Sevilla volvió a llenarse, un abril más, de celebración. La tradicional Feria de Abril que recorre las calles hispalenses y que cada año atrae a turistas y vecinos no está, sin embargo, exenta de polémicas. Para las agrupaciones animalistas, el foco del conflicto recae directamente sobre la utilización de animales en los carruajes sin tener en cuenta sus necesidades básicas y, como consecuencia, obviando las condiciones extremas a las que en ocasiones se ven sometidos. Este año, un caballo ha fallecido en el transcurso de la festividad y al menos otros dos han resultado heridos debido al sobreesfuerzo que se han visto obligados a realizar. Así lo ha denunciado la Federación Andaluza en Defensa de los Animales (Fadea), que ya ha iniciado acciones legales y que advierte, además, de la reiteración de este tipo de episodios en la multitudinaria celebración.
Manuel López, presidente de Fadea, explica en conversación telefónica con infoLibre que actualmente su federación ha interpuesto tres denuncias ante el Ayuntamiento de Sevilla, la última presentada precisamente este jueves. La organización, por el momento, se ha inclinado por interponer denuncias administrativas para pedir al consistorio (PSOE) expedientes técnicos sobre lo sucedido y valorar entonces la vía judicial.
Actualmente, según señala la federación, se ha confirmado la muerte de un caballo. A la espera de un informe veterinario, los miembros de la organización animalista saben que el equino murió el primer día de la festividad y el día anterior había manifestado problemas intestinales. El agotamiento físico es el principal factor que contemplan los activistas, quienes han denunciado la muerte del primer caballo, el agotamiento de un segundo y las heridas de un tercero.
La primera denuncia presentada por la federación, a la que ha tenido acceso infoLibre, relata el fallecimiento de un caballo el día 15 de abril sobre las 19:40 horas, lo que acarrea una serie de infracciones "cometidas por el responsable del animal y su propietario". Para Fadea, la muerte del equino vulnera diversos artículos de la Ordenanza Municipal de Tenencia Animal en el municipio de Sevilla y la Ley de Protección de los Animales. Además, "independientemente de la posible infracción administrativa", los hechos "pudieran ser constitutivos de delitos de maltrato animal previsto y sancionado" en el Código Penal, concretamente sus artículos 337 y 337 bis. Manuel López adelanta que "el primer caballo que fallece casi con toda seguridad irá por la vía penal". Fadea "casi siempre abre una vía administrativa para obtener toda la información y luego, si lo ve conveniente, la pasa a la vía penal", detalla su presidente.
Las segunda denuncia, presentada este martes, solicita una inspección en relación a un caballo "herido el 15 de abril sobre las 19:45 horas" en un recinto ferial de Sevilla. La última, registrada el jueves, repara en un caballo "agotado el día 18 de abril sobre las 20:00 horas", esta vez no en el marco ferial, sino en una avenida de la ciudad y como parte de un carruaje. Estas últimas dos denuncias señalan la vulneración de la misma normativa que la primera y plantean también la posible infracción penal.
Manuel López, además, recuerda que su organización presentó el pasado 8 de marzo una propuesta dirigida a la nueva ordenanza del municipio, planteando una serie de medidas y protocolos para los caballos, en los carruajes de la ciudad y en la feria sevillana. Su iniciativa atañe, concretamente, a la jornada de trabajo y los controles a los que deben de estar sometidos los équidos de arrastre y tiro, en base a un informe facilitado por El Refugio del Burrito. La nueva ordenanza y las propuestas aparejadas se encuentran en fase de valoración técnica hasta el mes de mayo. Posteriormente será remitido al Consejo Municipal de Protección y Bienestar Animal del ayuntamiento, al que pertenece la propia Fadea y otros colectivos animalistas para decidir cómo se llevará a cabo el protocolo.
Aunque el Ayuntamiento de Sevilla no ha confirmado a preguntas formuladas por este diario el estado de la petición animalista, un portavoz autorizado ha revelado la posición oficial del consistorio sobre los acontecimientos más recientes. Según indican las mismas fuentes municipales, en la Feria de Abril "hay una entrada diaria de miles de caballos" y "sólo ha habido un fallecimiento este año, que es el primero de los últimos años". Asimismo, sostienen, "se ha abierto expediente sancionador y se está estudiando tomar acciones contra el titular".
Según señala el consistorio, "el problema detectado por los servicios veterinarios fue la enfermedad previa del caballo que no debía haber entrado en la Feria, no el trato que recibió dentro". Asimismo, sostiene que "es falso que se hayan producido más fallecimientos de caballos" y recuerda la existencia de "un servicio veterinario, controles periódicos y un sistema incluso de controles de alcoholemia a los titulares de los carruajes".
Manuel López, sin embargo, denuncia que "esto ha ocurrido años anteriores, pero no se le ha dado visibilidad". Todo queda, expresa, en un "informe del Ayuntamiento de Sevilla que no suele hacer público". Por eso, y a raíz de los nuevos casos, la federación pide la apertura de una comisión para tomar medidas en los próximos años. Mediante un documento presentado el jueves y al que ha podido acceder este diario, Fadea ha solicitado la incorporación en el orden del día de la próxima convocatoria del Consejo Municipal de Protección y Bienestar Animal de un estudio del bienestar de los equinos durante las fiestas de la Feria de Abril, que se incluyan expedientes de las denuncias tramitadas y, finalmente, un informe técnico de los servicios municipales sobre los caballos atendidos durante las fiestas, así como los días anteriores y posteriores con motivo de su traslado.
Polémicas anteriores y propuestas alternativas
En el año 2014 el partido animalista Pacma denunció la muerte de un caballo durante la Feria de Sevilla, "debido probablemente a la falta de agua y exposición a altas temperaturas". Pacma presentó entonces una denuncia ante la Delegación de Salud del Ayuntamiento de Sevilla, y alertaba de que no era la primera vez que "hechos similares a éste suceden en Andalucía". El partido "viene denunciando la muerte por falta de cuidados y explotación hasta la extenuación de los caballos que se utilizan en El Rocío, o las condiciones de los caballos de paseo que se utilizan como reclamo turístico en Sevilla", decía entonces la formación, quien además lamentaba la ausencia de "voluntad política" a la hora de tomar medidas.
Dos años después, en octubre de 2016, Pacma realizó una investigación para documentar las condiciones que debían soportar los animales que forman parte de los coches de caballos sevillanos, con "jornadas de hasta trece horas a 45 grados de temperatura".
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Laura Duarte, portavoz de Pacma, cree necesario "como mínimo un mayor control respecto al trato que reciben los animales", pero estima que lo óptimo sería "prohibir que los caballos tiren de los carruajes". A su entender, debido a las condiciones que deben soportar "se les está explotando y no están respetando sus necesidades más básicas".
Duarte insiste en que los animales "no son herramientas de carga", de modo que apuesta por sustituir los coches de caballo por coches eléctricos. "Entendemos que los coches de caballo forman parte de la estética y no proponemos sin más su erradicación", sino mantener los elementos decorativos y simbólicos del carruaje prescindiendo de los animales.
La animalista entiende que "es un reto complicado" pero considera necesario "tender hacia eso". En este sentido, estima que "la gente actualmente no lo ve con malos ojos porque no conoce el sufrimiento de los animales", pero con una mayor difusión de los casos conocidos, valora, el apoyo social será cada vez mayor. "Reclamamos a la administración la responsabilidad de mostrar a la gente la realidad de esto y buscar una alternativa más ética" que, confía, sería acogida por la ciudadanía.
Sevilla volvió a llenarse, un abril más, de celebración. La tradicional Feria de Abril que recorre las calles hispalenses y que cada año atrae a turistas y vecinos no está, sin embargo, exenta de polémicas. Para las agrupaciones animalistas, el foco del conflicto recae directamente sobre la utilización de animales en los carruajes sin tener en cuenta sus necesidades básicas y, como consecuencia, obviando las condiciones extremas a las que en ocasiones se ven sometidos. Este año, un caballo ha fallecido en el transcurso de la festividad y al menos otros dos han resultado heridos debido al sobreesfuerzo que se han visto obligados a realizar. Así lo ha denunciado la Federación Andaluza en Defensa de los Animales (Fadea), que ya ha iniciado acciones legales y que advierte, además, de la reiteración de este tipo de episodios en la multitudinaria celebración.