Sesenta y ocho votos a favor, uno por encima de la mayoría absoluta, y 64 en contra. La Comunidad de Madrid sigue en manos del Partido Popular. Tras Alberto Ruiz-Gallardón, Esperanza Aguirre, Ignacio González, Cristina Cifuentes, Ángel Garrido y Pedro Rollán, Isabel Díaz Ayuso se convirtió este miércoles en la séptima dirigente conservadora que logra el despacho principal de la Puerta del Sol, sede del Ejecutivo regional.
Apuesta personalísima del líder del PP, Pablo Casado, para encabezar la lista a las autonómicas, se hizo con el apoyo de los 30 diputados de su grupo, los 28 de Ciudadanos y los 12 de Vox. No gobernará en solitario. Lo hará con el partido naranja tras haber pactado un acuerdo de gobierno de 155 puntos y bajo la atenta mirada de Vox. La extrema derecha ha advertido de que a partir de este miércoles, transcurrida la votación, pasa a la oposición. Pero no es ningún secreto que si PP y Cs quieren sacar adelante sus iniciativas, entre otras cuestiones los Presupuestos, van a tener que seguir buscando la complicidad de Rocío Monasterio, la candidata de Vox. "Poco podemos esperar de la izquierda", comentaba al abandonar la Asamblea una diputada del PP.
"Infundios y medias verdades"
Los escándalos que afectan a Díaz Ayuso no han sido obstáculo para que Cs y Vox se hayan replanteado el sentido de su voto. La futura presidenta madrileña ha logrado ser investida sin aclarar los escándalos que le afectan. La dirigente conservadora ha tenido dos días para aclarar en la Asamblea de Madrid la donación de un piso por parte de sus padres con el que evitó el embargo de sus acreedores, el impago del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) de un local durante cinco años o si recibió trato de favor por parte de Avalmadrid. Pero lo evitó. No lo hizo en su discurso del martes. Y tampoco lo hizo este miércoles después de que desde Unidas Podemos y Más Madrid se lo exigieran.
Por el contrario, la dirigente del PP optó por circunscribir a estos escándalos en el terreno privado, en lo "familiar" y por atacar a los medios de comunicación que han desvelado estas informaciones. Antes de que el presidente de la Asamblea, Juan Trinidad, diese por concluida la sesión cinco minutos antes de que se procediera a la votación, la candidata habló de "infundios y medias verdades". De una "campaña de desprestigio como nunca se había visto", resumió.
"Se puede atacar lo que haga. Pero no se puede meter a la familia y mucho menos a una persona que no está en vida [en alusión a su padre]", dijo.
infoLibre siempre se ha puesto en contacto con portavoces autorizados de la dirigente conservadora con anterioridad a la publicación de todas las informaciones que la afectan. Y desde su entorno jamás se negó dato alguno. Las respuestas han sido siempre similares, apuntando a que se trataba de un asunto familiar. Pero las preguntas de este diario siempre han estado relacionadas con las actuaciones de la propia Ayuso, no de sus familiares.
"¿Ustedes no conocían que mi padre llevaba años de baja médica y mi madre jubilada?", preguntó a los partidos de la izquierda.
Ayuso destacó que nunca tuvo relación laboral con las empresas de su familia porque desde muy joven hizo su carrera, por su cuenta.
Antes de pedir el voto a los diputados, Ayuso subrayó que su padre, ya fallecido, "era un hombre bueno, trabajador" y estaría "muy orgulloso, si estuviera vivo, de ver que su hija se va a convertir en la presidenta de la Comunidad de Madrid".
Asumiendo las exigencias de Vox
En el PP dan por hecho que la legislatura va ser complicada porque Ciudadanos va a buscar un "perfil propio" dentro del Gobierno. Y porque Vox, como en Andalucía no se lo va a poner nada fácil.
"A Ciudadanos y Vox les digo que tanto un proyecto como el otro se van a cumplir. El documento de Vox lo asumo en su totalidad, y lo voy a cumplir, lo mismo que el acuerdo de 155 puntos con Cs", dijo Ayuso desde la tribuna de oradores de la Cámara madrileña.
Además de los problemas de la gestión del día a día que puedan surgir entre Ciudadanos y PP, Ayuso tendrá que hacer frente, como máxima representante institucional del PP de Madrid, a un calendario judicial complicado. "Ninguna de estas noticias ayuda, no podemos negarlo", comenta una dirigente conservadora.
En breve, el juez de la Púnica tendrá que decidir si llama a declarar como imputadas a Aguirre y Cifuentes. Y, por mucho que el PP de Madrid actual marque distancias con el pasado, los vínculos de Ayuso con sus antecesoras en el cargo no pueden negarse. Fue colaboradora de Aguirre. Y la lideresa, que se implicaba de forma muy personal en la elaboración de las listas electorales, la incluyó en la candidatura a la Asamblea de Madrid de 2011. También Cifuentes la nombró viceconsejera.
Sobre los casos que la afectan, Más Madrid ya ha anunciado que llevará a la Fiscalía la relación entre Avalmadrid y Ayuso por posible alzamiento de bienes.
Pese a que este miércoles, Ignacio Aguado (Ciudadanos) no se refirió en ningún momento de su discurso a la corrupción, en los días previos desde Ciudadanos habían advertido de que cualquier persona del Gobierno que sea imputada por uno de estos escándalos tendrá que dimitir. Ayuso, por su parte, se comprometió a "tolerancia cero" frente a la corrupción en su discurso inicial.
"En Ciudadanos aspiran a sustituirnos, a ocupar nuestro lugar. Están sólo a dos escaños de nosotros y esto va a hacer que la legislatura no sea fácil", considera un veterano dirigente del PP madrileño. Uno de los principales temores en sectores del PP es que el partido naranja utilice la portavocía del Gobierno regional como "altavoz" del partido, como una vía para arrogarse los méritos del Gobierno y que esto acabe creando una especie de "dos gobiernos" dentro del Ejecutivo regional".
Toma de posesión, la próxima semana
Salvo cambios de última hora, Isabel Díaz Ayuso tomará posesión el lunes de la próxima semana en la sede del Gobierno regional. Un día o dos después, será el turno de los nuevos consejeros.
En esta cita sí estará el presidente del PP, Pablo Casado. El jefe de los conservadores culmina, con Madrid, los pactos autonómicos a los que aspiraba la noche del 26M.
Ver másCasado cree que Ayuso ha dado "explicaciones concluyentes" pese a que sigue sin aclarar sus escándalos
Si no varía nada del acuerdo entre PP y Cs, la Comunidad de Madrid pasará de nueve a trece consejerías. El reparto será el siguiente: siete para los conservadores y seis para el partido de Albert Rivera, además de la Vicepresidencia y la Portavocía.
Las consejerías del Partido Popular tendrán las siguientes competencias: Presidencia, Interior, Emergencias y Desarrollo Local; Hacienda y Función Pública; Sanidad; Educación y Juventud; Justicia; Ordenación del Territorio y Vivienda; Medio Ambiente, Agricultura y Sostenibilidad. Por su parte, las consejerías de Ciudadanos recogerán las siguientes competencias: Deporte y Transparencia, Portavocía del Gobierno; Economía, Ciencia Competitividad y Empleo; Universidades e Innovación; Asuntos Sociales y Familia; Transportes e Infraestructuras; y Cultura y Turismo.
Sesenta y ocho votos a favor, uno por encima de la mayoría absoluta, y 64 en contra. La Comunidad de Madrid sigue en manos del Partido Popular. Tras Alberto Ruiz-Gallardón, Esperanza Aguirre, Ignacio González, Cristina Cifuentes, Ángel Garrido y Pedro Rollán, Isabel Díaz Ayuso se convirtió este miércoles en la séptima dirigente conservadora que logra el despacho principal de la Puerta del Sol, sede del Ejecutivo regional.