4,89. Suspenso alto, pero suspenso.
Es la última nota que los españoles dieron a la monarquía a través del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Pero fue hace casi año y medio, en octubre de 2011. Por aquella época, ni había estallado el caso Nóoscaso Nóos. Ni Iñaki Urdangarin había sido imputado. Ni el rey se había marchado de safari a Botsuana. Ni se hablaba una palabra de Corinna zu Sayn-Wittgenstein. Ni se conocía el sueldo del monarca (292.752 euros brutos anuales), ni el de su hijo (justo la mitad, 146.376 euros). Ni se había difundido la millonaria herencia de Juan de Borbón a sus tres hijos. Ni habían trascendido los mails de Diego Torres que apuntaban hacia la Zarzuela. Ni había sido imputada, claro, la infanta Cristina.
Nunca antes la Corona había sufrido un terremoto interno tan profundo. Y, sin embargo, el CIS no ha preguntado por ello en todo este tiempo. No hay una sola pregunta sobre el caso Nóos, ni siquiera se puede comprobar si la calificación del monarca, como sí indican los sondeos de institutos demoscópicos privados, se ha desplomado. Ni se sabe si queda a salvo del incendio el príncipe Felipe. O si ha aumentado el apoyo a la república, régimen que mañana domingo, 14 de abril, cumple otra fecha simbólica.
La última referencia en los registros del CIS es, pues, la de octubre de 2011, apenas un mes antes de las elecciones generales que dieron la mayoría absoluta al PP. Desde entonces, y como venía siendo habitual, el organismo público –dependiente del Ministerio de la Presidencia– ha preguntado por cuestiones de actualidad: apoyo a las dos huelgas generales, preferencias sobre la organización territorial del Estado, el sentimiento de orgullo de la Transición y la satisfacción con la Carta Magna, las expectativas económicas, el conocimiento de la Ley de Transparencia... y temas más atemporales como el uso de Internet, el consumo de los medios de comunicación o la percepción del sistema educativo.
Total cautela en el organismo
Pero nada sobre Juan Carlos o su familia, justo en su momento más crítico. Sociólogos consultados por infoLibre se reconocen extrañados por el silencio, si bien admiten que a veces hay "omisiones" en los barómetros oficiales. En el CIS, no obstante, no quieren pronunciarse ni adelantar si van a retornar las preguntas sobre la Corona. "Hablamos a través de las encuestas, y nunca decimos qué preguntas entrarán en el siguiente barómetro", aseguraron fuentes del organismo a este diario. La prevención es total: tampoco se contesta si se considera o no relevante inquirir sobre la monarquía en estos tiempos. Los portavoces del centro se remiten a la obligada "neutralidad".
Antes de octubre de 2011, las preguntas sobre la monarquía no aparecían en todos los barómetros, ni tenían una periodicidad fija, pero sí existía cierta regularidad. Esa serie histórica es la que permite testar que la institución ha sufrido un lento pero progresivo desgaste. Del 7,46 de puntuación media en marzo de 1994 al 4,89 de octubre de 2011. La caída se visualiza en esos 17 años: 7,48 en diciembre de 1995; 6,68 en noviembre de 1996; 6,67 en diciembre de 1996; 6,86 de diciembre de 1998; el 6,22 de 2003; el 5,19 de octubre de 2006; el 5,54 de noviembre de 2008 y el 5,36 de noviembre de 2010.
32 puntos de caída en tres meses
A falta de sondeos oficiales, hay que recurrir a los estudios de institutos privados. El más reciente es de Metroscopia de marzo de 2013, publicado por El País, anterior en todo caso a la imputación de Cristina. El mes pasado, le aprobaba un 42%, frente a un 53% que le suspendía. El saldo –la diferencia entre los que le salvan y los que le condenan– era de -11. En diciembre, era de +21, de forma que en apenas tres meses ha caído 32 puntos. Los más distantes, los votantes del PSOE (le dan un -22 de nota), mientras que los del PP aún le dan el aprobado (+34). Su calificación se hundía especialmente entre los jóvenes (-41 entre los menores de 34 años).
El Gobierno achaca a “criterios técnicos” que el CIS no pregunte sobre la Casa Real
El príncipe Felipe, en cambio, según este sondeo, sí goza de una valoración positiva
: le apoya un 61% y le rechaza un 33%. Saldo: +28 (un +2 entre los de menos de 34 años).
El suspenso parece claro, aunque la Zarzuela se encargó de señalar en los últimos meses, antes de que se enredara más aún el caso Nóos, que la percepción respecto al rey había mejorado en sus encuestas internas, que jamás enseñó. Pero para el CIS, esa caída por debajo del 5 de octubre de 2011 fue la primera y, por ahora, la última.
4,89. Suspenso alto, pero suspenso.