Jesús Rodríguez es uno de las tres personas que han declarado por videoconferencia este lunes en la Embajada de Argentina en Madrid ante la jueza María de Servini de Cubría, que es la encargada de investigar los crímenes cometidos durante la dictadura del general Francisco Franco. "He aclarado a la jueza mis motivaciones para denunciar, que no son otras que se escuchen las voces de las personas que han sufrido los crímenes del régimen franquista. A mi Billy el Niño [Juan Antonio González Pacheco] y su equipo me detuvieron a tiros a la puerta de mi casa de Vallecas (Madrid) el 16 de abril de 1975. Durante el interrogatorio él y su cuadrilla me molieron a palos. Y me detuvieron porque era muy activo en contra del régimen. Pero mi caso no es ni mucho menos el peor de todos. Pues esta persona se jactaba de conseguir que todos los detenidos hablaran", ha asegurado esta persona a infoLibre, el único medio de comunicación presente a la salida de las declaraciones efectuadas en la Embajada argentina, situada en la madrileña Calle de Serrano.
"Víctimas del franquismo"
"La declaración de este lunes ha sido muy importante porque hasta este momento en España no se nos ha reconocido la condición de víctimas del franquismo, pues nos han considerado unos delincuentes a los que se les perdonaron los delitos con la democracia. Por eso, estoy convencido de que con mi voz hablo por mucha gente que no puede o no se atreve a contar lo que le ha pasado. Además, de esta forma se lanza el mensaje de que cualquier torturador, aunque esté protegido por una dictadura, acabará siendo perseguido", especificó frente a la entrada de la Embajada argentina Jesús Rodríguez, que forma parte de la asociación La Comuna.
Juan Antonio González Pacheco, conocido con el alias de Billy el Niño, era según el testimonio de Jesús Rodríguez, el encargado de perseguir a las personas que como él eran antifranquistas. "Perseguía al grupo de gente en el que yo me movía. Militábamos en organizaciones a la izquierda del PCE. Actuábamos en los barrios y en la universidad. Pese a su juventud, pues tendría unos 28 años, era el que estaba al mando de la cuadrilla que me detuvo. Y también el dirigió mis interrogatorios. Era famoso y le gustaba serlo, pues presumía de su capacidad de conseguir las confesiones. Pero yo tuve muchas suerte, pues ni me ahogaron ni hicieron barbaridades, solo me dieron palos por todas partes. Yo fui uno de tantos. He sido y soy muy activo políticamente, y por eso me he decidido a testificar.
Bebés robados
María Bueno, la presidenta de la asociación andaluza Alumbra, que lucha por esclarecer el robo de bebés durante el franquismo y la democracia, fue la segunda en declarar y la encargada de relatar a la magistrada Servini casos referentes a la sustración de hijos de los represaliados republicanos. "Hablo por los afectados de mi asociación, que están por toda Andalucía, pero también en nombre propio, pues soy víctima de la desaparición forzosa de mi hijo", especificó María Bueno que resaltó el papel juzgado por la jueza: "La he visto en mi caso en su condición de mujer y en la de magistrada-jueza. Y he sentido amparo, y es algo difícil pues en mi caso llevo peleando desde 2010. Y es la primera vez que siento que alguien con autoridad nos escucha", ha asegurado esta mujer.
La juez María Servini es muy popular entre el colectivo de las Madres de Mayo pues ha encabezada varios procesos en Argentina sobre niños robados. "Mi sensación es que es una mujer fuerte que quiere hacer algo de verdad por todos nosotros", reseñó a infoLibre esta querellante andaluza, que destaca que la jueza ha permitido "sacar todo el dolor que llevamos dentro".
"Trabajadores esclavos"
Cecilio Gordillo, sindicalista sevillano de la Confederación General del Trabajo (CGT), se centró en su testimonio a los trabajos forzados a los que fueron sometidos los presos del franquismo hasta 1962, que fue el año en el que se clausuró el último campo de concentración en Andalucía: "Hemos aportado numerosa documentación y hemos intentado que la jueza entienda que los trabajos forzados y la utilización de los presos políticos no fue un hecho aislado, sino que fue generalizado durante el régimen".
Las víctimas de Billy el Niño responden a Zoido: "No cejaremos hasta que haya justicia"
Gordillo, también se refirió en su testimonio a la existencia de un campo de concentración de Sevilla "para vagabundos y mendigos donde mataron de hambra a más del 50% de la población reclusa. "Y este fue uno de los puntos que interesó a la jueza, que pidió que identificáramos a los 144 presos. También me preguntaron por las empresas privadas que utlizaron a los presos. Nosotros hemos dicho a la jueza que pida al Gobierno de España la documentación del patronato de la Merced, que era la institución que regulaba la cesión de los presos en toda España".
Tres horas
Las declaraciones de Jesús Rodríguez, María Bueno y Cecilio Gordillo se extendieron durante casi tres horas. Además de escuchar los relatos, la jueza se interesó por datos concretos de los testimonios, como por ejemplo los campos de concentración o las empresas que utilizaron mano de obra esclava. Esta martes, y hasta el jueves continuarán las videoconferencias.
Jesús Rodríguez es uno de las tres personas que han declarado por videoconferencia este lunes en la Embajada de Argentina en Madrid ante la jueza María de Servini de Cubría, que es la encargada de investigar los crímenes cometidos durante la dictadura del general Francisco Franco. "He aclarado a la jueza mis motivaciones para denunciar, que no son otras que se escuchen las voces de las personas que han sufrido los crímenes del régimen franquista. A mi Billy el Niño [Juan Antonio González Pacheco] y su equipo me detuvieron a tiros a la puerta de mi casa de Vallecas (Madrid) el 16 de abril de 1975. Durante el interrogatorio él y su cuadrilla me molieron a palos. Y me detuvieron porque era muy activo en contra del régimen. Pero mi caso no es ni mucho menos el peor de todos. Pues esta persona se jactaba de conseguir que todos los detenidos hablaran", ha asegurado esta persona a infoLibre, el único medio de comunicación presente a la salida de las declaraciones efectuadas en la Embajada argentina, situada en la madrileña Calle de Serrano.