El partido independentista y de izquierdas encabezado por Antonio Baños se convierte tras las elecciones catalanas de este domingo, y con un escrutinio del 96%, en la fuerza clave para una mayoría absoluta de los independentistas en el Parlament de Cataluña. El partido Junts pel Sí, que no alcanzaría finalmente los 68 diputados, necesitaría por tanto apoyarse en la CUP para emprender el proceso soberanista.
Tras unas elecciones históricas –con una participación del 77,4%, casi diez puntos por encima de las del 2012– y profundamente marcadas por tintes independentistas, la CUP se posiciona en el sexto lugar, por detrás de Catalunya sí que es Pot, PP, PSC, Ciudadanos y Junts pel Sí. Con un total de 10 escaños –de los 135 que componen el Parlament– y habiendo cosechado el 8,21% de los votos, el apoyo de la CUP sería imprescindible para una mayoría absoluta independentista, en caso de un pacto con el partido encabezado por Raül Romeva, ganador de la jornada electoral, y con quien sumaría 72 parlamentarios.
Según el escrutinio casi definitivo, obtendría su mejor resultado en Barcelona, con un total de 7 diputados (y el 8,24% de los votos), mientras que en las otras tres provincias se quedaría con uno, como cuarta fuerza en Lleida y Girona, y quinta en Tarragona. La CUP triplicaría de este modo el resultado de las pasadas elecciones del 2012, a las que se presentaba por primera vez y cerraba con un 3,48% de los votos y tres diputados en el Parlament catalán: David Ferández, Quim Arrufat e Isabel Vallet.
El miembro del secretariado nacional, Xevi Generó, hizo una primera valoración en la que calificaba al partido como la “herramienta de construcción de unidad popular de la izquierda independentista, anticapitalista y feminista”. Aseguró asimismo que la participación “confirma el carácter prebiscitario y constituyente” de estas elecciones.
Pese a compartir objetivos de corte independentistas, la CUP ha asegurado reiteradamente que no investiría a Artur Mas como president de la Generalitat, ni por afirmación ni por abstención, debido a las grandes diferencias en lo económico y social entre ambos partidos. "Nosotros cada día dijimos que no votaríamos afirmativamente al señor Mas, y que el proceso no se podía reducir a una sola persona" aseguró Baños en TV3 tras el final de la jornada electoral.
El camino hacia la independencia de Cataluña quedaría ahora en manos de la formación anticapitalista, partidaria de una declaración unilateral de independencia inmediata y sin negociar con España.
"Proceso constituyente no subordinado y popular"
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"La independencia era esto, compañeros: la desobediencia". Con estas palabras compareció el líder del partido en torno a las 23:20, tras los resultados definitivos de la jornada. "Desobediencia a las leyes injustas y contrarias a la clase trabajadora", ha resaltado Baños, quien destacó la importancia de "desobedecer cualquier ley tiránica que nos obligue a ser pobres y miserables, venga de Madrid o de Bruselas".
El cabeza de la CUP reiteró que "la república la hacemos todas y la vivimos dignamente, desde mañana mismo" y añadió que "a partir de mañana sólo nos gobernamos nosotros". Ha señalado asimismo la importancia de un "proceso constituyente no subordinado y popular", y aseguró que el resultado de la jornada electoral es un "certificado de defunción de las autonomías, y de la autonomía catalana".
Finalmente, ha rematado asegurando que "la gente quiere romper con el status quo que nos ha oprimido desde la muerte del dictador", al tiempo que ha recordado el 40 aniversario de los últimos fusilamientos del régimen franquista.
El partido independentista y de izquierdas encabezado por Antonio Baños se convierte tras las elecciones catalanas de este domingo, y con un escrutinio del 96%, en la fuerza clave para una mayoría absoluta de los independentistas en el Parlament de Cataluña. El partido Junts pel Sí, que no alcanzaría finalmente los 68 diputados, necesitaría por tanto apoyarse en la CUP para emprender el proceso soberanista.