La primera batalla interna del PSOE se decide en las primarias de Galicia

La primera batalla por el poder interno en el PSOE está a punto de librarse. La federación gallega, dirigida por una gestora tras la dimisión en marzo de su secretario general –José Ramón Gómez Besteiro, imputado por una decena de delitos– y sin candidato a pocos meses de las elecciones autonómicas previstas para otoño, celebra primarias a finales de mayo. Los precandidatos son Xoaquín Fernández Leiceaga, exportavoz del PSdeG en el Parlamento gallego; y José Luis Méndez Romeu, actual portavoz de los socialistas en la Cámara autonómica.

Fuentes de la dirección del partido consultadas por infoLibre aseguran que estas serán unas "primarias de verdad". "Nada de confluencias ni pactos entre ambos: aquí va a haber disputa real", pronostican. También ha dado un paso adelante Gonzalo Caballero, un exconcejal del Ayuntamiento de Vigo que ya intentó en 2009 hacerse con la Secretaría General del PSdeG. Entonces ni siquiera logró los avales suficientes para competir en el proceso. Ahora tampoco parece capaz de reunir los apoyos necesarios para entrar en liza. La disputa será previsiblemente cosa de dos.

Fernández Leiceaga fue el primero en dar el paso. Profesor de Economía aplicada de 55 años, inició su carrera en el BNG antes de pasar a filas socialistas. Ya bajo sus actuales siglas fue diputado en el Parlamento de Galicia entre 2005 y 2012. De 2009 a 2010 fue, además, portavoz del PSdeG en la Cámara. Después Pachi Vázquez ascendió a la Secretaría General del partido y lo destituyó. Su sucesor, Besteiro, tendió de nuevo puentes con él y sondeó la posibilidad de que fuera candidato a la Alcaldía de Santiago de Compostela.

Este jueves formalizó su precandidatura Méndez Romeu (A Coruña, 1951). "Me presento después de escuchar a numerosos afiliados y ciudadanos, cargos públicos e institucionales. Unidad interna frente a la resignación", manifestó en Twitter. Méndez fue durante más de 15 años concejal en A Coruña. Tras un breve paso por la Secretaría de Estado de Cooperación Territorial (2004-2005), regresó a Galicia como consejero del presidente socialista Touriño (2005-2009). Desde entonces es diputado autonómico. Desde 2013, portavoz del PSdeG en el Parlamento gallego.

Apoyos en el partido

¿Pero, cuál es la diferencia entre ambos? A nivel orgánico Leiceaga es el candidato de la dirección federal, de Pedro Sánchez y su equipo. Su candidatura se lanzó tras una reunión en Ferraz a la que asistió el dimitido Gómez Besteiro, que era uno de los barones más próximos a Sánchez y que mantiene una relación fluida con él y con Pilar Cancela, la dirigente que pilota la gestora del PSdeG. Cancela dijo de Leiceaga que tiene un "perfil fantástico" y que su candidatura es "excelente". El precandidato cuenta asimismo con el favor de Besteiro y reunirá apoyos, especialmente, en Lugo y A Coruña. 

Méndez Romeu, por contra, representa a quienes se opusieron a Gómez Besteiro. Previsiblemente su mayor granero de votos estará en Ourense y en un sector en A Coruña próximo a Abel Caballero, alcalde de Vigo y presidente de la FEMP. Actualmente Caballero es el mayor referente a nivel orgánico e institucional de los socialistas gallegos, y ya ha sugerido en público su apoyo a Méndez que, al igual que Leiceaga, está convencido de que tiene buenas opciones de hacerse con la victoria. En su presentación como aspirante estuvo arropado por dirigentes como el exalcalde de Lugo José López Orozco y la exdiputada Laura Seara.

Una cuestión generacional

Cargos del partido sostienen que, de fondo, hay también una cuestión "casi generacional" que explica el antagonismo entre ambos. Consideran que Leiceaga representa en mayor medida cierta "renovación" del partido, mientras que Méndez es del agrado de cargos que llevan "mucho tiempo". Cargos próximos a Leiceaga coinciden en la existencia de esa "diferencia generacional". "El debate es si tiene que haber renovación o no, y con los resultados de los últimos tiempos tenemos que ofrecer algo distinto".

En el entorno del precandidato se apela a la "unidad", pero se desliza que las "sensibilidades políticas" de los aspirantes son distintas. Leiceaga defiende, según estas fuentes, "mirar hacia la izquierda" para recuperar votantes perdidos. Esas mismas voces acusan a Méndez Romeu de ser partidario de virar "hacia el centro". "Necesitamos cambio y recuperar la hegemonía de izquierda", añaden.

Fuentes próximas a Méndez, por su parte, niegan que éste sea exclusivamente el representante de la "vieja guardia" del partido. Entre sus virtudes destacan su "solvencia" y "seguridad" –"es la garantía de que no se van a hacer tonterías", afirma un dirigente–, y también dicen de él que es un "gran orador" que puede poner en aprietos en los debates al candidato del PP, Núñez Feijóo, porque "controla los temas y además tiene chispa".

En el sector del precandidato Méndez no hay malas palabras hacia Leiceaga por su trayectoria: "Es un diputado con buena cabeza y está bien visto en el partido", comenta una fuente. Pero sí por cómo se ha gestado su candidatura: "Xoaquín [Fernández Leiceaga] viene de la mano de Besteiro, Cancela y de [Pedro] Sánchez, y aquí la gente quiere otra cosa", añaden estas mismas voces.

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Tres semanas decisivas

Los precandidatos disponen ahora de menos de una semana para terminar de reunir los 1.010 avales que necesitan para convertirse en aspirantes en firme a la candidatura. Esa cifra representa el 10% de la militancia del PSdeG. El plazo concluye el 13 de mayo y en el partido dan por hecho de que tanto Leiceaga como Méndez Romeu pasarán el corte sin problemas. Después se abren plazos para la verificación y los recursos, y los candidatos se proclamarán definitivamente el 19 de mayo.

Si ambos pasan a la siguiente fase, dispondrán de ocho días –del 20 al 27 de mayo– para hacer campaña entre sus bases. También entre las de la organización juvenil, Juventudes Socialistas de Galicia (XSG), cuyos miembros no pueden avalar a ningún precandidato pero sí participar en la votación, que tendrá lugar el 28 de mayo. Un día después quedará proclamado el candidato del PSdeG a las elecciones gallegas de otoño, en las que el partido –toda vez que la victoria del PP se da por segura– tiene como principal reto no verse arrastrado a la tercera posición por las Mareas, las listas participadas por Podemos.