El expresidente del PP José Maria Aznar advirtió este jueves a través de un editorial de la Fundación FAES que él mismo preside que la reunificación pendiente del centroderecha, es decir la de Vox, debe ser el resultado de un “proceso de unión de fuerzas” y no consecuencia de “la derrota” en las urnas de la formación de Santiago Abascal.
El “reagrupamiento en el centro derecha” que ha comenzado con la “implosión de Ciudadanos”, asegura el editorial de FAES, tiene que “seguir consolidándose como un proceso de unión de fuerzas, no como una apuesta por la derrota de un adversario que ha ocupado provisionalmente un segmento del electorado que el PP puede legítimamente reclamar”.
Es esta una petición que contradice el discurso oficial que sostienen Casado y su dirección desde la moción de censura de Vox. El actual presidente del PP asegura que pasó el tiempo de plataformas como España Suma y es el momento de que la reunificación del centroderecha se lleve a cabo en las elecciones reagrupando el voto en la “casa común” de su partido. Exactamente lo que acaba de ocurrir en Madrid con Ciudadanos: sus votantes se han pasado en su mayor parte al PP y la formación naranja ha desaparecido de la Asamblea sin necesidad de acuerdos preelectorales.
La fundación presidida por Aznar elogia sin reservas a Isabel Díaz Ayuso, a quien el expresidente ya ha apoyado con entusiasmo en repetidas ocasiones. “Ayuso ha hablado de prudencia y compromiso, reconociendo los votos prestados que han contribuido a construir su mayoría,prestados sabiendo dimensionar lo que significa su enorme victoria en función de una tarea de gobierno para la que pidió la confianza de los madrileños”.
Su éxito supone “la afirmación de un modelo desde el que Madrid se ha situado a la cabeza de España” y constituye un mensaje que “se extiende al propio futuro del centroderecha y de su capacidad para articularse como alternativa a esta conjunción decadente de socialistas comunistas e independentistas”.
Alternativa de gobierno
El editorial reconoce que “ningún resultado es extrapolable al 100%”, pero sostiene que “sería absurdo negar que las elecciones en Madrid marcan una inflexión en la política española en la que el Gobierno de Sánchez y su agrietada coalición salen seriamente debilitados mientras se refuerza el centro derecha en el que el PP afianza su hegemonía y su condición de alternativa de gobierno”.
El éxito de Isabel Díaz Ayuso, subraya FAES, “lo es también de Pablo Casado”, que ”tiene ante sí una tarea compleja y exigente”, pero hacia la que “ha dado pasos importantes”.
El texto no se limita a glosar la figura de Ayuso y a aconsejar a Casado lo que debe hacer sino que se detiene especialmente a la hora de criticar al PSOE y a Unidas Podemos. “Produce estupor que la izquierda clamorosamente derrotada en Madrid reaccione a su fracaso insultando al 45% de los votantes que decidieron apoyar a la candidata del Partido Popular”. En el caso de UP echando “ mano del apolillado análisis marxista sobre la conciencia alienada” y desde el PSOE “pregonando unos delirantes análisis electorales” que se refieren a los votantes del PP como “gentes alucinadas sin contacto con la realidad”.
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“Aunque se recomienda que cuando el adversario se equivoca, lo mejor es no distraerle”, ironiza el editorial de la fundación presidida por Aznar, “lo cierto es que la izquierda de la coalición gobernante en España es la que ha demostrado encontrarse fuera de la realidad”.
“El fracaso de la izquierda no es sólo cuantitativo. Lo es también cualitativo. Es el fracaso de sus grotescas alertas antifascistas, de la impostura permanente de líderes como Pablo Iglesias”, al que llama “verdadero depredador de la política democrática que busca hacerse pasar por víctima” o de la “inconsistencia” de Engel Gabilondo.
Frente a ellos, Ayuso pidió el voto para “desarrollar su proyecto político con libertad de acción”. Y esa “libertad tiene que predicarse frente a todos porque la presidenta se la ha ganado”.
El expresidente del PP José Maria Aznar advirtió este jueves a través de un editorial de la Fundación FAES que él mismo preside que la reunificación pendiente del centroderecha, es decir la de Vox, debe ser el resultado de un “proceso de unión de fuerzas” y no consecuencia de “la derrota” en las urnas de la formación de Santiago Abascal.