El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha hecho público este lunes su barómetro preelectoral para las elecciones del próximo 4 de mayo, una cita con las urnas a la que están llamados algo más de 5 millones de madrileños. El sondeo vaticina una holgada victoria del PP en los comicios, con una estimación de voto del 39,2% y 59 escaños, seguido por un PSOE al que se conceden 38 asientos en la Cámara regional. Sin embargo, la encuesta anticipa un empate a 68 parlamentarios entre el bloque de la derecha y el de la izquierda. Y deja, en atención a los cruces por variables políticas y socioeconómicas, otros muchos datos interesantes a justo un mes para la jornada electoral.
1. Los votantes de Vox son los que más nota dan a Ayuso
Una de las conclusiones que se desprenden del barómetro es que la actual presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ha conseguido con su gestión conquistar al electorado de Vox. Tanto es así que son justamente los votantes ultraderechistas en las elecciones de hace un par de años los que más nota dan a la dirigente conservadora cuando se les pregunta por su Gobierno o por la forma de hacer frente a la pandemia. Mejor incluso que los propios electores del PP. Así, por ejemplo, un 34% de quienes introdujeron la papeleta verde en mayo de 2019 consideran que la gestión en su conjunto realizada durante toda la legislatura ha sido "Muy buena", frente al 31,5% de los votantes que apostaron en su momento por la lista que encabezaba entonces una desconocida Isabel Díaz Ayuso, quien lideró la candidatura como una apuesta personal de Pablo Casado.
Lo mismo pasa cuando se incide un poco más y se cuestiona, en concreto, por la manera de hacer frente a la crisis sanitaria. Un 41% de los electores de la formación de extrema derecha le dan la máxima nota –es decir, marcan la opción "Muy buena" frente a "Buena", "Regular", "Mala" o "Muy mala"–. Entre las filas conservadoras, esa cifra se sitúa en el 34,4%. Además, a un 64,6% de de los votantes ultras les gustaría que la periodista sea la próxima presidenta del Ejecutivo regional, frente al 25% que opta por su candidata, Rocío Monasterio.
2. El PP parte en dos a la ultraderecha
Desde que se pulsó el botón del adelanto electoral, una de las incógnitas en el aire ha sido si el voto de la derecha se aglutinaría alrededor de la presidenta madrileña. Y el CIS, como algunos otros sondeos publicados hasta la fecha, apunta justamente en esa dirección. El barómetro muestra una fuga importante de apoyo de la ultraderecha hacia la lista conservadora. En concreto, cuando se pregunta a quienes votaron a la extrema derecha en los comicios de 2019 a qué partido o coalición apoyarán el próximo 4 de mayo, un 41% responden de manera espontánea que al PP, mientras que un 43,4% marcan la casilla de Vox, para quien el estudio otorga una estimación de voto del 5,4% y 10 asientos, cerca de la cuerda floja del 5% que marca la entrada o no de una formación política en la Cámara regional. No obstante, un 10,4% de esta bolsa de electores todavía no sabe el sentido de su voto.
3. Ayuso gana a Gabilondo el pulso por el voto naranja
En pleno desplome de Ciudadanos, otra de las preguntas que están en el aire desde hace un mes tiene que ver con qué pasará con sus votantes. Prácticamente desde el primer minuto, tanto PP como PSOE se han lanzado de cabeza a por los sufragios naranjas, algo más de 600.000 en la cita con las urnas de hace un par de años. De hecho, el anuncio del candidato socialista, Ángel Gabilondo, de no tocar los impuestos si consigue sentarse en la Puerta del Sol tras el 4M se ha enmarcado justamente dentro de esa estrategia electoral orientada a pescar en el caladero liberal. Sin embargo, los socialistas no son los que más rentabilizan el hundimiento de la formación liderada por Inés Arrimadas. Sólo un 5,2% de los que dieron su voto a Ignacio Aguado el 26M ahora dicen que introducirán la papeleta del PSOE en la próxima cita con las urnas.
De todos los partidos, es el PP el que saca más tajada de la vieja bolsa naranja. Un 48,5% de los electores de Ciudadanos en los anteriores comicios autonómicos aseguran en la actualidad que se decantarán por la papeleta liderada por Díaz Ayuso, mientras que solo un 10,8% afirma que se mantendrá al lado de Edmundo Bal, el sustituto de Aguado. No obstante, dentro de estas filas todavía hay muchos indecidos a los que convencer. En concreto, un 26,1% de los antiguos votantes de este partido todavía no saben a quién van a apoyar. Es la cifra más elevada entre las cinco principales formaciones. En Más Madrid, ese dato se sitúa en el 20,9%, mientras que en Podemos y el PSOE está en el 19,2% y 18,9%. Los que más claro lo tienen son los de Vox y el PP: solo dudan a día de hoy un 10,4% y un 7,9% de sus antiguos electores.
4. Más Madrid roba más a Podemos que Iglesias a Mónica García
Dejando de lado a Ciudadanos, a quien el barómetro preelectoral sitúa fuera de la Asamblea, Unidas Podemos es junto a Vox el que tiene ahora mismo una menor base de votantes fieles. Sólo un 44,3% de los electores morados el 26M aseguran de forma espontánea que volverán a dar su apoyo a la lista que en esta ocasión lidera el exvicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias, frente a un 25,8% que dice que introducirá la papeleta de Más Madrid en las urnas. Un agujero que será menor, siempre según el sondeo, en dirección contraria. Entre los que apostaron por la candidatura ecologista en 2019, alrededor de un 10,9% viraría ahora hacia la coalición morada, un giro algo más suave que el que se produce hacia la candidatura encabezada por Gabilondo –14,2%–.
5. El PP triunfa entre policías, el PSOE entre operadores de maquinaria
Quitando operadores de instalaciones y máquinas y ensambladores, que se inclinan más hacia el PSOE que hacia el resto de formaciones, los conservadores se imponen en todos los grupos de ocupación laboral. Sus principales nichos son el de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y el de los directores y gerentes, donde casi la mitad de los encuestados se decantan por la papeleta de Díaz Ayuso. Le siguen los jubilados y pensionistas, los "profesionales, científicos e intelectuales", los agricultores, el personal de apoyo administrativo y los "trabajadores de los servicios y vendedores de comercios y mercados", en el que muestran su respaldo a la presidenta regional casi un tercio de los que forman parte de cada uno de ellos.
Dentro de este último grupo se incluye el personal de servicios de protección, de cuidados personales, los vendedores o los trabajadores de servicios personales, entre los que se encuentran, por ejemplo, los camareros. El sector de la hostelería es una de las piezas centrales de la campaña electoral que se ha encargado de ir perfilando el PP. Sin embargo, tampoco existe una gran diferencia entre bloques dentro del gran grupo que incluye, entre otros, a todos los empleados vinculados a bares, cafeterías o restaurantes. Un 34,4% de los que forman parte de este segmento se muestra dispuesto a introducir la papeleta electoral de los conservadores, la ultraderecha o Ciudadanos, frente al 33,6% que se decanta por las de PSOE, Más Madrid o Unidas Podemos.
6. Iglesias se impone entre la clase trabajadora y a Ayuso le da igual el tamaño del municipio
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Por identificación subjetiva de clase, los conservadores arrasan entre los votantes que se ubican en "alta y media alta" y "media-media", frente a unos socialistas que son los más respaldados entre la clase "media-baja". Mientras, la formación liderada por Pablo Iglesias es la que saca mejores resultados en el grupo de identificación subjetiva "trabajadora/obrera/proletario": 21,7%, frente al 16,8% de PSOE, el 15,4% de PP y el 11,3% de Más Madrid. Algo más ajustado está el asunto dentro del último grupo definido. Entre los encuestados que se sitúan en una clase baja, el 15,9% dice de forma espontánea que en los próximos comicios apostará por la candidatura de Díaz Ayuso, seguida de cerca por el 15,4% que se inclinan por Pablo Iglesias y el 13,7% por Gabilondo.
En cuanto al tamaño del municipio, los conservadores arrasan en las seis franjas posibles. Entre los encuestados que viven en localidades de menos de 2.000 habitantes, entre 10.000 y 100.000 habitantes y en Madrid capital –más de un millón–, más de un tercio se inclina del lado de Ayuso, mientras que en los otros dos grupos restantes –de 2.001 a 10.000 y de 100.001 a 400.000– esa cifra se sitúa en el 27% y 24,9%.
Por bloques, el de izquierdas supera al de derechas en las localidades grandes. Entre los que viven en los municipios de entre 100.001 y 400.000 habitantes, un 34,2% se inclina por una de las tres candidaturas progresistas, frente al 30,6% que apuesta por la derecha o la extrema derecha. Lo mismo ocurre en la capital. Allí, un 36,6% se inclina hacia Iglesias, García o Gabilondo frente al 35,6% que se posiciona junto a Ayuso, Monasterio o Bal.
El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha hecho público este lunes su barómetro preelectoral para las elecciones del próximo 4 de mayo, una cita con las urnas a la que están llamados algo más de 5 millones de madrileños. El sondeo vaticina una holgada victoria del PP en los comicios, con una estimación de voto del 39,2% y 59 escaños, seguido por un PSOE al que se conceden 38 asientos en la Cámara regional. Sin embargo, la encuesta anticipa un empate a 68 parlamentarios entre el bloque de la derecha y el de la izquierda. Y deja, en atención a los cruces por variables políticas y socioeconómicas, otros muchos datos interesantes a justo un mes para la jornada electoral.