"En primer lugar quisiera manifestar el pesar que tengo por haber enturbiado las fiestas del Carnaval". Son las palabras que eligió Manuela Carmena este lunes para disculparse por el "lamentabilísimo episodio de los títeres". Aunque la alcaldesa de Madrid habló en primera persona, en la diana figura también otro nombre, el de Celia Mayer, concejal de Cultura. Su dimisión la han pedido los otros tres partidos con representación en el Ayuntamiento: PP, PSOE y Ciudadanos. Y, de hecho, la propia Carmena no descartó su marcha: "Mayer cuenta con mi apoyo, pero hay que ver si ella quiere seguir y si es lo mejor que siga en este equipo".
Antes de la rueda de prensa, Celia Mayer tuvo una reunión con Carmena en la que puso su cargo a disposición de la alcaldesa, según indicaron a infoLibre fuentes del equipo de gobierno municipal. La regidora prefirió no aceptar en ese momento la dimisión, aunque en su comparecencia pública dejó la puerta abierta a una futura salida de Mayer.
Según explicó Carmena, el Ayuntamiento "no tenía conocimiento" del contenido de la obra y fue el que interrumpió el espectáculo cuando comprobó que era "inaceptable e inadecuado para los niños". "Fue la Policía Municipal la que intervino y los detuvo", añadió. Por su parte, la empresa pública Madrid Destino –organizadora del evento y dirigida por Celia Mayer– interpuso después una denuncia contra los titiriteros, porque se les había pedido una obra para todos los públicos, y canceló el contrato con los dos programadores que han diseñado el Carnaval de este año.
Discrepancias en Ahora Madrid
La decisión del juez Ismael Moreno de encarcelar a los dos titiriteros por un supuesto delito de enaltecimiento del terrorismo desató una tormenta interna en el Gobierno madrileño. No por el hecho de considerar desmedida la decisión judicial, algo en lo que existe unanimidad en Ahora Madrid, sino por el hecho de que Madrid Destino presentase la denuncia contra los titiriteros y también por la supuesta falta de contundencia de Carmena a la hora de exigir su puesta en libertad.
Ahora Madrid difundió un comunicado el sábado destacando que "el Ayuntamiento en ningún momento ha vinculado lo ocurrido con posibles delitos de enaltecimiento del terrorismo. La denuncia interpuesta por Madrid Destino, y todas las declaraciones oficiales hasta el momento, se refieren exclusivamente a la posibilidad de que se cometieran actos 'ofensivos o lesivos para la sensibilidad' del público, especialmente el infantil, durante la obra". Además, defendió la libertad de expresión y la crítica social a través de la sátira y mostró su preocupación por que ésta pueda ser entendida como un delito de enaltecimiento del terrorismo.
El domingo, cinco concejales de Ahora Madrid firmaron una carta en el diario Público, en la que se pide al Ayuntamiento que actúe "de forma activa para conseguir la liberación de los dos titiriteros", en prisión provisional sin fianza. Los firmantes fueron Mauricio Valiente, Carlos Sánchez Mato, Montserrat Galcerán, Pablo Carmona y Rommy Arce. De esta forma, hacían públicas las discrepancias dentro del Gobierno municipal.
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Unas horas después, en la madrugada del lunes, Mayer anunció que había pedido a los servicios jurídicos de Madrid Destino que estudiasen la retirada de la denuncia. La obra, aunque "inaceptable para el público infantil, no puede justificar bajo ningún concepto la utilización interesada que se está haciendo del caso ni la desproporción de los cargos que se les imputan", motivo por el que pidió que se ponga en libertad a los titiriteros.
Esta decisión de Mayer originó otro foco de conflicto, ya que la adoptó sin consultarla previamente con la alcaldesa. De hecho, en la rueda de prensa, Carmena desautorizó a su concejal y dijo que la demanda se mantenía.
"Es incomprensible que Mayer anuncie que retira la demanda sin consultar antes al equipo de gobierno y también que cinco concejales difundan una carta en vez de intentar solucionar el tema internamente. Y más cuando sabes que el Gobierno de Carmena es el gran objetivo a batir por la derecha política y mediática", resume un cargo de Podemos, preocupado por el daño que este episodio puede hacer a la credibilidad del Gobierno madrileño.
"En primer lugar quisiera manifestar el pesar que tengo por haber enturbiado las fiestas del Carnaval". Son las palabras que eligió Manuela Carmena este lunes para disculparse por el "lamentabilísimo episodio de los títeres". Aunque la alcaldesa de Madrid habló en primera persona, en la diana figura también otro nombre, el de Celia Mayer, concejal de Cultura. Su dimisión la han pedido los otros tres partidos con representación en el Ayuntamiento: PP, PSOE y Ciudadanos. Y, de hecho, la propia Carmena no descartó su marcha: "Mayer cuenta con mi apoyo, pero hay que ver si ella quiere seguir y si es lo mejor que siga en este equipo".