"Yo frente a todos". Es el hilo conductor de cualquier intervención de Luis Alvise Pérez. El líder de Se Acabó La Fiesta (SALF) juró este lunes la Constitución en el Congreso —como paso previo a la obtención de su acta— y desde allí aseguró que en cuanto sea oficialmente miembro del Parlamento Europeo difundirá audios y documentos de jueces, políticos y periodistas que, según él, han "saqueado" España cometiendo innumerables delitos. Nadie está a salvo, vino a decir. Tampoco los partidos con los que colaboró en el pasado, que podrían ser precisamente protagonistas de estos supuestos escándalos. Así lo teme Vox, que en los últimos días ha cambiado de estrategia con el agitador y ha pasado al choque frontal con el que, no hace tanto, estuvo en la órbita de su líder, Santiago Abascal. Es más, Alvise presumió recientemente en su canal de Telegram de que Abascal dijo que él era "el mejor analista" que había conocido.
La formación de extrema derecha, que en el pasado se sirvió de su contenido en redes —supuestas "informaciones en exclusiva" que en la mayoría de los casos eran acusaciones sin pruebas o directamente bulos— para atacar a sus rivales políticos. Sin embargo, ahora están viendo como ellos son el objetivo. La semana pasada el agitador cuestionó las cuentas de Vox y aseguró que Abascal se servía de la Fundación Disenso para tener un sueldo vitalicio, repartir sobresueldos entre la dirección y engordar las cuentas de la fundación. "Ahora que te has metido en política y que representas a 800.000 personas, deberías dejar de mentir", escribió la cuenta oficial de Vox en X. "Alvise comparte el bulo del periodista de El País que él mismo acusó de ser un manipulador. Sorprende esta pinza entre El País y este señor que se presenta como adalid contra la corrupción pero parece ir de la mano de Ferraz", añadieron en la de Instagram.
La formación de Abascal también ha tenido que negar un supuesto veto de Vox en la Eurocámara. Según denunció Alvise en su canal, PP y Vox se han unido para "bloquear" su "posible influencia" en los grupos de los que ambos forman parte en Bruselas y denunció estar sufriendo un "bullying institucional". "Es una lástima no tener siquiera negociaciones con todos los grupos de interés porque políticos de tu propio país te intenten sabotear. No pasa nada, tenemos una idea mejor", aseguró el agitador. Una acusación que desmintió el portavoz de Vox en el Parlamento Europeo, Jorge Buxadé. El dirigente ultraderechista aseguró que el líder de SALF no ha pedido "formalmente" su incorporación en el Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), del que ellos forman parte. Aunque sí destacó que "lo normal" es que haya un país por grupo, criticó que Alvise no hubiera dado ningún detalle de ese supuesto veto.
El líder de Se Acabó la Fiesta también ha denunciado que en las últimas semanas tanto Abascal como el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, han declinado su propuesta de reunión para "analizar el posicionamiento de ambos partidos en medidas urgentes que generen un frente nacional común contra grandes casos de corrupción de todos los partidos políticos". Si bien es cierto que la estrategia del PP ha sido ignorar al agitador —al que necesitarían en unas eventuales elecciones generales, según las encuestas publicadas—, el propio Buxadé aseguró el lunes posterior al 9J que se habían producido contactos entre ambas partes y anticipó que esas conversaciones se seguirían produciendo en los días posteriores, una afirmación desmentida por Alvise.
De "aliado" a enemigo: "Es incontrolable"
Durante la campaña electoral de las europeas, la dirección de Vox evitó mencionar a Alvise, conscientes del daño que podría hacer como finalmente ocurrió. Su candidatura obtuvo 800 mil votos y, aunque desde las filas del partido de Abascal defienden que solo les "quitó" cien mil, lo cierto es que no lograron sobrepasar la barrera del 10% a diferencia de lo que ocurrió en las generales del año pasado, donde obtuvieron más del 12% de los votos. Alvise colaboró tanto con ellos como con el PP de Pablo Casado, después de su época como asesor del exdirigente de Ciudadanos, Toni Cantó. Tras las elecciones del pasado junio, Vox cambió el tono y aseguró que le recibiría "con un abrazo" y voces como la de Rocío Monasterio, portavoz en la Asamblea de Madrid, se dirigieron a él como "un aliado".
Pero la historia va más allá. Los puentes con Vox se rompieron en pandemia, cuando Alvise buscó devaluar el apoyo del diputado Juan Luis Steegman a la campaña de vacunación acusándole de haber cobrado "sumas millonarias de las farmacéuticas". En agosto del pasado año el agitador aseguró, entre otras cuestiones, que Monasterio había pedido "innumerables veces" abandonar el Parlamento madrileño para ir como diputada nacional y la dirección de Abascal se lo negó, habló de los enfrentamientos internos entre el exportavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, con los dirigentes María Ruiz Solás e Ignacio Hoces —según Alvise, este último quería su cargo en la Cámara Baja— y acusó a Abascal de haberse "aislado" al rodearse de "una facción" de excargos del PP que son los que tienen el control absoluto del partido.
"Grabaciones exclusivas del Comité Ejecutivo Nacional, acceso a conversaciones de Whatsapp, una docena de fuentes orgánicas y directas, filtraciones de Presidencia, acceso a llamadas de teléfono y otros datos certifican la veracidad de esta información", aseguró en su canal. Una información comprometida, en caso de ser cierta, para los de Abascal y que Alvise podría utilizar una vez obtenga el acta de eurodiputado. El agitador nunca ha tenido reparos en decir que si concurría a los comicios del 9J era, entre otras cosas, para cubrirse las espaldas a nivel judicial.
Una vez que acceda a la Eurocámara, Pérez pasará a estar aforado y gozará de inmunidad parlamentaria. Pero esto no quiere decir que no se le va a poder investigar o que va a tener carta blanca para hacer lo que quiera, simplemente significa que cualquier causa contra él la tendría que llevar el Tribunal Supremo y que la misma podría dilatarse por la exigencia de cursar con carácter previo un suplicatorio a la Eurocámara para levantar la su inmunidad. Alvise, sin embargo, lo considera suficiente como para amenazar con publicar información comprometida de todo aquel que se interponga en su camino. En Vox reconocen que es "incontrolable" y voces del partido señalan que no le van a dejar pasar "ni una" y que, si tienen que responderle públicamente ante sus bulos y amenazas, lo harán.
La alianza de Alvise con los 'rebotados' de Vox: de Macarena Olona a Espinosa de los Monteros
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Tras su fachada marcial, Vox es un hervidero de crisis, gestoras y fugas. El resultado es que desde junio de 2020 antiguos altos cargos o militantes de la formación han montado diferentes partidos —Túpatria, España Suma, Valores, Juntos por España y Libres— con Macarena Olona como su mayor cara visible. Olona creó la candidatura de Caminando Juntos para concurrir a las generales del pasado año, pero obtuvo tan sólo 5.500 votos. Según algunas informaciones, trató de fichar a Alvise para que concurriera como número uno por Madrid, pero el agitador lo rechazó. Durante la campaña de las europeas, la exdirigente de Vox mostró su apoyo a la candidatura del excolaborador de Vox. "El tablero político español necesita un gran meneo. Roberto Vaquero (Frente Obrero) y Alvise (Se acabó la fiesta) se presentan a las elecciones europeas y el sistema se está revolviendo. Son versos sueltos. Aunque me separan grandes diferencias con los dos, espero que obtengan escaño. Y que le den un buen meneo al tablero político español", publicó en su cuenta de X.
Lo cierto es que Alvise ha hecho suyas algunas de las críticas de Olona a su antigua formación. Además de las acusaciones sobre a qué se destina realmente el dinero en Vox, el agitador también critica abiertamente la falta de democracia interna. "La Facción decide que Macarena Olona sea candidata en Andalucía, le presentan un estudio de expectativa hinchado para convencerla. Tras el fracaso electoral, Javier Ortega ofrece dimitir a cambio de que respeten al equipo de Organización. Abascal incumple su promesa y termina destituyendo a Tomás y resto del equipo", escribió en su canal. "Esto, y el cambio de tesorero por la facción provoca aumento de gastos, parálisis orgánica y quejas masivas de casi todas las delegaciones provinciales: Sánchez del Real realiza por ello una crítica interna, y la facción recomienda a Abascal que le purgue", añade, en referencia a Víctor Sánchez del Real, exdiputado de Vox que no repitió en las listas el pasado 23J.
El difusor de bulos también ha dejado ver su amistad con Espinosa de los Monteros. "No he pactado nada con Iván Espinosa de los Monteros, quien es un gran amigo con quien disfruto conversar y con el que quedé únicamente para charlar desayunando y ponernos al día de la vida", justificó tras publicarse las imágenes juntos, una publicación en la que cargó contra Abascal por definirlo como "una creación del PSOE". Previamente, Alvise había hablado de la marcha de Espinosa de Vox en su canal. "Tras meses de marginación e incapacidad de hablar con Santiago Abascal, traslada su dimisión irrevocable, y pacta con Santiago 'motivos personales': La facción lleva meses presionando a Abascal para que Iván dejara de ser portavoz y lo ostentara uno de los suyos: Ignacio de Hoces", escribe.
"Yo frente a todos". Es el hilo conductor de cualquier intervención de Luis Alvise Pérez. El líder de Se Acabó La Fiesta (SALF) juró este lunes la Constitución en el Congreso —como paso previo a la obtención de su acta— y desde allí aseguró que en cuanto sea oficialmente miembro del Parlamento Europeo difundirá audios y documentos de jueces, políticos y periodistas que, según él, han "saqueado" España cometiendo innumerables delitos. Nadie está a salvo, vino a decir. Tampoco los partidos con los que colaboró en el pasado, que podrían ser precisamente protagonistas de estos supuestos escándalos. Así lo teme Vox, que en los últimos días ha cambiado de estrategia con el agitador y ha pasado al choque frontal con el que, no hace tanto, estuvo en la órbita de su líder, Santiago Abascal. Es más, Alvise presumió recientemente en su canal de Telegram de que Abascal dijo que él era "el mejor analista" que había conocido.