... Que sirve como luz
De vez en cuando la vida nos besa en la boca, pero a veces nos calza una hostia que nos tumba y cuesta la misma vida levantarse. José, Jaime, Juan Carlos y Pope vivieron un éxito de esos que parecen un sueño y un día se despertaron en camas de hospital. Son los integrantes de Supersubmarina, son cuatro amigos.
Fernando Navarro, periodista y crítico musical, inició el camino de un reportaje sobre la banda que se detuvo en un accidente de tráfico, pero sus pasos le llevaron a otro lugar narrativo: un libro que ha desencadenado la nueva historia de sus integrantes.
Pocas veces un título editorial, Algo que sirva como luz (canción de Supersubmarina), dice tanto del contenido de un libro. La historia es dura, pero es, sobre todo, luminosa. Con ese resplandor que impresiona cuando venimos de una oscuridad profunda, intenso como el sonido del aplauso que sucede a un silencio.
Es una historia de música, de sueños, de éxito, de dolor, de desolación y de superación, pero es, sobre todo, una historia de amigos. Amigos. No de los que acumulamos por miles en redes sociales, amigos de los que puedes contar con los dedos de una mano, esos con los que siempre cuentas. Por eso es tan helador saber del distanciamiento entre quienes se entendían con mirarse y tan reconfortante asistir a su reencuentro.
El accidente frenó en seco una trayectoria musical y puso un punto y seguido en una historia de amigos que suena a verdad, y ese sonido es insuperable
Hace unos días, Gonzo entrevistó en Salvados a los cuatro Supersubmarina, a Ernesto, su mánager y a algunos miembros de sus familias. La dureza de los testimonios en las voces de quienes han vivido algo tan desgarrador se atenúa con la luz que desprenden. El trago amargo del después del accidente se suaviza con la dulzura del recuerdo de todo lo que vivieron antes, lo que construyeron juntos y se refresca con la esperanza de lo que les queda por compartir…
En ese modo de hablar los unos de los otros, de “lo suyo” que es “lo de los cuatro”, en el brillo en los ojos del Chino, tan firme en la idea de que podrá, como en el reproche a la culpabilidad confesa de Pope, hay un fondo cristalino de amistad auténtica. El accidente frenó en seco una trayectoria musical y puso un punto y seguido en una historia de amigos que suena a verdad, y ese sonido es insuperable…
En Salvados también habló el quinto Beatle, Fernando Navarro, el periodista que se sumergió en Baeza para entenderla, para conocer mejor las vidas de cuatro músicos que ya forman parte de la suya. Y, en días en los que desgastamos el significado de lo “tóxico” de tanto nombrarlo, de silencios entremezclados con ruido ensordecedor, qué bien sienta leer a un periodista que ha construido algo bellísimo a partir del oficio. Dice Fernando que no tiene banda, yo diría que sí…
