Un 23 de julio totalmente inesperado. Unas elecciones históricas en las que las derechas naufragaron en su intento de sumar mayoría absoluta ante una izquierda que resistió frente a lo que vaticinaban los sondeos y que puede armar una mayoría, aunque se atisba una situación de bloqueo a cuenta de lo que haga Junts.
Los españoles fueron a las urnas y dejaron este resultado: PP (136), PSOE (122), Vox (33), Sumar (31), ERC (7), Junts (7), EH Bildu (6), PNV (5), BNG (1), CC (1) y UPN (1).
Una jornada electoral en el que una ola de la izquierda logró frenar esa mayoría de la derecha y la ultraderecha, que proclamaban PP y Vox, con un Pedro Sánchez que logró subir incluso dos diputados respecto a las elecciones de noviembre de 2019.
A pesar de que el PSOE no fue la lista más votada y Sumar no superó a Vox, el resultado supone una victoria para la izquierda porque Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal no logran llegar a los 176 diputados que garantizan la investidura. Por lo que Pedro Sánchez y Yolanda Díaz pueden intentar formar Gobierno, aunque Junts puede bloquear si vota con un no.
Unos resultados que parecían casi imposibles cuando arrancó la campaña, pero la izquierda logró movilizar especialmente en la fase final por los errores de Feijóo, que llegó a mentir sobras la revalorización de las pensiones, y por el desarrollo del debate en RTVE sin su asistencia.
"Somos más los que queremos que España avance, y así seguirá siendo"
La euforia se desató al final de la noche en Ferraz, donde se había apelado durante horas a la "máxima prudencia". Pedro Sánchez, poco antes de la medianoche, salió al balcón junto a su esposa, Begoña Gómez, y su núcleo duro en Ferraz: Cristina Narbona, Santos Cerdán y María Jesús Montero.
Ante centenares de enfervorecidos seguidores, Sánchez dio a entender que logrará gobernar de nuevo: "Gracias a toda España, somos una democracia fuerte, limpia, una gran democracia". "España ha sido meridianamente clara. El bloque involucionista ha fracasado", indicó el líder socialista, mientras le gritaban "presidente, presidente".
"El bloque involucionista del PP y Vox han salido derrotados. Somos muchos más los que queremos que España avance y así seguirá siendo", proclamó ante los militantes.
"No pasarán, no pasarán"
"No pasarán, no pasarán", corearon los simpatizantes del PSOE. En Ferraz sostienen que una corriente de la izquierda, que no detectaron muchas encuestas, fue fundamental para el resultado. Hay sintonía entre el PSOE y Sumar, como dijo la propia Yolanda Díaz, para intentar conformar una mayoría (aunque Alberto Núñez Feijóo lanzó esta noche que intentará la investidura).
Pedro Sánchez obtuvo un resultado total que nadie esperaba, ya que subió un millón de votos más que en las elecciones de 2019 (tres puntos más que en aquella cita), lo que le ha dado dos diputados más que en aquella convocatoria. Todo ello después de un 28 de mayo que supuso un auténtico varapalo institucional para los socialistas, que perdieron la mayoría de sus comunidades autónomas.
Desde que convocó las elecciones, Sánchez presentó estas elecciones como una cita trascendental para la historia de España, donde estaba en juego la propia democracia y como una batalla para frenar a la ultraderecha, que podía entrar por primera vez en el Gobierno desde la dictadura franquista.
El PSOE basó principalmente su resultado con sus victorias en Cataluña, Extremadura, Euskadi y Navarra, además de en provincias como Álava y Sevilla. El caso catalán es el más significativo, ya que el PSC arrasó con 19 escaños (logrando aglutinar un 34%, lo que se tradujo en 1,2 millones de votos).
Un nuevo manual de resistencia
"Sólo lo podía hacer él", como señalaron cargos socialista en Ferraz respecto a Sánchez, en una nueva página de Manual de resistencia y después de que todos sus rivales le dieran por muerto políticamente. Las encuestas hace unas semanas apenas le daba cien diputados, pero el PSOE supo tocar la tecla para activar a muchos votantes progresistas, especialmente al ver los pactos entre el Partido Popular y Vox a lo largo y ancho del país tras el 28M. Y la sensación en Ferraz es de haber conseguido lo que no nadie esperaba: "Lo importante es que no habrá un Gobierno de ultraderecha", indicaron fuentes del partido.
El PP ha intentado en la fase final de la campaña que el PSOE se comprometa a respetar la lista más votada, algo que ha rechazado el socialismo al ser un sistema parlamentario y no presidencialista, además de que los populares no lo practicaron en lugares como Canarias y Extremadura tras el 28M.
Ver másSánchez cree que el PSOE "ha ido de menos a más" en campaña, mientras el PP "está desfondado"
También ha sido clave el resultado de Sumar, que consiguió aguantar con 31 escaños, siendo especialmente competitiva en Cataluña y en Madrid. Sánchez siempre dijo que era fundamental la unión a su izquierda, algo que ha agradecido constantemente a Yolanda Díaz a lo largo de estos días. Además, se presentaron como un tándem en campaña, especialmente durante el debate de RTVE, y han prometido reeditar la coalición si dan los números.
"La esperanza venció al miedo. Hoy España y Europa respiran mejor", lanzó Yolanda Díaz desde la sede electoral de Sumar, donde avanzó que mantendrá diálogo con todas las fuerzas democráticas y progresistas para conformar el próximo Ejecutivo.
La izquierda logró resistir en la noche en la que parecía que España giraría hacia la derecha y la ultraderecha. Euforia, lágrimas y emoción durante la noche en Ferraz, donde todos acabaron bailando Perra, de Rigoberta Bandini.
Un 23 de julio totalmente inesperado. Unas elecciones históricas en las que las derechas naufragaron en su intento de sumar mayoría absoluta ante una izquierda que resistió frente a lo que vaticinaban los sondeos y que puede armar una mayoría, aunque se atisba una situación de bloqueo a cuenta de lo que haga Junts.