La única vez que le vi de cerca fue en el Congreso hace ya cinco años, exactamente después de que se le reprobara por su actuación en el accidente del Yak-42 en el que hace diez años perdieron la vida 62 militares españoles.
Al salir de la Comisión (por cierto, usted ha sido el único ministro de la democracia española reprobado) pude acercarme a y preguntarle:
–¿Por qué? ¿Por qué ni un solo forense español para nuestros militares?
Y usted, con la arrogancia que siempre le caracterizó, me contestó:
–¿Es usted la única española que no sabe que no hay forenses militares?
Me dejó tan helada la respuesta que no fui capaz de responderle… Hoy, diez años después, ya no tengo nada que decirle, aunque no deja de sorprenderme que sea embajador en el Reino Unido, nada más y nada menos que representando a España.
"Sin mérito alguno"
Pero ha llegado a ese puesto como ha debido de llegar a cualquier cargo de los que ha venido ocupando últimamente… sin mérito alguno.
Le imagino conspirando cual Maquiavelo…Tan amante de Shakespeare como es usted que hasta se atrevió a escribir en el número dedicado al accidente por la Revista Española de Defensa un acróstico culpando al Estado Mayor de la Defensa del terrible accidente en el que murió mi hermano, entonces comandante, y sus 61 compañeros.
Cuando escribo estas letras recuerdo a su compañero de tropelías, el tal Ugarte, [Javier Jiménez-Ugarte] entonces secretario general de Política de Defensa, ahora embajador de España en Suecia, donde espero esté aprendiendo el verdadero significado de “Democracia”.
Mientras usted se dedicaba a mentir sobre las causas y también sobre las identificaciones, el tal Ugarte no tenía ningún pudor en llamarme loca (me llegó a dar una tarjeta de un amigo suyo psiquiatra que conservo como un trofeo) e incluso llegó a mandar a mi madre una extensa carta con su currículum para recordarle con quién estaba hablando…
¿Alguien podía imaginarles como embajadores de España, dando lecciones de honor a la hermana y a la madre de un militar muerto?
Eso es lo que hay… Recompensas a los que ultrajaron con su comportamiento esa palabra que tanto les gusta, “patria”, y dolor para quienes durante estos años sólo hemos pedido verdad y justicia.
"Mentiras y trabas"
Podría recordarles la cantidad de mentiras y trabas que hemos vivido en estos diez años. Pero tanto yo como todas las familias tenemos algo que usted y Ugarte y otros perdieron, si es que la tuvieron alguna vez: dignidad. ¿Cómo habrán podido jurar sus cargos en el nombre de España si ni siquiera fueron capaces de dar un paso al frente en honor a la verdad tras el accidente del Yak-42?
Reconozco que durante algún tiempo he sentido desprecio hacia el Ejército y la bandera, pero no hace mucho mi hija de diez años vio pasar varios camiones de soldados que llevaban colgada una bandera española…Y me dijo:
– "¡Cuántos Patorros (así llamábamos a mi hermano) mamá!"Patorros.
Y así es como no hace mucho me he dado cuenta de que he de respetar la Patria por la que ellos dieron su vida y la bandera que les abrazó hasta llegar a casa.
"Iremos a Estrasburgo"
Hemos demostrado que el Yak nunca debió volar; hemos demostrado que los 30 cuerpos que tenían que identificar los médicos españoles ni siquiera fueron identificados; hemos desenterrado a los que hemos podido pues algunos habían sido incinerados de forma errónea (las familias creían que eran los suyos); hemos conseguido que se culpara a un general y dos médicos por ello. Iremos hasta Estrasburgo para conseguir un juicio contra la cadena de mando que permitió la contratación del Yak. Y hasta Berlín para exigir a la compañía Chapman que cumpla la sentencia del Tribunal Superior de Aragón que la condena por contratación irregular.
Es verdad que usted y Ugarte son ahora embajadores de mi país. Es verdad que de los tres médicos condenados por falsificación de identificaciones uno ha muerto y los otros han sido indultados por el Gobierno de Rajoy. Es verdad que en España se nos han cerrado todas las puertas para seguir pleiteando…
Pero se abren otras, como la cariñosa herencia de Fatma, que deja a las familias el monte donde se estrelló el Yak…
Y lo cierto es que Turquía nos ha dado más lecciones de humanidad y patriotismo que la propia España. Y, por supuesto, que usted.
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* Curra Ripollés es hermana del comandante José Manuel Ripollés, fallecido el 26 de mayo de 2003 en el accidente del Yak-42
La única vez que le vi de cerca fue en el Congreso hace ya cinco años, exactamente después de que se le reprobara por su actuación en el accidente del Yak-42 en el que hace diez años perdieron la vida 62 militares españoles.