El expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa ya controlaba en 2004 la política de la Comisión de RetribucionesComisión de Retribuciones de la entidad financiera, según se desprende de los correos electrónicos del banquero ahora imputado en la pieza separada de las tarjetas blackblack del caso Bankia.
El pasado 30 de diciembre, el Fondo de Reestructuración Ordenado Bancario (FROB), el organismo utilizado para inyectar público en las cajas de ahorros intervenidas, hizo público un comunicado en el que informaba de que había denunciado ante la Fiscalía que Blesa, Rodrigo Rato y otros directivos de Caja Madrid habían percibido 14,8 millones de forma irregular14,8 millones entre 2007 y 2011.
La política retributiva de los directivos de Caja Madrid se decidía en la Comisión de Retribuciones, aunque la aprobación definitiva correspondía al consejo de administración. Previamente, era el propio Blesa el que proponía la distribuciónBlesa de la suma global correspondiente al Comité de Dirección. La norma interna establecía que el presidente cobraba un 15% más que el directivo que más percibía, cuyo sueldo sugería el propio Blesa.
"Que no te pongas un sueldo estratosférico"
Dos de los correos electrónicos que demuestran el control sobre el organismo que se encarga de las retribuciones de los directivos fueron enviados por el entonces director Financiero y de Medios, Ildefonso Sánchez Barcoj, el segundo que más cobraba, el 15 y el 16 de diciembre de 2004 al propio Blesa. Y en los mensajes Barcoj le informa de que en "el texto del acuerdo" que le proponen a los integrantes de la Comisión de Retribuciones habían cambiado en un primero momento "en el último párrafo el verbo validarvalidar por la expresión 'conocerá, a efectos de su adecuación a la presente propuesta".
Esta modificación de la propuesta, según explica Barcoj a Blesa, pretendía "quitar la fuerza decisoria del verbo validar, por el sentido más claro de que [los integrantes de la comisión] deben velar porque las propuestas individuales no vulneren la recomendación de la comisión", especifica el mensaje, que prosigue: "Y así con la regla del 15% no te pongas tú un sueldo estratosférico......es una broma, pero a ellos les da pánico".
Pero en 24 horas, "y después de hablar con Francisco Moure", consejero de Caja Madrid a propuesta del PP e integrante de la Comisión de Retribuciones que gastó 127.000 euros con las tarjetas black, Barcoj volvió a incluir el verbo validar. "Parece que a ellos les resulta más cómodo y ateniéndose a la definición del diccionario de la Real Academia, no difiere en sustancia nuestra intención y, además, cubre de forma más clara que tú no haces la fijación indirecta de tu sueldo con la regla del 15%".
Blesa: "No he fijado aún la retribución"
Al final, el documento propuesto al consejo especificaba: "Una vez aprobada por los órganos de gobierno la masa salarial global correspondiente al Comité de Dirección, y tras escuchar la valoración ponderada al respecto del presidente, la Comisión de Retribuciones validará la asignación individual correspondiente a cada uno de los miembros del Comité de Dirección".
Pero la realidad era muy diferente. Así, otro correo electrónico, de 16 de julio de 2008, muestra que Blesa era el encargado de repartir el sueldo entre sus directivos, que en 2008 habían obtenido una nueva subida del 4,5%, llegando a los 8,3 millones de euros: "No he fijado aún la retribución de los miembros del Comité de Dirección. Lo dejaremos para más adelante", explica el propio Blesa al secretario general de la Caja de Ahorros, Enrique de la Torre.
Los datos aportados por Bankia al caso que instruye en la Audiencia Nacional el magistrado Fernando Andreu muestran el reparto de las percepciones fijas en el Comité de Dirección de Caja Madrid. Blesa percibía 1,585 millones, y sus lugartenientes Ildefonso Sánchez Barcoj y Matías Amat 1,3 y 1,2 millones, respectivamente. Pero el resto de directivos cobraban un sueldo muy inferior, pues los siguientes eran Ramón Ferraz (866.000 euros) y Mariano Pérez Claver (736.000 euros).
Precisamente, el FROB subrayó en la nota de prensa sobre la denuncia ante la Fiscalía, que en 2008 se aplicó a los miembros de la alta dirección de Caja Madrid una subida salarial "significativamente mayor" que la debida, que algunos casos llegó a superar el 26%.
Percepciones indebidas
Para este incremento se tomaba supuestamente como referencia una masa salarial mayor que la realmente existente en ese momento. "El aumento global se repartió entre un menor número de miembros de la dirección", indica el fondo. En cuanto a la retribución fija de esos directivos en tanto han estado vinculados a la entidad, indica que ha supuesto una posible percepción "indebida" para esas personas de algo más de 2 millones en conjunto.
infoLibre adelantó que representantes en Caja Madrid del PSOE e IU aprobaron en julio de 2007 aumentarse las retribuciones por dietas y por las tarjetas B el mismo día en el que acordaron una subida del 8% del sueldo de Blesa y su equipo, que pasaron a cobrar en total 7,37 millones anuales.
Un correo electrónico de Blesa, de 4 de septiembre de 2008, muestra que la Comisión de Retribuciones volvió a votar un año después otra subida, aunque en esta ocasión del 4,5%. El expresidente de Caja Madrid y su equipo elevaban sus sueldos un millón de euros, llegando a los 8,3 millones para todo el Comité de Dirección. Según un documento manuscrito, las dietas subieron hasta los 1.400 euros, lo que suponía un incremento del 12,9%.
"Unánime conformidad"
Además, la lectura de las actas y su documentación anexa demuestra que Blesa acudió en al menos dos ocasiones a la Comisión de Retribuciones. Así, el 10 de octubre de 2008 Blesa participó en la reunión en la que el secretario general informó "del criterio de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que en su circular sobre gobierno corporativo de las cajas de ahorros, indica que en temas retributivos se dé información global de los órganos o colectivos a que afecta, entre ellos la alta dirección, sin particularizar la de cada uno de sus componentes".
La Comisión de Retribuciones "dio su unánime conformidad a que este mismo criterio se mantenga en las materias propias de su competencia", indica el acta. En realidad la CNMV informaba en la circular de los mínimos exigibles en la información del gobierno corporativo.
Pero entre la documentación aportada por Bankia al sumario de la pieza separada de las tarjetas de Caja Madrid se incluyen dos bocetos diferentes del acta de 10 de octubre de 2008. En ellas se difumina cualquier vinculación de Blesa con la política de pagos de los directivos.
Bocetos diferentes de la comparecencia de Blesa
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Así, en uno de los bocetos aparece tachado en bolígrafo un texto en el que se indica que la comparecencia de Blesa había sido solicitada "por los integrantes de la Comisión de RetribucionesBlesa, quedando validada la asignación individual del incremento retributivo para 2008 de cada uno de los miembros del Comité de Dirección".
Sin embargo, escrito a mano, se propone otra redacción de la participación de Blesa en la reunión, indicando que había informado "de diferentes temas pendientes competencia de la Comisión, así como de las previsiones derivadas de la planificación 2009, en elaboración, en materia de retribuciones en la Alta Dirección".
Al final ninguno de estos bocetos se incluyó en el acta oficial, que solo hace referencia a la presencia de Blesa, sin explicar el contenido de su intervención.
El expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa ya controlaba en 2004 la política de la Comisión de RetribucionesComisión de Retribuciones de la entidad financiera, según se desprende de los correos electrónicos del banquero ahora imputado en la pieza separada de las tarjetas blackblack del caso Bankia.