El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha garantizado este miércoles que no ha interferido ni interferirá "nunca" en una investigación judicial, por lo que ha manifestado que "quien diga lo contrario, miente, miente intencionadamente", ha informado Europa Press.
"Este ministro jamás ha interferido ni interferirá nunca en una investigación judicial, y quien diga lo contrario, miente, miente intencionadamente, miente con mala fe y miente con una saña, un rencor y una crueldad injustificable en ningún ámbito de la vida, ni siquiera en el de la política", ha dicho Catalá durante su comparecencia ante la Comisión de Justicia del Congreso.
Además, ha subrayado que "en ningún momento, jamás, se ha intentado paralizar ninguna investigación en relación a la operación Lezo, por lo que "todas las medidas solicitadas por los fiscales del caso fueron practicadas", ya fueran registros o detenciones.
Es más, ha recordado que la investigación se encuentra bajo secreto de sumario y, por lo tanto, ha afirmado que sabe "exactamente lo mismo" que los diputados de la comisión y que "cualquier ciudadano". Y dado que el Ministerio Fiscal tiene "autonomía funcional", ha querido dejar claro que el Gobierno "no dispone, pues es metafísicamente imposible que pueda tenerla, de información distinta a la que la Fiscalía haya dado a conocer públicamente".
Sobre la polémica con respecto al fiscal encargado de la operación Lezo, Carlos Yáñez, Catalá ha garantizado que "jamás se ha cesado ni se le ha apartado de la investigación". "Es más, fue el propio fiscal jefe –Manuel Moix– quien solicitó la renovación de su plaza en comisión de servicios en la Fiscalía Anticorrupción, renovación que fue aprobada por la Fiscalía General del Estado", ha explicado.
Por esto, el ministro se ha preguntado "a quién le interesa alimentar los bulos y las falsedades que se lanzaron en su día sobre este tema", y ha afirmado que "nada hay más insidioso e injusto que lanzar acusaciones precipitadas sin tener pruebas".
De este modo, el titular de Justicia ha cerrado filas en torno a Moix, como también ha hecho el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, remarcando que "la Fiscalía Anticorrupción, con su fiscal jefe al frente, ha actuado siempre en el más estricto cumplimiento de su estatuto orgánico, sin salirse ni un milímetro del cauce que dicho estatuto establece para dirimir controversias jurídicas".
Según ha subrayado Catalá, la Fiscalía "no admite ningún tipo de injerencias ni se deja intimidar por nada ni por nadie, vengan las presiones de donde vengan, incluido el estímulo de concentraciones a las puertas de los tribunales no se sabe bien, o sí, con qué intenciones".
"No hay quien diga a un fiscal lo que tiene que hacer"
Por eso, ha asegurado que cree "firmemente en la autonomía del Ministerio Fiscal" y en el papel que la Constitución "le atribuye como garante del interés general y de los derechos de los ciudadanos". "No hay quien levante un teléfono para decirle a un fiscal lo que tiene que hacer", ha añadido.
El ministro ha insistido varias veces en este asunto, haciendo hincapié en que en España la Fiscalía es "cien por cien autónoma y libre para resolver lo que considere en derecho" y que el Gobierno "no puede" dar a los fiscales "ninguna instrucción, sencillamente porque no hay ni una sola norma que lo permita".
"Y precisamente porque no puede, este Gobierno no ha dado jamás órdenes, ni instrucciones, ni recomendaciones, ni consignas, ni impuesto exigencias de ninguna clase al Ministerio Fiscal", ha remarcado, para añadir que así lo han puesto de manifiesto tanto el fiscal general del Estado como fiscales superiores de comunidades autónomas, las asociaciones de fiscales o "el Consejo Fiscal en pleno".
Para el ministro de Justicia, España tiene "una de las Fiscalías más competentes, más comprometidas, más eficaces y más autónomas del mundo", y el Estado de Derecho "se sostiene sobre ese trabajo", algo sobre lo que ha dicho sentirse "muy orgulloso".
Cambiar ruido por diálogo
Así pues, Catalá ha propuesto a los partidos políticos "cambiar el ruido por el diálogo", ya que considera que esta es una "buena oportunidad para mejorar todas esas cosas que pueden mejorarse" en el modelo fiscal español. "Sentémonos con los colectivos, con los grupos parlamentarios y con el conjunto de la comunidad judicial y busquemos cuál podría ser ese modelo", ha sugerido.
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Pero ha advertido de que los partidos son los primeros que tienen que "defender las instituciones" y exigirse a sí mismos "responsabilidad". A su juicio, "en democracia, la política no se puede utilizar para debilitar y desprestigiar las instituciones y a quienes las representan, sino para mejorar su funcionamiento y los servicios públicos que prestan".
Catalá ha asegurado que al Gobierno de Mariano Rajoy, "como a todos los españoles", le "indigna" y le "repugna" la corrupción porque "es enorme el daño que hace a la democracia, a la confianza ciudadana en sus instituciones y a la imagen del país".
"Por eso decidimos declarar la guerra sin cuartel a la corrupción y para combatirla hemos desarrollado la batería de medidas más potentes de cuantas se han articulado en España en toda nuestra democracia", ha aseverado.
El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha garantizado este miércoles que no ha interferido ni interferirá "nunca" en una investigación judicial, por lo que ha manifestado que "quien diga lo contrario, miente, miente intencionadamente", ha informado Europa Press.