La vista oral, que arrancó el pasado viernes con la fase de cuestiones previas, se retomó este martes en el Juzgado de lo Penal número 31 de Madrid con el interrogatorio a los tres acusados en la causa: la entonces tesorera Carmen Navarro, el responsable de los servicios jurídicos Alberto Durán y el director del Departamento de Sistemas de Información del PP José Manuel Romero, acusados de un delito de daños informáticos y otro de encubrimiento. Durante sus declaraciones, los encausados han asegurado que los ordenadores portátiles que se recogieron en el despacho de Bárcenas no contenían ningún dato en el momento de iniciar el procedimiento de borrado seguro, algo que contrasta con la versión del propio extesorero asegurando que en ellos guardaba información relativa a la contabilidad B del PP.
El juicio, en el que la formación conservadora también se sienta en el banquillo de los acusados como persona jurídica por el delito de daños informáticos después de que el juez Eduardo Muñoz rechazase la aplicación de la doctrina Botín solicitada tanto por el Ministerio Público como por todas las defensas, arrancó con la petición de las acusaciones de suspender la vista oral ante la imposibilidad de haber podido analizar a fondo uno de los informes periciales aportados al procedimiento, algo que fue rechazado por el juez. Una vez resueltas todas las cuestiones planteadas, comenzó el interrogatorio de Alberto Durán, que durante poco más de media hora ha señalado que se encuentra sentado en el banquillo de los acusados por la “absoluta enemistad” que tiene con Bárcenas y ha defendido que no había datos en los dos ordenadores portátiles que se sacaron del despacho que ocupaba el extesorero y cuyos discos duros fueron borrados por el PP.
Durán respondió solo a las preguntas de su defensa y del Ministerio Público, que durante los últimos cinco años ha solicitado en repetidas ocasiones el archivo de la causa. El responsable de los servicios jurídicos del PP se sentó en el banquillo de los acusados por “haber ordenado la destrucción de los discos duros con el fin de eliminar los archivos que contuvieran”, que según Bárcenas eran datos relativos a “la financiación opaca del PP”, “escaneados de diversos pagos de la contabilidad B del partido firmados” o “detalles de presupuestos de campañas electorales”, entre otros, según consta en el auto de transformación de diligencias previas en procedimiento abreviado. Pero Durán no ha dudado en señalar que el procedimiento es “un montaje” del extesorero del PP: “El señor Bárcenas tiene absoluta enemistad conmigo y por eso estoy aquí sentado. (…) Por haberme enfrentado a él en los tribunales”.
El responsable de los servicios jurídicos de la formación liderada por Pablo Casado ha explicado que los ordenadores en cuestión fueron sacados de la denominada Sala Andalucía, el despacho que ocupaba el extesorero del Partido Popular hasta que salió de la formación, y trasladados al Departamento de Sistemas de Información. Pocos días de desalojar el despacho, Bárcenas interpuso una denuncia por el supuesto robo de los portátiles. “Al conocer la denuncia, le dije a Moreno [director del Departamento de Sistemas de Información] que no tocase esos ordenadores y no aplicase el protocolo para el reciclado de efectos informáticos”, ha explicado Durán. Y no se llevó a cabo dicho procedimiento hasta que el juzgado que llevaba el caso no decretó el sobreseimiento libre de las actuaciones. Fue entonces cuando, al encender los ordenadores, se dieron cuenta de que los equipos ni tenían “contraseña” ni contenían “datos”.
“Si hubieran tenido contraseña o datos, nuestra actuación hubiera sido diferente según marca nuestro protocolo. Si tiene contraseña o datos, hay que llamar a ese usuario”, ha apuntado el responsable de servicios jurídicos de la formación conservadora, que ha añadido que “estaban vacíos” y que no recibió órdenes ni del PP ni de ningún superior jerárquico para proceder al borrado. “No era necesaria. Esa orden está en la ley y en nuestras normas internas de funcionamiento. Es una práctica común y exigida por la Ley de Protección de Datos”, ha recalcado Durán. En la misma línea se ha pronunciado el director del Departamento de Sistemas de Información, que ha explicado que cuando llevó a cabo la “búsqueda a ciegas” previa al borrado de los discos duros se dio cuenta de que los equipos no tenían “absolutamente nada”. “Entonces se lo comuniqué a Durán y me dijo que continuara con el procedimiento de reasignación [de los ordenadores]”, ha continuado.
El informático, que está sentado en el banquillo por haber “ejecutado la orden” de “destrucción de los discos duros”, según el auto de transformación de diligencias previas en procedimiento abreviado, ha señalado que fue entonces cuando se procedió a desmontar los discos duros de los equipos y a sobreescriturarlos hasta que terminaron siendo ilegibles. “Es un método que se aplica en empresas nacionales y en multinacionales”, ha añadido Moreno. En este sentido, la representante especialmente designada por el PP para el interrogatorio ha insistido posteriormente en que “la ley obliga a implementar este tipo de protocolos” para “proteger los datos de los usuarios”. “Este protocolo se aplicó en el pasado, se aplicó con los ordenadores asignados al señor Bárcenas –ha insistido en que esos equipos son propiedad del partido– y se aplicó después de ese día. Y sin ninguna incidencia, por cierto”, completó la representante especialmente designada.
En términos similares se ha pronunciado Navarro, que como todos los acusados sólo ha respondido a las cuestiones planteadas por el Ministerio Público y su abogado. La tesorera de la formación conservadora ha asegurado que no le consta que nadie diera ninguna orden para destruir los discos duros. “Si una cosa está escrita y procedimentada, la gente sabe perfectamente lo que tiene que aplicar”, ha apuntado Navarro, que ha señalado que aunque el Departamento de Sistemas de Información depende de ella es “autónomo en sus decisiones”. Y ha puesto en duda la versión aportada por Bárcenas sobre el contenido de sus ordenadores: “Ni se me pasaba ni se me sigue pasando ahora que pudiese tener información sensible en una sala del partido a la que puede acceder todo el mundo”.