El candidato crítico con la dirección logra más avales que su rival en las primarias del PSdeG

José Luis Méndez Romeu, el actual portavoz de los socialistas gallegos en el Parlamento autonómico, ha ganado este viernes la primera batalla de las primarias del PSdeG en las que se elegirá el candidato a las elecciones a la Xunta de Galicia que se celebrarán en otoño: según datos provisionales del recuento ha logrado 2.539 avales válidos por los 2.216 de su máximo rival, Xoaquín Fernández Leiceaga. Una ventaja, por tanto, de 323 avales.

Por otra parte, y como se esperaba, la recogida de avales ha confimado que la batalla es cosa de dos. Tanto Méndez Romeu como Leiceaga han superado con creces la barrera de 1.010 firmas necesarias para competir en el proceso, el 10% de la militancia. Y fuera de la competición ha quedado definitivamente Gonzalo Caballero, exconcejal del Ayuntamiento de Vigo, que no logró reunir los apoyos necesarios.

Los candidatos se proclamarán definitivamente el próximo jueves, cuando concluyan todos los plazos previstos para las posibles reclamaciones. Después, del 20 y el 27 de mayo, ambos tendrán plazo para hacer campaña entre sus bases y las de la organización juvenil, Xuventudes Socialistas de Galicia (XSG), cuyos miembros no han podido avalar a ningún precandidato pero sí pueden participar en la votación final.

Así las cosas, el socialismo gallego eligirá el 28 de mayo a su cabeza de lista que tomará las riendas de la candidatura del PSdeG en un momento delicado: la federación está pilotada por una gestora tras la dimisión del anterior secretario general y, a nivel electoral y toda vez que la victoria del PP se da por segura, el principal reto del partido es no verse superado por las Mareas participadas por Podemos y otras fuerzas de izquierda.

Ya al comienzo del proceso de recogida de avales, fuentes del partido consultadas por infoLibre aseguraron que estas serán unas "primarias de verdad" y que no habría "ni pactos ni confluencias", sino "disputa real".

Victoria del candidato crítico

Méndez Romeu ha sido concejal en A Coruña, secretario de Estado de Cooperación Territorial, consejero del presidente socialista de la Xunta Emilio Pérez Touriño y diputado autonómico. Representa a los sectores contrarios al anterior secretario general de la federación gallega, José Ramón Gómez Besteiro, que primero renunció a ser candidato a la Xunta y después dimitió tras ser imputado en una segunda causa judicial.

Leiceaga, por su parte, militó en el BNG antes de pasar a filas socialistas, donde ha sido diputado autonómico desde 2005. Llegó a ocupar la Portavocía del partido en la Cámara gallega, hasta que Pachi Vázquez ascendió a la Secretaría General del PSdeG y lo destituyó. Besteiro, sucesor de Vázquez, tendió de nuevo puentes con él. También mantiene buenas relaciones con Pilar Cancela, designada por Ferraz para pilotar la gestora del PSdeG.

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Eso explica que Leiceaga sea el candidato de la dirección federal, de Pedro Sánchez y su equipo. Su candidatura, de hecho, se lanzó tras una reunión en Ferraz a la que asistió el dimitido Gómez Besteiro, que era uno de los barones más próximos a Sánchez y que mantiene una fluida relación con él.

Cargos del partido próximos a él creen que Leiceaga puede representar en mayor medida cierta "renovación" de la federación de cara a la próxima cita con las urnas, mientras que Méndez Romeu es del agrado de dirigentes que llevan "mucho tiempo" en las filas del partido. Su entorno también sostiene que es más partidario de "mirar hacia la izquierda" y tender puentes con las Mareas para desalojar al PP del poder si es necesario, mientras que acusan a Méndez Romeu de querer "virar hacia el centro"

Los próximos a Méndez Romeu, por su parte, niegan que sea el candidato de la vieja guardia. Alaban las capacidades de Leiceaga –"es un buen diputado", comentan–, pero son críticos con él por ser un candidato que a su juicio viene de la mano de la dirección federal del PSOE, de la anterior dirección del PSdeG y de la gestora. Además, destacan la "seriedad" y "solvencia" de Méndez Romeu. Es, aseguran, un "gran orador" y un candidato "garantía de que no se van a hacer tonterías" en campaña.