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¿Adiós a la política de ‘señoros’? La conciliación y los cuidados como temas de campaña

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Cuatro mujeres y un solo hombre. Hace unos días, el debate de Telemadrid lanzaba a los espectadores una imagen a la que estamos poco acostumbrados. Las candidatas que se presentaban a dirigir la comunidad autonómica eran amplia mayoría. Juan Lobato, del PSOE, era el único hombre. Estaba rodeado por Isabel Díaz Ayuso (PP), Mónica García (Más Madrid), Rocío Monasterio (Vox) y Alejandra Jacinto (Podemos).

Como constató simbólicamente el debate electoral en Madrid, el número de mujeres que llegan a puestos de responsabilidad en política ha aumentado significativamente en las últimas décadas. Sin embargo, esto no influyó en el tono que fue bronco y poco constructivo. ¿Las mujeres tienen una forma distinta de hacer política? ¿Introducen nuevos temas? ¿Por qué que haya más mujeres no siempre asegura que se desarrollen discursos feministas

Un liderazgo menos confrontativo

El liderazgo político femenino está basado en “el pacto y el diálogo entre diferentes, se asume que es más conciliador y menos confrontativo”, explica la politóloga Berta Barbet. La exalcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, siempre ha estado convencida de que las mujeres “pueden cambiar el modelo clásico de la política si son conscientes de lo que significa el feminismo”.

Pero, ¿realmente la llegada de más mujeres ha suavizado el ambiente de crispación en el que vivimos? En la mayoría de los casos, no. “Porque durante mucho tiempo, han tenido que actuar con unos valores muy parecidos a los que asociamos a los hombres para llegar a esos puestos y por eso seguimos teniendo un debate político bajo los parámetros de ego y testosterona que asociamos a los valores masculinos", explica la politóloga. 

En los últimos tiempos, entre algunas líderes de la izquierda cercanas a Sumar como Rita Maestre, Ada Colau o la propia Yolanda Díaz se empieza a apreciar esa forma de hacer política que defendía Manuela Carmena: más abierta a la escucha ciudadana y al consenso, preocupada por los cuidados y con discursos optimistas en los que la dulzura y la sensiblidad tienen mucho peso.

Mujerismo no es lo mismo que feminismo 

“No existe como tal un modelo de estilo femenino en política”, puntualiza la directora de Idus3 Estrategia, Ana Salazar. Así, vemos a políticas con liderazgos muy diferentes a derecha e izquierda, que tienen una mayor o menor conciencia feminista. Que haya menos mujeres que hombres es un fracaso democrático, pero ser mujer no es en sí mismo un valor en política ni lleva siempre a que se adopten más discursos y políticas feministas. 

En general, las mujeres tienden a poner en el foco en temas o problemas que históricamente han asumido ellas como la conciliación, la familia, los cuidados o la dependencia. “Y se enfocan desde perspectivas que no se habían tenido en cuenta. Esta legislatura, por ejemplo, también se ha hablado del consentimiento desde un punto de vista distinto, de la violencia obstétrica, de la regla...”, explica Barbet. “Sí aportan una visión femenina de la realidad porque viven situaciones cotidianas muy distintas”, añade Salazar.

Más presencia de la conciliación, los cuidados y la dependencia, pero no de la violencia machista

La violencia machista y las cuatro mujeres asesinadas en lo que llevamos de mes han pasado desapercibidas en la campaña, aunque algunas candidatas sí que han hecho referencia a este otro tipo de cuestiones. Es el caso de Maru Díaz de Podemos en Aragón, que ha propuesto un pacto por los cuidados en el que el 2% del PIB se destine a políticas de conciliación familiar. O en el de Covadonga Tomé, que encabeza la lista de los morados en Asturias y que ha presentado como spot un vídeo de una reunión con mujeres que se dedican al cuidado de personas dependientes. 

Violencia política contra las mujeres

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Por ejemplo, en La Rioja, la candidata del PSOE, Concha Andreu, ha anunciado la creación de un servicio de asesoramiento para favorecer y facilitar el emprendimiento de las mujeres o un bono familiar para incentivar la natalidad y ayudar a la conciliación. La candidata de Ciudadanos en la Comunidad Valenciana, Mamen Peris, ha propuesto la creación de una consejería exclusiva de diversidad funcional y la del PP en Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, se ha comprometido a ampliar de 40 a los 45 años la edad para someterse a un tratamiento de reproducción asistida y a que ningún dependiente espere más de 90 días para acceder a una prestación. 

Cada vez más mujeres en política, pero lentamente

“Le quedan 12 días a la política de ‘los señoros’ y 12 días para que comience la política de las señoras que gobiernan para todas, todos y todes en esta ciudad”, reivindicaba hace unos días Rita Maestre. En la elección de los representantes políticos ha pesado un criterio discrecional basado en que los hombres se reparten el poder entre sí, pero cada vez son más las políticas que consiguen romper el techo de cristal y llegan arriba. En estas elecciones autonómicas, el 39% de los candidatos son mujeres. Un dato superior al de los comicios de 2019, donde solo había un 33% de candidatas, contando Ceuta y Melilla.

La paridad ha sido esta legislatura uno de los grandes objetivos del PSOE. Tras la remodelación que hizo Pedro Sánchez en 2021, su Gobierno es el que tiene más presencia femenina de nuestra historia democrática y de Europa. Además, esta misma semana, el Consejo de ministros aprobaba en segunda vuelta la Ley de Representación Paritaria, que obligará a que las candidaturas electorales se confeccionen mediante unas listas cremallera en las que los hombres y las mujeres se integren con una alternancia total. Esta ley da un paso más con respecto a la de 2007, que sostenía que cada uno de los sexos debía suponer en las listas como mínimo un 40%.

Cuatro mujeres y un solo hombre. Hace unos días, el debate de Telemadrid lanzaba a los espectadores una imagen a la que estamos poco acostumbrados. Las candidatas que se presentaban a dirigir la comunidad autonómica eran amplia mayoría. Juan Lobato, del PSOE, era el único hombre. Estaba rodeado por Isabel Díaz Ayuso (PP), Mónica García (Más Madrid), Rocío Monasterio (Vox) y Alejandra Jacinto (Podemos).

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