Alberto Garzón ya es oficialmente el candidato con el que Izquierda Unida concurrirá a las elecciones generales. Sin necesidad de pasar más trámites ni más urnas, porque su único rival, el militante cordobés Nicolás García-Pedrajas, no logró contar con los cerca de 900 avales necesariosel militante cordobés Nicolás García-Pedrajas para poder competir cuerpo a cuerpo en las primeras primarias abiertas que organizaba a nivel estatal la federación.
La pugna, si es que se puede hablar de tal, porque el resultado era el esperado, era desigual desde un principio. El diputado por Málaga y secretario de Proceso Constituyente y Convergencia se lanzó a la carrera hace mucho más tiempo (lo anunció a mediados de noviembre, a los pocos días de que Cayo Lara confirmara que no repetiría una segunda vez como cabeza de lista a la Moncloa) y, sobre todo, había recibido todas las bendiciones de los mayores poderes de IU. De sus federaciones más importantes, empezando por Andalucía, y hasta de José Luis Centella, el secretario general del PCE, el partido que aporta el músculo organizativo a IU.
Garzón era y es visto como el sucesor indiscutible de Lara y su referente público más potente, y el hombre más capaz para tender alianzas con Podemos, la formación de Pablo Iglesias, en auge en las encuestas. Es la imagen del cambio generacional, del relevo, el líder de una hornada de dirigentes más jóvenes y con los que sintoniza, como Tania Sánchez y Mauricio Valiente en Madrid, Ignacio Blanco y Esther López Barceló en Valencia, Antonio Maíllo en Andalucía, Yolanda Díaz en Galicia, Patricia Luquin en Aragón o las dirigentes federales Clara Alonso y Lara Hernández. Y se ha conseguido imponer en el pulso interno contra el secretario de Organización, Miguel Reneses, muy enfrentado con él y repudiado por buena parte de sus compañeros, y que finalmente dejará el cargo de manera inminente. Garzón ha sido uno de los dirigentes más combativos contra la dirección madrileña, exigiendo la depuración inmediata de responsabilidades y la salida de los señalados por la Presidencia Federal, los portavoces institucionales y excoordinadores regionales Ángel Pérez y Gregorio Gordo.
García-Pedrajas era un perfecto desconocido dentro y fuera de IU. Es un militante de base en Córdoba, profesor universitario, sin cargo orgánico ni apoyos internos. Él se lanzó a la pelea en el último momento, el pasado 26 de diciembre, el último día en el que todos los afiliados podían comunicar a la Junta Electoral Federal (JEF) su intención de competir en las primarias.
A falta de la ratificación
Los dos aspirantes, según el reglamento aprobado por la Presidencia Federal del pasado 14 de diciembre [consúltalo aquí en PDF], tenían que recabar entre un 3% y un 15% del censo de militantes, o bien entre un 15% y un tercio de los miembos del Consejo Político. El umbral, por tanto, era bajo: se exigían cerca de 900 firmas. El plazo para la recogida de avales finalizaba este 22 de enero a medianoche. Y, tal y como confirmó IU en un comunicado este viernes, García-Pedrajas no logró rebasar el umbral de firmas necesarias. Por tanto, la JEF acuerda la "proclamación de Alberto Garzón Espinosa como candidato de Izquierda Unida a la Presidencia del Gobierno de España", según el acta elevada por la presidenta del órgano, Gloria Aguilar. Será en una próxima reunión del Consejo Político Federal, máximo órgano de poder entre asambleas, donde se le ratifique definitivamente.
El proceso, pues, se para ya, al haber un solo candidato. Como se decía en el reglamento, si no hay dos o más aspirantes, no se abren las urnas. Eran estas unas primarias abiertas, a las que estaban convocadas, según el censo cerrado el jueves, 82.177 personas, de las cuales la cifra de simpatizantes ascendía a 47.082. Los datos eran aún provisionales.
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El cordobés felicita al vencedor
García-Pedrajas felicitó a Garzón a través de su cuenta de Twitter (@NGPedrajas) antes incluso de que se lanzara el comunicado oficial: "Enhorabuena a @agarzon por su candidatura. Suerte". El diputado y ya candidato, lamentó en las redes sociales que no hubiera urnas, pero lo interpreta como un "apoyo firme" a su nominación. El secretario de Proceso Constituyente participará en el foro de las izquierdas del sur de Europa que se organiza este fin de semana en Barcelona. El domingo estará en Atenas, para acompañar a Syriza, favorita en las encuestas, en la noche electoral griega.
Desde la capital catalana, y en declaraciones a los periodistas, Garzón anunció que promoverá un proceso participativo para que se le ratifique como candidato, porque cree que es positivo que se posicionen afiliados y simpatizantes, habida cuenta de la amplia movilización conseguida por la federación. "Todavía no está definido el diseño concreto, pero nuestra intención es que no quede simplemente como una candidatura avalada por la militancia de IU", dijo. ¿Cómo hacerlo? Según explicó, podría pasar por una votación o por una recogida de firmas de apoyo. Para el cabeza de lista, es importante "involucrar a la mayor gente de izquierdas posible", por lo que seguirá viajando por España para contar su proyecto y recabar apoyos, informa Europa Press.
Alberto Garzón ya es oficialmente el candidato con el que Izquierda Unida concurrirá a las elecciones generales. Sin necesidad de pasar más trámites ni más urnas, porque su único rival, el militante cordobés Nicolás García-Pedrajas, no logró contar con los cerca de 900 avales necesariosel militante cordobés Nicolás García-Pedrajas para poder competir cuerpo a cuerpo en las primeras primarias abiertas que organizaba a nivel estatal la federación.