El Ayuntamiento de Barcelona, el golpe de efecto que persigue Ferraz en el feudo 'yolandista' de Colau

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"Sería muy importante el Ayuntamiento de Barcelona, muy importante". Así reflexiona uno de los miembros del Gobierno de máxima confianza de Pedro Sánchez mientras hace su panorama sobre el 28M. Y buena parte de la lectura que se realice esa noche pasará por los votos que consiga Jaume Collboni en la capital catalana.

El PSC se ve muy fuerte. Y en La Moncloa y en Ferraz acarician ya con la punta de los dedos el consistorio barcelonés. Creen que puede ser el gran símbolo para la legislatura municipal, recuperando décadas después esa Barcelona que se transformó bajo corporaciones dominadas por los socialistas. Esa urbe que se convirtió en icono internacional de la mano de los Juegos Olímpicos y de Pasqual Maragall.

Para el PSOE, coger el principal bastón de mando del Ayuntamiento de Barcelona sería la imagen del cambio total en Cataluña respecto a 2017, sumándose a la victoria de Salvador Illa en 2021, aunque luego no pudiera sumar para la Generalitat. Sería el broche a esa arriesgada hoja de ruta de Pedro Sánchez para encauzar por vías políticas la dolorosa situación en la comunidad tras el fatídico 1-O.

Los datos internos y las encuestas publicadas dibujan como muy posible ese escenario, aunque se vaticina una lucha frenética por pocos votos y con muchas carambolas por producirse. El candidato del PSC esprinta muy empatado con un resurgido Xavier Trias, por Junts, pero mirando siempre de reojo a Ada Colau, que quiere coger aire con las alas de Yolanda Díaz y su alianza para Sumar.

Collboni ha gobernando en el Ayuntamiento en coalición con Colau, pero ahora quiere el sorpasso. Los socialistas, según fuentes consultadas, ven muy desgastada a la alcaldesa y sin el empuje de antaño, aunque eso no significa que se vaya a desplomar, "Mala salud de hierro", como suelen decir en el PSC sobre la regidora. No obstante, ante la fragmentada situación que se avecina, sabe que tendrán que volver a entrelazar sus manos.

El fenómeno Trias es el que ha pillado por más sorpresa al resto de aspirantes. Nadie imaginaba que pudiera tener todavía tanto tirón el exalcalde, que se presenta por Junts pero con un estilo pragmático que recuerda a la CiU de años dorados. Sin rastros de escenificación a lo Carles Puigdemont. Y en las encuestas, en cambio, se dibuja un bajón de ERC, que repite en el 'número uno' con Ernest Marargall.

La sintonía entre La Moncloa, Ferraz y el PSC es total. Salvador Illa es una de las personas con las que Sánchez ha trabado mayor confianza en estos años y siempre se escuchan con muchísima atención. Además, comparten al cien por cien la estrategia tanto a nivel autonómico como local.

Sánchez, un activo para el PSC

Y uno de los principales activos precisamente para lograr Barcelona será Pedro Sánchez. El presidente es valorado y tiene buena imagen en la ciudad, señalan los datos internos que tienen. La gente lo para y le pide selfies, algo que no es muy habitual con políticos de la escena nacional. 

El también secretario general del PSOE tiene previsto acudir en campaña a Barcelona y ya ha apoyado a Collboni en estas semanas previas. Aunque hace años Sánchez llegó a dudar sobre si era el candidato idóneo, ahora tienen una gran relación y confianza. En la última visita, el alcaldable del PSC le regaló como símbolo el libro Simón, de Miqui Otero. También coincidieron en otro mitin en Hospitalet, municipio vecino y bastión de los socialistas durante décadas.

Collboni está desplegando un mensaje de partido progresista pero con gestión, sacando pecho del trato con las empresas y el comercio durante esta legislatura. Además, prometiendo ser el partido que mejor encauza la cohesión en Cataluña y con la vista puesta en volver a ocupar un papel de ciudad relevante dentro de España y a nivel internacional, tras años de imagen divisoria. Para los socialistas, esto se reflejó especialmente en la apuesta por La Moncloa por celebrar en la ciudad condal la cumbre con Francia, a la que asistió Emmanuel Macron.

Barcelona podría convertirse en ese gran golpe de efecto del PSOE, ya que en Madrid la cosa está mucho más complicada a pesar de haber enviado a competir a la exministra de Industria Reyes Maroto. En Ferraz esperan aguantar en Sevilla, hasta ahora la ciudad más más grande gobernada por el partido. En Valencia también la lucha será hasta el final, mientras que Zaragoza y Málaga está más amarradas por parte de las derechas.

Superada la política de bloques en Cataluña

Los socialistas consideran que se ha superado esa dinámica de bloques en Cataluña de independentistas frente unionistas. Esto se ha evidenciado con la victoria de Illa, el divorcio de los separatistas en el Govern y en el pacto transversal para aprobar los nuevos presupuestos de la Generalitat de Cataluña. Y esperan volver a ser la principal fuerza entre las zonas más obreras, con Nou Barris como principal tracción.

Ada Colau se juega su tercer mandato este 28M. La ciudad condal es esa anhelada joya de la corona para todos los partidos, pero en el caso de los comunes es su principal baza electoral, la que les da visibilidad. Catalunya en Comú —la coalición formada por Barcelona en Comú, Podem, Equo, EUia e ICV —conocida como los 'comunes', que carece de poder territorial en el resto de la región, por lo que perder Barcelona supondría perder su principal escaparate ante los electores.

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Oficialmente desde la formación no se plantean ningún escenario que no suponga revalidar la alcaldía, pero sí deslizan que estarían dispuestos a apoyar a Jaume Collboni, que ha sido el teniente de alcalde de Colau esta pasada legislatura, frente a Xavier Trias. Otra de las opciones de la alcaldesa pasaría por llegar a un entendimiento con el candidato de ERC. Sea como sea, todo parece indicar que el futuro de Barcelona se decidirá en los pactos.

La entente Colau-Díaz

De la continuidad de Colau también depende el proyecto de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. La dirigente gallega se ha apoyado en los comunes para construir su candidatura y una derrota de Colau supondría un duro golpe. Algunas fuentes apuntan a que, en ese caso, la actual alcaldesa concurrirá como ticket electoral con Díaz en las generales, al igual que ya hizo en su día Inés Arrimadas con Albert Rivera, mientras otras voces creen que su carrera empieza y acaba en el ámbito municipal.

Los comunes también están dispuestos a ceder a Díaz sus cuadros orgánicos en Cataluña. Algunos dirigentes de la formación llevan meses involucrados en la puesta en marcha de Sumar. Es el caso del ministro de Universidades, Joan Subirats, que es miembro del equipo relator del proceso de escucha, encargado de elaborar las conclusiones del proyecto. En este grupo también está Josep Vendrell, jefe de Gabinete de la vicepresidenta, su hombre fuerte en las negociaciones de mayor calado político, es también exdiputado de este espacio e histórico de ICV. Y Rodrigo Amirola, asesor de Díaz, fue jefe de gabinete de Jéssica Albiach, presidenta de En Comú Podem.

"Sería muy importante el Ayuntamiento de Barcelona, muy importante". Así reflexiona uno de los miembros del Gobierno de máxima confianza de Pedro Sánchez mientras hace su panorama sobre el 28M. Y buena parte de la lectura que se realice esa noche pasará por los votos que consiga Jaume Collboni en la capital catalana.

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