La nueva legislatura
C's reafirma su acuerdo con Díaz ante la propuesta de “fuerza común” del PP en Andalucía
Era 7 de mayo de 2015. Mariano Rajoy, en un acto en Málaga, arropaba al alcalde y candidato del PP, Francisco de la Torre, a 20 días de las elecciones municipales. Pero su mensaje principal fue para el jefe del partido en Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, que acababa de votar por segunda vez contra la investidura de Susana Díaz como presidenta de la Junta, pese a la holgada victoria del PSOE (47 diputados, a sólo ocho de la mayoría absoluta, el mismo resultado que en 2011, antes de la irrupción de Podemos y Ciudadanos). "Juanma", se dirigió a Moreno Bonilla el presidente Rajoy, antes de soltar una de sus características frases: "Estás haciendo lo que tienes que hacer".Estás haciendo lo que tienes que hacer
Moreno Bonilla mantuvo hasta el final su no a Susana Díaz, que necesitó a Ciudadanos para salir investida –a la cuarta–, lo cual forjó una alianza entre el PSOE y el partido naranja e inauguró una relación de abierta hostilidad entre las dos formaciones conservadoras en la comunidad más poblada de España. Ahora el PP, aprovechando el acercamiento a Ciudadanos en el Congreso, ha ofrecido al partido naranja la conformación de un "fuerza común" con el que pretende cambiar este escenario, que en la práctica deja escaso margen político al principal partido de la oposición en Andalucía.
La reacción de Ciudadanos ante el cortejo del PP es de cortés frialdad. Aunque Juan Marín aceptó el llamamiento –"nos parece muy bien que el PP vuelva al diálogo y deje de lado la descalificación constante que ha mantenido hacia nuestro partido”–, desde el propio partido naranja rebajan las expectativas de que se conforme un bloque PP-Ciudadanos que, por otra parte, no alcanzaría mayoría suficiente para aprobar nada.
"Si lo que Moreno Bonilla pretende es arrinconar a Susana Díaz para presionarla, no estamos en eso", señala Ciudadanos en respuesta a infoLibre. El acuerdo con Díaz en Andalucía, aclaran fuentes de la formación naranja, no está en entredicho. El mensaje es claro: "El pacto de investidura en Madrid no tiene nada que ver con la situación en Andalucía".
Tranquilidad en el PSOE
En el PSOE andaluz, por su parte, viven la situación con tranquilidad, sin temor a perder a su principal –en realidad único– aliado en el Parlamento, con el que conforma una mayoría suficiente para aprobar las leyes. Al que menos le convendría un bandazo, señala un dirigente socialista, es a Ciudadanos, que en Andalucía es un partido clave para cualquier ley y que tiene montada toda su estrategia en torno a la idea de "utilidad", reivindicando medidas como la rebaja del impuesto de sucesiones o la celebración de una comisión de investigación sobre el supuesto fraude de los cursos de formación. Además Ciudadanos perdería, en caso de abandonar al PSOE en Andalucía, una baza para defender su imagen de partido "de centro" que puede "dialogar" y "tender la mano a la izquierda y a la derecha", como suele defender Albert Rivera.
La frase de Rajoy a Moreno Bonilla en Málaga, interesante a la luz de los actuales acontecimientos políticos, ilustra cuál ha sido la posición del PP en Andalucía desde las autonómicas de 2015. Moreno Bonilla ha hecho "lo que tenía que hacer", a juicio de Rajoy, y ha mantenido una oposición frontal a Susana Díaz. La líder socialista andaluza, que recibió también el "no" de Podemos e IU en todas las votaciones de investidura, finalmente evitó la repetición electoral en Andalucía y obtuvo la presidencia gracias a los nueve votos de Ciudadanos, que fraguaban así su primer gran pacto autonómico con el PSOE, no con el PP, que parecía su aliado más natural.
Consolidado en Andalucía
Este apoyo al PSOE supuso al principio un quebradero de cabeza para Rivera, que en los meses siguientes a la investidura de Díaz tuvo que salir con frecuencia a atajar polémicas y defender a Marín, tratado con dureza por la prensa conservadora y fustigado a diario por el PP. Rivera a menudo tenía que dar la cara por un pacto en entredicho que, según algunas interpretaciones, podía mermar la base electoral de los naranjas.
Todo eso ha cambiado. Ciudadanos está fuerte en Andalucía. Siete de los 32 diputados de Ciudadanos son andaluces. En las últimas generales obtuvo mejores resultados en Andalucía que en la media nacional y dos puntos y medio más que en Cataluña, donde nació el partido.
Invitación por carta
El PP andaluz, aprovechando el acuerdo de investidura entre su partido y el de Albert Rivera para la investidura de Rajoy, intenta realizar un acercamiento a Ciudadanos que implica un intento de socavar el pacto de la formación naranja con Susana Díaz. Juan Manuel Moreno Bonilla ha lanzado la primera ofensiva del curso político invitando por carta a una reunión a Juan Marín, líder de Ciudadanos en Andalucía, para hacer "fuerza común" en Andalucía, según sus propias palabras.
En su carta, Moreno Bonilla invita a Marín a "establecer una línea de diálogo permanente" en Andalucía, que actualmente no existe. La relación entre Moreno Bonilla y Marín ha sido siempre mala, algo que ni siquiera se han molestado en ocultar. El PP ha sido muy duro con Ciudadanos, al que ha caricaturizado como "muleta" del PSOE, cómplice de los socialistas para "tapar la corrupción"...
Desde Ciudadanos se esfuerzan en combatir la idea de que Moreno Bonilla está promoviendo el fin de unas hostilidades que han sido mutuas. "Ha sido el PP el que no ha querido saber nada de nosotros", apuntan.
La iniciativa de Moreno Bonilla está planteada de forma astuta, admiten incluso adversarios políticos. Aunque su carta a Marín invoca el pacto de investidura en Madrid, la propuesta consiste en proponer "diálogo" sobre "reformas" y "propuestas" en materias sanidad, educación, fiscalidad... Aspectos en los que PP y C's se han puesto de acuerdo en Madrid.
Moreno Bonilla vincula la propuesta de "fuerza común" a la elaboración de los presupuestos de 2017, pese a que ambas fuerzas no suman mayoría. No obstante, tanto en el PSOE como en Ciudadanos cunde la idea de que se puede pretender también desestabilizar el acuerdo y presionar a Susana Díaz. La petición a Susana Díaz de que se convierta en adalid de la abstención del PSOE para la investidura de Rajoy es una de los pocos mensajes en los que han coincidido PP y C's en Andalucía.
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Un acuerdo que se "autodestruye"
"El acuerdo de PP y Ciudadanos, según ha dicho el propio Rivera, se autodestruye cuando terminar la votación de investidura", afirma Mario Jiménez, portavoz parlamentario del PSOE. Jiménez insiste en las idea de "tranquilidad" y de confianza en el acuerdo de investidura con Ciudadanos –que contiene 70 medidas–. Es el mismo mensaje que lanzó Miguel Ángel Vázquez, portavoz del Gobierno andaluz, tras la reunión del Ejecutivo autonómico el martes, aunque Vázquez también dejó caer una advertencia a Ciudadanos sobre los "cantos de sirena" del PP con los que pretende "quitar votos" a la formación naranja.
Moreno Bonilla ha logrado agitar el arranque político tras el verano. En vista de su propuesta a Ciudadanos, y de que Marín aceptó la reunión, los líderes de Podemos (Teresa Rodríguez) e IU (Antonio Maíllo) se han ofrecido como aliados para, por ejemplo, la elaboración de los presupuestos, así como para conformar mayorías progresistas. La respuesta del PSOE ha sido de incredulidad y desdén. "Podemos está pasando una crisis de pubertad", dijo públicamente Jiménez, que reprochó a la formación morada su rechazo a las investiduras de Díaz y Sánchez –en la anterior legislatura–. PSOE y Podemos ni siquiera tienen una vía de diálogo estable en el Parlamento, según Jiménez.