Las negociaciones para una investidura que se pueda votar en el Congreso antes del 3 de mayo, fecha calculada para la disolución de las Cortes y publicación del decreto de convocatoria de nuevas elecciones, deberán estar despejadas en torno al 25 de abril para poder cumplir los trámites necesarios que permitan convocar con tiempo las sesiones plenarias, según aseguran a Europa Press fuentes parlamentarias.
A las cero horas del próximo 3 de mayo acaba el plazo de dos meses desde la primera votación de la fallida tentativa del socialista Pedro Sánchez, por lo que el 2 de mayo, festivo en la Comunidad de Madrid, es el último día para votar en el Congreso otra investidura antes de la disolución automática de las Cortes.
Si finalmente no hay acuerdo entre los partidos políticos, ese 3 de mayo habrá de publicarse en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el decreto de convocatoria de las próximas elecciones generales, que se celebrarán el domingo 26 de junio, conforme al plazo legal de 54 días de periodo electoral. Dicho decreto no lo podrá firmar el presidente Mariano Rajoy, ya que excede de sus competencias estando en funciones, sino que llevará la rúbrica del Rey y del presidente del Congreso, el socialista Patxi López.
Si no hay mayoría absoluta, el pleno debe empezar el día 29
Pero aunque el día 2 de mayo sea el último en que se pueda reunir el Congreso, no implica que hasta ese mismo día haya tiempo para negociar una investidura, pues antes de la sesión plenaria hay que cumplir unos trámites.
Ese día sólo puede prosperar una investidura con apoyo de la mayoría absoluta de la Cámara (un mínimo de 176 votos), porque contando con mayoría simple únicamente se consigue sacar adelante un nuevo gobierno en segunda votación, lo que implica que 48 horas antes, el sábado 30 de abril se debe haber producido la primera.
Además, un debate de investidura no se celebra en un par de horas, por lo que la sesión plenaria habría de empezar un día antes, al menos el viernes 29 de abril. Y un Pleno no se convoca con una hora de antelación, sino que al menos hay que reservar un día para que los diputados se aseguren que pueden viajar a Madrid, lo que supone que la convocatoria formal se debería cursar el jueves.
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El rey necesita tiempo para consultar y proponer
Y para organizar una nueva Sesión de Investidura, es necesario que haya un candidato designado por el jefe del Estado una vez evacuadas consultas con las distintas fuerzas parlamentarias, por lo que Zarzuela deberá tener despejado el panorama político al menos un día antes, entre el martes 26 y el miércoles 27 de abril. Esa designación ha de publicarse en el BOE.
Esos plazos están calculados apurando al máximo los mecanismos parlamentarios y pasando por alto los costes extra que supone que el 2 de mayo el festivo en la Comunidad de Madrid y que el 30 de abril es sábado, por lo que si se pretende evitar estirar demasiado el calendario, en realidad los partidos políticos deberían tener clara su posición unos días antes.
Las negociaciones para una investidura que se pueda votar en el Congreso antes del 3 de mayo, fecha calculada para la disolución de las Cortes y publicación del decreto de convocatoria de nuevas elecciones, deberán estar despejadas en torno al 25 de abril para poder cumplir los trámites necesarios que permitan convocar con tiempo las sesiones plenarias, según aseguran a Europa Press fuentes parlamentarias.