Coser la España federal y rebajar tensiones en Cataluña, retos de Iceta como ministro de Política Territorial

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Hace unas semanas, el primer secretario del PSC bromeaba en una entrevista con el hecho de ser el favorito en todas las quinielas para entrar en el Consejo de Ministros una vez Salvador Illa renunciase al cargo de ministro de Sanidad para centrarse en su tarea de candidato de los socialistas catalanes a la Generalitat. La operación diseñada por Pedro Sánchez ha pasado por ubicar a Carolina Darias en la vacante que deja el ministro y sentar a Miquel Iceta en el Consejo de Ministros como titular de Política Territorial. Iceta, respondía apuntando a que él no se lo creía hasta que lo viese publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Bromas aparte, advertía de que si llegaba al Consejo de Ministros lo iba a hacer con toda su mochila política, convencido de que España es nación de naciones y de sus postulados federalistas.

"Tengo obra escrita al respecto. Así como en algunos temas uno puede ir modificando mucho, pero yo en un año tan cercano como el 2017 hice un libro que se llamaTercera vía. Puentes para el acuerdo, que para mí sigue teniendo plena vigencia. Por lo tanto, yo no voy a cambiar mis ideas para acceder a un ministerio, no entra en mis planes hacer este tipo de virajes que en algún caso se han visto", añadía al respecto en una entrevista con la agencia Efe.

"Miquel es un federalista convencido y esto nada tiene que ver con el procés. El PSC lleva años defendiendo lo mismo y él es un claro exponente", explica un dirigente socialista que le conoce muy bien en conversación con infoLibre. "Si el presidente Sánchez le escoge para que se siente en la mesa del Consejo de Ministros sabe perfectamente qué va a defender y por qué va a apostar. No es sólo un gran conocedor de la política catalana, también de todas las estructuras del Estado. Está llamado a dar un impulso federal a la legislatura", subraya la misma fuente.

Mesa Gobierno-Govern, financiación... un perfil para un "tiempo nuevo"

Hay mucha letra pequeña en los desempeños del día a día de los titulares de la cartera de Política Territorial. Pero todos los dirigentes socialistas consultados coinciden en que Sánchez quiere que Iceta sea la persona del Gobierno en la que descanse gran parte de la estrategia de "costura de la fractura entre el Gobierno central y el Gobierno autonómico". Y esto pasa, por ejemplo, por que su voz sea escuchada en todo lo que tiene que ver con la mesa de diálogo Gobierno-Govern y en el momento en el que se aborde la reforma del sistema de financiación autonómica.

La semana pasada, el jefe del Ejecutivo se mostró a favor de que los catalanes voten el 14F. A su juicio, urge que esta comunidad tenga un Govern con "plenas facultades cuanto antes". Y este mismo fin de semana, ante el Comité Federal celebrado en Barcelona insistió en que es importante que Cataluña "cierre cuanto antes un ciclo estéril, una década fracasada y abra paso a un tiempo nuevo". Iceta sería un hombre clave para marcar este "tiempo nuevo" desde la Moncloa.

"Abordaremos el conflicto político catalán, impulsando la vía política a través del diálogo, la negociación y el acuerdo entre las partes que permita superar la situación actual", reza el punto 9.2 del acuerdo del Gobierno de coalición. "Una vez consolidada la campaña de vacunación y puestos los cimientos de la recuperación, el programa de gobierno tiene que seguir su curso", defienden desde la Moncloa.

"Iceta ha demostrado mucha cintura a lo largo de su trayectoria política en Cataluña, ha sido capaz de ejercer de interlocutor entre posiciones políticas muy distanciadas", resume una de sus compañeras.

"La respuesta es federal"

El impulso federal que Sánchez pretende dar al segundo tramo de su legislatura enlaza con el programa con el que los socialistas catalanes concurren a las urnas y con las declaraciones de Granada y de Barcelona. El PSC considera que "la respuesta es federal". "Alcanzar una rápida recuperación económica y la reconstrucción de nuestros servicios públicos y la cohesión social son los objetivos, y el federalismo como forma de gobernarnos a todos los niveles es la manera de hacerlos realidad", puede leerse en las apuestas para el 14F.

Este principio se concreta en tres acciones: profundizar en el autogobierno y en las relaciones entre instituciones españolas, "a través de la mesa de diálogo entre los gobiernos de Catalunya y de España", la promoción de una reforma constitucional "para convertir España en un Estado federal, democrático y social" y la "negociación" de un nuevo modelo de financiación "para compartir de forma justa y equitativa los ingresos tributarios que se generan en el conjunto de España".

La pretensión del bloque independentista es que la mesa de diálogo entre ambas instituciones sea convocada una vez se constituya el nuevo Ejecutivo salido de las urnas el 14F.

En el plano de la financiación autonómica, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha señalado recientemente que si bien es un "compromiso firme del Gobierno", cuestiones como la pandemia y el temporal Filomena han hecho que esta vaya a ir un poco "ajustada en el tiempo". No obstante, señalan en su departamento, habrá algunas cuestiones que empiecen a abordarse a lo largo del mes de febrero.

Pero no todo gira en torno a la mesa de diálogo. En los primeros meses del año también estarán sobre la mesa del Consejo de Ministros el debate sobre los indultos a los líderes independentistas y el anteproyecto de ley de reforma del Código Penal en el que se incluirá una redefinición de los delitos de rebelión y sedición.

Hasta la fecha, Iceta ha evitado pronunciarse sobre cuál debería ser la posición del Gobierno en materia de indultos. Se ha limitado a señalas que "es evidente que hay que cerrar heridas en la sociedad catalana", tanto entre los independentistas como entre los no independentistas.

El papel del PSC

De forma paralela, en la Presidencia del Gobierno, movidos por el optimismo de los sondeos, confían en que el PSC sea clave para la gobernabilidad en Cataluña para así poner fin a diez años de "viaje a ninguna parte".

Precisamente, el hecho de que Iceta cediera el testigo a Illa descansa sobre un importante trabajo previo de estudios y sondeos internos que ubicaban al ministro de Sanidad con serias posibilidades de ponerse en las urnas por delante de los independentistas.

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Según el último sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el PSC y ERC se disputarían la victoria de las elecciones catalanaselecciones catalanas, ya que los republicanos obtendrían entre 31 y 33 escaños, y los socialistas entre 30 y 35, pero en estimación de voto ganarían los socialistas por más de tres puntos.

Pese a que en escaños la victoria estaría disputada entre PSC y ERC, los socialistas ganarían en estimación de voto: la candidatura de Illa obtendría un 23,9% de los apoyos, mientras que la del vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, se quedaría en el 20,6%.

"Cuanto más fuerte sea el PSC, más rápido se podrá avanzar hacia esa agenda del reencuentro", mantienen las fuentes consultadas.

Hace unas semanas, el primer secretario del PSC bromeaba en una entrevista con el hecho de ser el favorito en todas las quinielas para entrar en el Consejo de Ministros una vez Salvador Illa renunciase al cargo de ministro de Sanidad para centrarse en su tarea de candidato de los socialistas catalanes a la Generalitat. La operación diseñada por Pedro Sánchez ha pasado por ubicar a Carolina Darias en la vacante que deja el ministro y sentar a Miquel Iceta en el Consejo de Ministros como titular de Política Territorial. Iceta, respondía apuntando a que él no se lo creía hasta que lo viese publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Bromas aparte, advertía de que si llegaba al Consejo de Ministros lo iba a hacer con toda su mochila política, convencido de que España es nación de naciones y de sus postulados federalistas.

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