La diputada del PP por Barcelona Cayetana Álvarez de Toledo presenta este miércoles al portavoz del grupo parlamentario de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, en la conferencia que el cuarto marqués de Valtierra pronunciará en el Club Siglo XXI de Madrid.
La parlamentaria conservadora es, con Isabel Díaz Ayuso, una de las figuras del PP más apreciadas por los dirigentes y los votantes de la ultraderecha. Su decisión de presentar al portavoz de una formación rival, insólita en la política española, se produce a un año de que los partidos cierren la composición de las listas que presentarán a las próximas elecciones generales, en las que todo apunta a que el PP prescindirá de su nombre y lo sustituirá por una figura menos controvertida en Cataluña.
La que fuera portavoz del PP en los primeros meses de la legislatura, cargo al que llegó de la mano de Pablo Casado, fue destituida en agosto de 2020 por quien la nombró para evitar que sus discrepancias internas acabasen socavando su autoridad dentro del partido. Casado la relegó a la categoría de diputada rasa, privándola de todo protagonismo en el Congreso. Y Feijóo la ha mantenido en esa posición.
Tras unos meses a la espera, sin apenas gestos ni declaraciones críticas, Álvarez de Toledo ha iniciado el curso político dejando claras sus discrepancias con Feijóo. Lo hizo en una entrevista publicada por El Español en la que se mofó del líder de su partido diciendo que el término “constitucionalismo catalanista” con el que el presidente del PP apela a recuperar la “cordialidad” en Cataluña era “una gallegada”. Así se lo hizo saber, según ella, en una reciente conversación en la que le transmitió cómo cree que “debe llevarse a cabo allí una política constitucionalista, vibrante y fuerte. Es algo que no se ha puesto en práctica en cuarenta años”, explicó en la entrevista.
Distancia de Feijóo
La semana pasada, la exportavoz del PP se volvió a desmarcar de su grupo parlamentario al votar a favor de una iniciativa de Vox para aplicar el artículo 155 de la Constitución con el fin de garantizar la enseñanza en castellano en Cataluña. El Grupo Popular votó en contra, pero la que fuera cabeza de lista del partido por Barcelona en las últimas generales apoyó la propuesta, que también mereció el respaldo de Ciudadanos. La iniciativa de Vox fue rechazada por la mayoría del Congreso.
“Creo que en la política, como en la vida, es obligada una mínima coherencia”, declaró después de la votación a Europa Press. “Esto se lo hice saber a la dirección de mi grupo y asumo toda la responsabilidad”, declaró.
Además de la activación del 155, Vox reclamaba cambios legislativos para asegurar la enseñanza del castellano en los sistemas educativos de toda España, a fin de satisfacer “el deber de los españoles de conocerlo así como de amparar el derecho de todos a usarlo”. También planteaba instaurar un régimen sancionador para quienes obstaculicen o impidan el cumplimiento efectivo del artículo 3 de la Constitución, el que establece que el castellano es la lengua oficial del Estado.
Álvarez de Toledo ya rompió en el pasado la disciplina de voto del PP, pero esta es la primera vez que lo hace con Feijóo al frente del partido. En diciembre se negó a apoyar a los candidatos para la renovación del Tribunal Constitucional que el PP había pactado con el PSOE por considerar que no eran el perfil adecuado para el cargo. La dirección del Grupo Popular la sancionó por aquella indisciplina.
Esta vez lo hizo, según sus propias declaraciones, para no “votar en el Congreso lo contrario” de lo que había defendido hacía “cuatro días en la calle”, en referencia a la manifestación convocada en Barcelona a favor del castellano en las escuelas catalanas y a la que no acudió Feijóo.
Posición radical
En cualquier caso, no es ningún secreto que, tras la caída de Casado, Álvarez de Toledo hubiese preferido que Isabel Díaz Ayuso y no Alberto Núñez Feijóo asumiese el liderazgo del partido. La presidenta de Madrid representa mucho mejor su propio ideario político, notablemente más radical que el del actuar líder del partido y próximo a las propuestas de Vox. En un intento de forzar ese debate, justo cuando la revuelta de los barones puso fin al mandato de Casado, la diputada por Barcelona intentó sin éxito que el congreso extraordinario de Sevilla del pasado mes de abril incluyese una ponencia política para debatir la posición “estratégica e ideológica” del partido.
Álvarez de Toledo defiende que el PP, a diferencia de lo que está haciendo Feijóo, dé lo que la derecha radical llama la “batalla cultural” frente a “la alianza reaccionaria del nacionalismo y la izquierda”. De hecho, denunció en los órganos internos, en plena transición en el liderazgo, “la desorientación ideológica” del PP, un problema “más profundo y difícil de resolver” que el de la presidencia del partido.
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En aquel momento llamó a “dejar claro” que el PP “no va a derivar hacia una coalición de partidos regionales en la que cada territorio tenga un discurso propio”, en alusión a la alianza de barones que acabó con el mandato de Casado. “Para confederaciones, el sanchismo”, enfatizó entonces ante sus compañeros.
No parece que el modelo de Feijóo, basado en un acuerdo con los barones por el cual les deja hacer lo que consideren oportuno en sus respectivos territorios a cambio de que le den soporte para intentar ganar las generales de 2023, sea del agrado de la diputada por Barcelona.
Feijóo también ha descartado, al menos de momento, asumir en primera persona lo que le pide Álvarez de Toledo: “Librar la batalla cultural frente a la alianza reaccionaria del nacionalismo y la izquierda”. “Unos dicen que la batalla cultural no importa. Otros la consideran conflictiva, incómoda. Lo es, desde luego. Pero eso no la hace menos importante ni menos necesaria”, sostiene la exportavoz del PP.
La diputada del PP por Barcelona Cayetana Álvarez de Toledo presenta este miércoles al portavoz del grupo parlamentario de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, en la conferencia que el cuarto marqués de Valtierra pronunciará en el Club Siglo XXI de Madrid.