El director de la asesoría jurídica de las empresas participadas de Bankia, Antonio Zafra Jiménez, declara este martes ante el magistrado Javier Gómez Bermúdez en calidad de denunciante por el agujero de 246 millones que sufrió la entidad financiera con sus inversiones en la sociedad Grand Coral, según han confirmado a infoLibre fuentes de la Audiencia Nacional.
Esta será la tercera vez que Zafra declare en la Audiencia Nacional, pues este directivo ya había comparecido en dos ocasiones ante el magistrado que instruye el caso Bankia, Fernando Andreu. En uno de estos testimonios, según explican fuentes jurídicas, Zafra reconoció que tanto el Banco de España como el FROB estaban revisando con el nuevo equipo de dirección la documentación de la entidad. También explicó que hasta ese momento no existía ninguna constancia de irregularidades, y por ese motivo no habían iniciado ningún tipo de medida legal.
Inspección
Pero el trabajo de inspección del Banco de España, que analizó las cuentas de las empresas participadas de Bankia, permitió descubrir el agujero de Grand Coral y el de otra decena de operaciones vinculadas al ladrillo, por las que la entidad financiera sufrió pérdidas de más de 1.700 millones de euros1.700 millones de euros. En este caso, la inversión total de Bancaja Hábitat fue de 409 millones, de los que sufrió un quebranto del 60 por ciento (246 millones).
El supervisor presionó al actual equipo gestor de Bankia, encabezado por su presidente, Juan Ignacio Goirigolzarri, para que denunciara ante los tribunales o ante la Fiscalía Anticorrupción las "operaciones irregulares" detectadas por la propia entidad financiera rescatada, según consta en un acuerdo del organismo supervisor de julio de 2013 adelantado por infoLibre.
El grupo Grand Coral se estructura, según el Banco de España, en un entramado societario de doble nivel. Por arriba se encuentran una serie de sociedades domiciliadas en Holanda, "que no realizan ninguna actividad y de las que cuelgan diversas sociedades mexicanas, a través de las cuales se desarrollan proyectos inmobiliarios en México", completa un informe del Banco de España, que especifica que esta forma de actuar "favorece la ausencia de control sobre el destino de los fondos".
Las empresas mexicanas de Grand Coral estaban dominadas por los empresarios de Benidorm Juan Ferri y José Baldó. Ambos ya fueron arrestrados por orden del juez Bermúdez en el marco del caso de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM). Cada uno tuvo que pagar siete millones de euros para poder abandonar la prisión madrileña de Navalcarnero. Según la investigación del titular del Juzgado Central de Instrucción número 3, Ferri y Baldó eran socios de los exdirectivos de la CAM Roberto López Abad y Daniel Gil.
Fuentes de la Audiencia Nacional aseguraron a este diario que la Fiscalía Anticorrupción era partidaria de solicitar la comparecencia de ambos empresarios en la Audiencia Nacional en calidad de imputados.
A la declaración de este martes del directivo de Bankia han sido citados como perjudicados Caixabank (en representación de Banco de Valencia), la propia Bankia y la Abogacía del Estado.
Accionariado
Bankia Hábitat, la sociedad denunciante como perjudciada, era la propietaria del 40% del grupo Grand Coral, formando parte del accionariado de las sociedades holandesas. Los otros accionistas eran, con un 15% Bavacun (esta sociedad era en un 67% de Banco de Valencia y el resto de la familia Calabuig); un 10% de la firma Urbanika (que pertenece un 40,8% a Bankia Hábitat y el Grupo Ortiz con el 33%); y los empresarios Ferri Guardiola y Balsó Llorens, con un 35% del total de Grand Coral.
A diciembre de 2012, según el Banco de España, la posición de riesgo de la sociedad era muy preocupante. Bankia Hábitat tenía provisionados 145 millones de los 309 millones prestados, a los que habría que añadir los 100 millones por la participación en el capital.
El resto de financiación correspondía a Banco de Valencia por 107 millones. De toda esta deuda bancaria, 370 millones estaban destinados a financiar suelo, especialmente en México.
El objetivo de Goirigolzarri era, según el Banco de España, "poder cancelar la posición con este grupo por la poca confianza y las malas relaciones que mantienen con los socios gestores", especifica el Banco de España. Las pérdidas estimadas se situarían en torno al 50% de la deuda y el 100% de la participación. En total 250 millones de euros.
Elevadas revalorizaciones
Pero el informe del Banco de España concreta las irregularidades detectadas. Como por ejemplo que los terrenos comprados por Grand Coral experimentaron, en algunos casos, elevadas revalorizaciones dos días antes de ser adquiridos por las empresas dependientes de Bancaja Hábitat.
Además, las valoraciones que sirvieron de soporte para hacerse con los terrenos se aportaron, en varias ocasiones, con posterioridad a las decisiones de compra. "Y a pesar de los elevados importes de las compras, los inmuebles no llegaron ni a ser visitados" por los compradores.
Otra de las irregularizades consistió en que al vencimiento de alguna de las compras, sin que fuesen atendidos los pagos, Bancaja no ejecutó las garantías. "En su lugar, se decidió que el Grupo Grand Coral adquiriese el suelo, por un precio de 147 millones de dólares, con plusvalías para los deudores, pagados en efectivo o en ampliaciones de capital no suscritas por ellos".
El informe del Banco de España va más allá, llegando incluso al detalle de las principales operaciones de Grand Coral. Una de ellas fue la compra de un solar de 16.000 metros cuadrados ubicado en Cancún (México) con la intención de construir 106 viviendas.
Una filial mexicana de Grand Coral compró unos meses antes de la operación los terrenos, por 4,3 millones de dólares. Unos meses después, la matriz holandesa también participada por Bancaja Hábitat adquirió una opción de compra de los mismos terrenos por 18 millones de dólares. Al final, estas fincas fueron valoradas en 30 millones de dólares.
Diferentes valoraciones
Bancaja Hábitat compró en las mismas fechas otro solar de 16.000 metros cuadrados, por 18,5 millones. Después el suelo fue valorado por 32,5 millones de dólares. "En todo caso, no se explica la diferencia existente entre dichas valoraciones y los precios de adquisición de los terrenos (7,5 veces superior en el primero de los casos, con 8 meses de diferencia, y casi el doble en el segundo, sin apenas diferencia de tiempo", destaca el Banco de España.
En julio de 2005 Bancaja Hábitat compró más de 2 millones de metros cuadrados de suelo urbano en la localidad de Playa del Carmen (México). Pagó 203 millones de dólares. Bancaja y Banco de Valencia financiaron la operación con 104,5 y 79 millones, respectivamente.
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El 24 de octubre de 2007, el consejo de administración de Bancaja ratificó otras dos operaciones a favor de una sociedad mejicana (del Grupo Ferri y Baldó), que habían sido autorizadas previamente por motivos de urgencia por el director general, con el visto bueno del presidente de Bankai Hábitat, por un Importe conjunto de 80 millones de dólares.
En 2009, una vez que se produjo el vencimiento de ambas operaciones, sin que fuesen atendidos los pagos, y siendo la entidad prestataria propiedad al 100% de Ferri y Baldó, Bancaja no ejecutó las garantías.
En su lugar, se decidió que Grand Coral adquiriese el suelo, por un precio de 147 millones de dólares. De esta forma, la sociedad de Ferri y de Baldó, obtuvo una plusvalía de 43,5 millones, especifica el informe del Banco de España.
El director de la asesoría jurídica de las empresas participadas de Bankia, Antonio Zafra Jiménez, declara este martes ante el magistrado Javier Gómez Bermúdez en calidad de denunciante por el agujero de 246 millones que sufrió la entidad financiera con sus inversiones en la sociedad Grand Coral, según han confirmado a infoLibre fuentes de la Audiencia Nacional.