Los creadores de 'La ruleta de la suerte' evadieron impuestos a través de una trama societaria en Islas Vírgenes, Curazao, Holanda y Luxemburgo

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Enric Lloveras y Daniel Bilbao son dos de los productores audiovisuales que más éxito han tenido en España en las últimas décadas. Su programa más conocido es sin duda La ruleta de la suerte, pero también han producido otros concursos como ¿Quién quiere ser millonario? o Jeopardy. Un éxito económico que no estuvo acompañado por la misma ejemplaridad como contribuyentes: Lloveras y Bilbao mantuvieron oculto al fisco durante más de una década parte del dinero ganado. Para ello crearon a finales de los años noventa una trama societaria en Islas Vírgenes Británicas, Curazao y Holanda, trasladada a Luxemburgo en 2011. En el Gran Ducado siguen manteniendo a día de hoy tres sociedades, dos relacionadas con su productora, y otra que se dedica a realizar inversiones financieras.

“Desde el momento en que nosotros tomamos el control efectivo de nuestras sociedades, todas las decisiones corporativas han cumplido con rigor todos los preceptos legales y obligaciones tributarias. Así se refleja en las declaraciones presentadas ante las Administraciones española y de Luxemburgo desde hace diez años”, indicaron Lloveras y Bilbao en una respuesta escrita a preguntas de infoLibre. No aclaran quién tenía el “control efectivo” de sus sociedades con anterioridad.

Esos “diez años” coinciden con el momento en que trasladan a Luxemburgo parte de la estructura societaria y también con la amnistía fiscal aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy en marzo de 2012. Los productores no quisieron aclarar a este periódico si se acogieron a dicha amnistía. Lo que resulta indudable es que entre 1999 y 2011 evadieron impuestos, ya que admiten que sólo han presentado declaraciones ante Hacienda por los bienes de esas compañías en los últimos diez años.

infoLibre ha tenido acceso a la documentación sobre las tres sociedades luxemburguesas de Enric Lloveras y Daniel Bilbao en el marco de la investigación periodística denominada OpenLux, impulsada por el periódico francés Le Monde y por la organización internacional Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP). infoLibre, socio colaborador en España de OpenLux, está publicando una serie de reportajes con las informaciones más relevantes descubiertas tras analizar la identidad de las 1.558 personas vinculadas con España que declaran ser beneficiarias de una o más sociedades en Luxemburgo [puedes leer aquí una explicación general sobre OpenLux y aquí tienes el dossier con las entregas anteriores de la serie].

ISLAS VÍRGENES, CURAZAO, HOLANDA

Enric Lloveras y Daniel Bilbao constituyeron en España la sociedad Sisifus Producciones SA el 17 de diciembre de 1997. Lloveras es el creativo de la pareja –había llegado a ser director de TVE en Cataluña y director de Producción de Programas en la televisión pública española–, mientras que Bilbao es quien se encarga de la parte financiera. El primer año de actividad, 1998, la empresa ya dio beneficios: 22 millones de pesetas de la época (algo más de 132.000 euros). Aquel año también registró la marca comercial Martingala, que es el nombre con el que fue conocida Sisifus Producciones durante mucho tiempo.

Los dos empresarios decidieron muy pronto crear una estructura societaria en paraísos fiscales y derivar hacia ella parte de los ingresos de la productora. A finales de 1999, esa estructura estaba completa: se componía de cuatro firmas en tres países. En Holanda adquirieron la compañía ME Multi Educational Enterprises BV, que tenía como accionista único a Leticia Corporation BV en Curazao (entonces Antillas Neerlandesas) y esta a su vez estaba participada por dos compañías en las Islas Vírgenes Británicas: Finola Limited, propiedad de Lloveras, y Carey Consultants Limited, cuyo dueño era Bilbao.

Curazao y las Islas Vírgenes Británicas eran en aquel momento dos de los territorios fiscalmente más opacos del mundo. Ante las autoridades españolas, los productores sólo declararon la existencia de la firma holandesa.

Lloveras y Bilbao no quisieron contestar, entre otras, a las preguntas planteadas por infoLibre sobre las sociedades en esos paraísos fiscales (puedes consultar al final de la información las cuestiones no respondidas). “Sobre las preguntas que nos haces, tras hacer lectura atenta, no vamos a entrar en detalles por distintos motivos, el principal de los cuales es que resulta tremendamente laborioso hacer arqueología financiera de hechos y decisiones que se remontan, en algunos casos, a más de veinte años atrás y que nos son en buena parte ajenos”, señalaron.

TRASLADO A LUXEMBURGO

Doce años después de montar la estructura offshoreoffshore, Lloveras y Bilbao cerraron la parte que estaba en las Islas Vírgenes Británicas y Curazao, y la trasladaron a Luxemburgo. Una operación que se hizo en tres fases: el 22 de junio de 2011 aprobaron mover al Gran Ducado las sociedades Finola Holdings Limited y Carey Consultants Limited; el 30 de noviembre de aquel año acordaron liquidar Leticia Corporation BV, y un mes después las dos flamantes sociedades luxemburguesas –rebautizadas como Finola SA y Carey Consultants SA– se convirtieron en las dueñas de la holandesa ME Multi Educational Enterprises BV.

Cuando se trasladaron a Luxemburgo ambas sociedades tenían cada una nueve millones de euros de capital. En su etapa en las Islas Vírgenes Británicas llegaron a valorar su participación en Leticia Corporation BV en 10,89 millones cada una. Casi 22 millones de euros entre las dos. Lloveras y Bilbao tampoco quisieron comentar estas cifras, ni aclarar si todo el dinero era suyo o parte pertenecía a algún tercero.

Tras la liquidación de la sociedad de Curazao a finales de 2011, las firmas luxemburguesas redujeron sus activos en un 70%. En las últimas cuentas presentadas, correspondientes a 2019, la compañía de Lloveras declara unos activos de 2,61 millones, mientras que los bienes de la firma de Bilbao ascienden a 3,37 millones. Cada uno es accionista único de su respectiva sociedad.

Las empresas ya estaban en Luxemburgo, pero la Hacienda española seguía sin tener noticia de ellas. Llama la atención, por ejemplo, que en las cuentas presentadas por Sisifus Producciones en España se afirme que la situación a 31 de diciembre de 2011 era la siguiente: “La sociedad está participada por la entidad holandesa ME Educational Enterprises BV en un 80,29%, que a su vez está participada por la entidad, también holandesa Trust International Management BV”. Esto simplemente no era cierto. Trust International ejercía labores de administración, pero las acciones de ME Educational Enterprises BV pertenecían en un 50% a Finola SA y en el otro 50% a Carey Consultants SA. Y así lo declaraban estas dos firmas en Luxemburgo.

Documento del Registro de Titularidades Reales de Luxemburgo donde consta que Enric Lloveras es el accionista único de la sociedad Finola SA.

DECLARACIONES ANTE HACIENDA DESDE “HACE DIEZ AÑOS”

Los productores televisivos prefirieron no responder a estas dos preguntas de infoLibre: si se acogieron a la amnistía fiscal y, en caso afirmativo, cuánto dinero regularizó cada uno. El Gobierno de Mariano Rajoy anunció una amnistía el 30 de marzo de 2012 para que el capital oculto en el extranjero que retornase a España solo tuviese que pagar un “gravamen especial” del 10%, sin ningún tipo de penalización o sanción. Al final, de media, los defraudadores pagaron un 3%. El Tribunal Constitucional tumbó la amnistía del PP en 2017 por considerarla ilegal.

En cambio, Lloveras y Bilbao sí quisieron dejar claro que “desde hace diez años” han cumplido con todas sus obligaciones legales: “Desde el momento en que nosotros, Daniel Bilbao y Enrique Lloveras, tomamos el control efectivo de nuestras sociedades, Carey y Finola, propietarias mayoritarias de Sisifus Producciones, todas las decisiones corporativas han cumplido con rigor todos los preceptos legales y obligaciones tributarias, tanto las que se refieren a Luxemburgo como a España. Esta voluntad se concreta en la declaración ante la Hacienda Pública de los dos países de todas nuestras actividades económicas tanto corporativas como personales, con la presentación y pago de los Impuestos de Patrimonio, Sociedades, IRPF y la Declaración 720 de bienes en el extranjero, estando en estos momentos totalmente al corriente de pago y sin ninguna deuda pendiente. Nuestra realidad, que es un retrato fijo del cien por cien de nuestras actividades empresariales, se refleja en las declaraciones presentadas ante las Administraciones española y de Luxemburgo desde hace diez años”.

Impuestos y dividendos en el Gran Ducado

Los productores relataron a este periódico de forma detallada por qué, una vez declaradas ante la Hacienda española, decidieron mantener Finola SA y Carey Consultores SA en Luxemburgo, donde siguen a día de hoy: “El régimen fiscal de Luxemburgo es en estos momentos de transparencia con la Hacienda española, lo que vosotros demostráis con el acceso a los datos del Registro de Titularidades Reales que sirve de base a vuestro trabajo y que permite conocer a los propietarios de todas las sociedades que operan en el país. Trabajar en Luxemburgo no da, a empresas como la nuestra, en estos momentos, ninguna ventaja fiscal puesto que estamos obligados –y cumplimos– a la tributación final en España. Luxemburgo, país fundador de la Unión Europea, alejado en estos momentos de las prácticas de los paraísos fiscales, permite una mayor agilidad de uso de los instrumentos financieros y una seguridad jurídica envidiable para cualquier otro país del mundo, además de solvencia como país y de sus entidades financieras”.

El análisis de la cuenta de pérdidas y ganancias de Finola SA y Carey Consultants SA entre los años 2014 y 2019 –último ejercicio presentado– muestra dos rasgos comunes: una tributación en Luxemburgo por debajo del 3% sobre los beneficios brutos y un importante reparto de dividendos para sus dos socios.

Finola SA declaró en ese periodo de seis años unos ingresos de 2,71 millones de euros, mientras que los de Carey Consultants SA ascendieron a 2,66 millones. En ambos casos, 1,35 millones provienen de su filial holandesa, cuyos ingresos procedían a su vez básicamente del dinero que generaba en España Sisifus Producciones.

En cuanto al resto de los ingresos, en la caja de Finola SA entraron 1,34 millones de sociedades no vinculadas y en la de Carey Consultants SA 1,23 millones por el mismo concepto. Los productores no quisieron explicar cuál era el origen de estos pagos.

El dato probablemente más llamativo es el correspondiente a la tributación. En el periodo 2014 a 2019, con unos beneficios brutos de 2.337.622 euros, Finola SA pagó en total 47.895 euros en impuestos (9.865 por Sociedades y 38.030 euros por otros tributos), lo que equivale al 2,05% de las ganancias. En el caso de Carey Consultants SA, sus beneficios brutos fueron de 2.473.875 euros y abonó en impuestos 58.107 euros (9.875 por IS y 48.232 euros de otros tributos), lo que supone el 2,35%.

Por último, respecto al reparto de dividendos, Finola SA le entregó a Enric Lloveras 835.000 euros en 2017 y 600.000 euros en 2018, mientras que Carey Consultants SA le abonó a Daniel Bilbao 1,2 millones en 2018.

Los productores no quisieron comentar el dato de la baja tributación de ambas sociedades, pero si destacaron que “en cuanto a la distribución de dividendos, se paga en primer lugar el tipo de impuesto luxemburgués, ligeramente más bajo que el español, y se armoniza con la presentación y pago del IRPF español, con lo que los impuestos devengados son exactamente los mismos que si fueran dividendos distribuidos en una empresa radicada en España”.

DESAPARECE LA SOCIEDAD DE HOLANDA

El último cambio en la estructura empresarial se produjo el 7 de febrero de 2019, fecha en la que fue dada de baja en el Registro Mercantil de Holanda la sociedad ME Multi Educational Enterprises BV. Por tanto, desde esa fecha, las dos sociedades de Luxemburgo pasan a ser las accionistas directas de Sisifus Producciones.

Sorprende, de nuevo, que la sociedad española presente información incorrecta en las cuentas que presenta en el Registro Mercantil de Madrid. A 31 de diciembre de 2019, casi un año después de que su antigua dueña holandesa haya dejado de existir, Sisifus Producciones declara que “la sociedad está participada” en un 80,29% por ME Multi Educational Enterprises BV. El rastro sobre Luxemburgo sigue oculto en las cuentas que presentan ante el Registro Mercantil español y que se pueden consultar públicamente. En cambio, la información que facilitan en el Gran Ducado Finola SA y Carey Consultants SA es la correcta: cada una declara ser dueña, a finales de 2019, del 40,14% de Sisifus Producciones.

Trama societaria de la productora Sisifus desde 1999 hasta la actualidad.

Esta falta de pulcritud en las cuentas de Sisifus Producciones incumple a veces de forma clara lo que dicta la normativa mercantil. Un ejemplo: el 28 de mayo de 2014 compró la totalidad de las acciones de Portal Vertele SL, sociedad dueña de una web del mismo nombre sobre noticias de televisión, pero no incluyó esta adquisición en sus cuentas de los años 2014 y 2015. La incluyó por primera vez como filial en 2016, que es precisamente el año en que vende Portal Vertele SL a la editora de eldiario.es, una operación que se escrituró el 11 de enero de 2017.

El precio de la compraventa de Portal Vertele SL también llama la atención. Sisifus Producciones asegura que la compró por 3.010 euros en la primavera de 2014 a una compañía registrada en San Sebastián de nombre Sorfin SA –que  a priori no está relacionada con el mundo audiovisual– y la revendió por 300.000 euros dos años y medio después. Aparentemente, no hay ningún motivo que explique cómo fue posible que su valor se multiplicase por 99 en tan corto espacio de tiempo. Se trata de una web que en 2014 ya tenía una importante audiencia.

En 2017, el año en que se escrituró la venta de Portal Vertele SL, Enric Lloveras dejó de ser consejero de la empresa editora de eldiario.es. Mantiene el 6,2% de las acciones del periódico, idéntico porcentaje al que tiene Daniel Bilbao. Ambos estuvieron entre los socios fundadores de dicho medio, que publicó su primer número el 18 de septiembre 2012. [En enero de 2021, eldiario.es compró el 10% del capital de la editora de infoLibre, así que desde hace seis meses Lloveras y Bilbao son accionistas indirectos de este periódico].

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UNA TERCERA EMPRESA EN LUXEMBURGO

En 2013, Lloveras y Bilbao constituyeron una tercera sociedad en Luxemburgo, que se llama Stunersville Sàrl. Cada uno puso un millón de euros. La compañía tiene otros seis socios, entre ellos Iñigo Bilbao, hermano del productor y que también invirtió un millón de euros. En sucesivas ampliaciones de capital, aportaron otros 72.331 euros por cabeza, de forma que actualmente cada uno de ellos es propietario del 20% de la compañía, cuyo capital social asciende a 5,36 millones de euros.

El objeto social de Stunnersville Sàrl es la gestión de activos financieros. De acuerdo con las últimas cuentas presentadas, a 30 de junio de 2019, tenía 1,24 millones invertidos en valores mobiliarios y 3,9 millones en tesorería. En ese ejercicio –en su caso no coincide con el año natural sino que empieza el 1 de julio–, declaró unas pérdidas de 656.874 euros. En los años anteriores había acumulado ganancias por importe de 434.958 euros.

Enric Lloveras y Daniel Bilbao son dos de los productores audiovisuales que más éxito han tenido en España en las últimas décadas. Su programa más conocido es sin duda La ruleta de la suerte, pero también han producido otros concursos como ¿Quién quiere ser millonario? o Jeopardy. Un éxito económico que no estuvo acompañado por la misma ejemplaridad como contribuyentes: Lloveras y Bilbao mantuvieron oculto al fisco durante más de una década parte del dinero ganado. Para ello crearon a finales de los años noventa una trama societaria en Islas Vírgenes Británicas, Curazao y Holanda, trasladada a Luxemburgo en 2011. En el Gran Ducado siguen manteniendo a día de hoy tres sociedades, dos relacionadas con su productora, y otra que se dedica a realizar inversiones financieras.

LAS PREGUNTAS QUE LLOVERAS Y BILBAO NO RESPONDEN

infoLibre contactó con Enric Lloveras y Daniel Bilbao el miércoles 14 de julio para plantearles una serie de preguntas sobre sus sociedades. El viernes respondieron por escrito a algunas de las cuestiones y dejaron otras sin contestar “por distintos motivos, el principal de los cuales es que resulta tremendamente laborioso hacer arqueología financiera de hechos y decisiones que se remontan, en algunos casos, a más de veinte años atrás y que nos son en buena parte ajenos”.

Las preguntas que no respondieron son las siguientes:

1. ¿Por qué crearon a finales de los años noventa una estructura societaria ‘offshore’ en Islas Vírgenes Británicas y Curazao?

2. En las cuentas de Finola SA y Carey Consultants SA se indica que el precio de adquisición de la participación de Leticia Corp fue de 10,89 millones de euros en cada caso. ¿De dónde proceden esos casi 22 millones?

3. ¿Se acogieron a la amnistía fiscal de 2012 para regularizar ambas sociedades ante la Hacienda española? En caso afirmativo, ¿cuánto dinero negro regularizaron y cuánto tuvieron que pagar a Hacienda en concepto de “gravamen especial”?

4. Entre 2014 y 2019, Finola SA declara 1,34 millones de ingresos de sociedades no vinculadas y Carey Consultants SA anota 1,23 millones por el mismo concepto. ¿Qué origen tienen estos ingresos?

5. En ese mismo periodo, Finola SA pagó en Luxemburgo en impuestos un 2,05% de sus beneficios brutos y Carey un 2,35%, según las cuentas depositadas en el Registro. ¿Son correctos estos datos?

6. En 2013, cada uno puso un millón de euros para constituir la sociedad luxemburguesa Stunnersville Sàrl. ¿De dónde procede ese dinero?

7. Cuando Sisifus Producciones adquiere Portal Vertele SL en 2014 indica que su coste de adquisición es de 3.010 euros. Dos años después lo vende por 300.000 euros. ¿Qué explica que el valor de esta sociedad se multiplique por 99 en dos años?

8. ¿Por qué no incluyó Sisifus Producciones en sus cuentas de 2014 y 2015 a su filial Portal Vertele SL?

9. ¿Por qué no incluyó nunca Sisifus Producciones en sus cuentas quién era la verdadera sociedad última de control (solo se habla de la holandesa ME Multi Educational BV)?

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