La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, celebró este martes su segundo Dos de mayo, fiesta de la región, en el cargo. Una festividad marcada por la operación Lezo, que hace un par de semanas hizo temblar los cimientos del PP madrileño después de que el expresidente de la Comunidad Ignacio González fuese encarcelado. Y después de que Esperanza Aguirre diese un paso atrás y renunciase a la portavocía en el Ayuntamiento de Madrid y a su acta de concejal por responsabilidad política: la de que sus dos hombres de máxima confianza estén en prisión.
En este contexto, Cifuentes trazó un discurso muy centrado en la regeneración política y en el fin de etapa: “El tiempo de los corruptos ha llegado a su fin en la Comunidad de Madrid”, dijo. Cifuentes calificó de “días convulsos” los de las últimas semanas.
“Están pasando muchas cosas, que nos avergüenzan, que todos condenamos, y a las que debemos hacer frente, apelando a esos valores que encarnan los premiados [en la jornada festiva]", sostuvo. “Porque la honestidad, el compromiso, el talento y el esfuerzo son el más eficaz antídoto frente a las conductas que vulneran la ley, y frente a las dificultades de cada día”, dijo la presidenta regional.
En su intervención, Cifuentes reafirmó su compromiso con la regeneración: “Porque el compromiso ético y la defensa de la legalidad nos concierne a todos, por encima de siglas e ideologías”. Porque la corrupción, dijo, afecta a “numerosos partidos e instituciones en una u otra medida y, por tanto, todos debemos ser implacables con ella”.
Llamadas a la unidad
Cifuentes sostuvo que “frente a los enemigos del siglo XXI, sigue siendo necesaria, por encima de todo, la unidad de la que hicieron gala los madrileños del siglo XIX”, en referencia al levantamiento del Dos de mayo protagonizado en 1808 por ciudadanos de Madrid frente a la invasión napoleónica.
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En este sentido, reclamó unidad para luchar contra el paro, la “lacra” de la violencia de género, el “terrorismo global”, para “garantizar la unidad de la nación, para acabar con la corrupción y para evitar los equilibrios sociales.
El acto no contó con la presencia institucional de Podemos, que celebrará esta tarde la fiesta de la Comunidad de Madrid en las inmediaciones del Museo Reina Sofía.
Si el año pasado, la representación del Gobierno estuvo encabezada por el propio Mariano Rajoy, este año lo hicieron la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y el portavoz y ministro de Educación y Cultura, Íñigo Méndez de Vigo. Por parte del PP acudió el vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado. El dirigente conservador ya ha sido puesto por sus compañeros en las quinielas a candidato al Ayuntamiento de Madrid en 2019.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, celebró este martes su segundo Dos de mayo, fiesta de la región, en el cargo. Una festividad marcada por la operación Lezo, que hace un par de semanas hizo temblar los cimientos del PP madrileño después de que el expresidente de la Comunidad Ignacio González fuese encarcelado. Y después de que Esperanza Aguirre diese un paso atrás y renunciase a la portavocía en el Ayuntamiento de Madrid y a su acta de concejal por responsabilidad política: la de que sus dos hombres de máxima confianza estén en prisión.