"Creo que no se puede considerar un horizonte de transformación social sin la colaboración con otras fuerzas, aunque tengan diferencias con nosotros, porque la alternativa será irse a una especie de refugio del 1% que no existe nada más que en nuestras fantasías". Esa fue la disyuntiva que ilustró el recién reelegido diputado de IU, Alberto Garzón, en su intervención final en el Consejo Político Federal –el máximo órgano entre congresos– que se reunió este sábado para analizar los resultados obtenidos en las elecciones generales y convocar la Asamblea Federal que entregará el poder a Garzón el próximo mes de mayo.
Buena parte de la reunión que mantuvo este órgano estuvo enfocada en el futuro de IU, tanto en el camino a seguir hasta la convocatoria de la Asamblea en mayo como en el futuro de una formación que ha quedado tocada tras los malos resultados electorales del pasado 20 de diciembre. En su discurso de apertura, retransmitido en público, Garzón ya avisó de que IU debe seguir tratando de colaborar con "todas las fuerzas de ruptura, tanto en lo electoral como en lo no electoral". Pero en la intervención final a puerta cerrada, a la que tuvo acceso infoLibre, fue más taxativo: a su juicio, o IU consigue forjar una confluencia con otras formaciones, o estará condenada a la marginalidad.
"Creo que la alternativa no pasa por volver a refugiarnos en una especie de 1%, como en otro tiempo fue el 10% o el 5%", denunció Garzón, que no obstante tampoco se mostró partidario de "creer ingenuamente en las fantasías que promueven los relatos fantasiosos de Podemos y pasarse directa o indirectamente a Podemos". El camino a seguir, según el diputado, es "fortalecer y construir un instrumento autónomo para colaborar con otros en pos de un programa y un proyecto de transformación social".
"La fórmula es fortalecer un instrumento y una cultura política, que para mí es mucho más importante que el instrumento jurídico", deslizó igualmente Garzón. La afirmación no es baladí en un momento en el que parte de la dirección de IU aboga por una renovación profunda de la organización que podría afectar a sus órganos e incluso a su marca. "A mí, y siempre lo he dicho, [...] la cuestión jurídica me importa bastante poco: me importa la cultura política de vosotros y de vosotras, de nosotros y de nosotras, que es lo que nos permite transformar la sociedad", zanjó el diputado.
En este sentido, IU se encuentra en mitad de un intenso debate sobre su futuro. El propio Garzón lo avisó en su discurso a puerta cerrada: la Asamblea Federal –el congreso– de IU, convocado para los días 20, 21 y 22 de mayo, "no es el final, sino el principio", ya que debe ser el momento de "adaptar el instrumento" y "fortalecer" la organización "para trabajar después con quien quiera trabajar después". "El futuro no está escrito, y no es en sentido positivo: si no estamos a la altura del momento político podemos pasar a los márgenes de la historia y no contar para absolutamente nada, y eso sería un drama para este país", alertó el dirigente.
Diferentes posiciones sobre la Asamblea
Garzón confía en que la oferta de Iglesias sea “sincera” y no un “tacticismo” de cara a unas posibles elecciones
Según fuentes de IU, tanto Garzón como sus colaboradores y apoyos más cercanos son partidarios –con matices– de "trascender" IU y caminar hacia la creación de una nueva organización que sea –tal y como enunció el diputado en su discurso público de este sábado–“más ágil, menos burocrática, más rápida y mejor comunicada con la ciudadanía”. Eso no significaría, según estas mismas fuentes, hacer borrón y cuenta nueva con IU o prescindir de su militancia, sino conformar un nuevo proyecto que suceda a la federación.
La constitución de este nuevo proyecto implicaría la colaboración con otros colectivos ajenos a IU, una metodología que la organización experimentó hace poco en la candidatura a las generales, donde concurrió junto a la plataforma Unidad Popular. En relación a eso, la reunión que mantendrá el Consejo Político Federal de IU el próximo 30 de enero servirá para aprobar el reglamento de la Asamblea Federal, un documento que dilucidará, por ejemplo, quién tendrá derecho a voto en la misma, según explican fuentes internas de la federación.
Por de pronto, existen dos grandes grupos dentro de la dirección de IU: el de quienes piensan que la organización actual aún tiene recorrido y no necesita caminar hacia un modelo totalmente nuevo, y el de aquellos que plantean superar IU. Un dirigente encuadrado dentro de este último grupo explica que una de las opciones que se baraja es conducir la Asamblea Federal y el congreso constituyente de una eventual nueva formación de manera paralela y hacer que coincidan en el tiempo para que se visualice la transición entre IU y el nuevo proyecto político. Esa, no obstante, es únicamente una opción, ya que el debate se desarrollará en las próximas semanas.
"Creo que no se puede considerar un horizonte de transformación social sin la colaboración con otras fuerzas, aunque tengan diferencias con nosotros, porque la alternativa será irse a una especie de refugio del 1% que no existe nada más que en nuestras fantasías". Esa fue la disyuntiva que ilustró el recién reelegido diputado de IU, Alberto Garzón, en su intervención final en el Consejo Político Federal –el máximo órgano entre congresos– que se reunió este sábado para analizar los resultados obtenidos en las elecciones generales y convocar la Asamblea Federal que entregará el poder a Garzón el próximo mes de mayo.