Defender al PSOE en tierra hostil y servir de pegamento para la izquierda: la doble campaña de Zapatero
El escenario era, a priori, hostil. El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero acudió el lunes a los estudios de la Cadena Cope para ser entrevistado por su periodista de cabecera, Carlos Herrera, y los contertulios del programa, abiertamente opuestos a los planteamientos del socialista. Las preguntas en relación a los pactos del PSOE con EH Bildu esta legislatura no se hicieron esperar. Las respuestas del expresidente tampoco. "No me produce ningún problema que se pacte con EH Bildu, creo que España va mejor haciendo que los que la han cuestionado participen", aseguró de manera tajante. La polémica por la inclusión de exterroristas en las listas de Bildu también apareció durante la entrevista. De nuevo, la respuesta de Zapatero fue contundente: "Tenemos una Constitución que ampara a todos aquellos que cumplan la legalidad en el derecho a la participación política", dijo.
El socialista subrayó cómo se derrotó a la banda terrorista "a cambio de nada". "Les recuerdo, porque yo era el presidente del Gobierno, que ETA terminó sin que hubiera que modificar ni una sola ley, ni conceder un indulto ni tomar ninguna medida de gracia", afirmó. "¿Me está diciendo que el que acabó con ETA fue el PSOE?", le espetó, entonces, Herrera. Lejos de arrugarse, Zapatero se reivindicó. "Mi gobierno, sí. Bajo mi gobierno se terminó ETA, se entregó ETA, lo digo y lo afirmo. Puedo ser la persona que más datos tenga, que más información atesore, fue bajo mi Gobierno con una doble estrategia de autoridad democrática y de acción política donde el diálogo y la palabra tuvo que ver cuando ETA se entregó", señaló. "No pasó con el Gobierno de Aznar o el de Felipe González o Rajoy. ¿Me siento orgulloso? Extraordinariamente", zanjó.
Las palabras de Zapatero dejaron casi mudos a Herrera y el resto de contertulios. Recuperados del golpe, uno de ellos acusó al expresidente de acabar con ETA a costa de calificar el atentado que ocurrió en la T4 del aeropuerto de Barajas de "accidente". "A costa de nada", repitió hasta en tres ocasiones el expresidente, que a continuación le pidió al periodista que tuviera "un poco de seriedad". Así, sin perder la calma pero sin conceder ni un mínimo de terreno a la derecha —que precisamente utilizó el tema de ETA para monopolizar la campaña electoral del 28M— Zapatero obtuvo un aplauso unánime de la izquierda, que compartió en masa su intervención. No solo de su partido, sino también de miembros de Podemos y otras fuerzas del espectro progresista.
La estrategia de Zapatero de acudir a un medio extremadamente combativo con el Gobierno y con el PSOE contrasta con la que ha seguido, hasta ahora, el presidente del Gobierno Pedro Sánchez, y destacados miembros de su Gobierno. Sánchez no ha concedido ni una sola entrevista al medio de Herrera desde que llegó a La Moncloa. Tampoco al periodista Carlos Alsina en Onda Cero. Una decisión que algunas voces del PSOE califican de equivocada, porque entienden que la "batalla cultural" se tiene que dar también en medios de derechas. Por ese motivo desde las filas socialistas quieren potenciar en esta campaña del 23J a referentes del Ejecutivo como la vicepresidenta Nadia Calviño para que acuda a estos espacios.
Calviño ya no es aquella tecnócrata llegada de Bruselas cuyo nombre apenas conocían en el partido cuando aterrizó en el primer Gobierno de Sánchez tras la moción de censura. Era casi como una extraterrestre para los parlamentarios socialistas, gustosos por los debates parlamentarios y deseosos de intervenciones con un marcado carácter político e ideológico. Poco a poco se ha ido ganando a los socialistas, que veían en ella a una independiente lejana del tono del PSOE, hasta el punto de que el lunes ella fue quien dio la rueda de prensa desde Ferraz. No va en las listas del partido, pero sí participa en campaña para defender los logros de Pedro Sánchez.
Monedero: "Zapatero tiene más temas de conversación con Podemos que con Calviño"
Las buenas referencias que tiene ahora Zapatero entre las fuerzas a la izquierda del PSOE contrastan con las que no tuvo cuando gobernó. La reforma del artículo 135 de la Constitución que pactó con el PP de Mariano Rajoy para consolidar las políticas de austeridad lo condenó al ostracismo tras su polémico papel en plena crisis económica. "Le perdió la economía, la reforma del 135, ser parte del bipartidismo. Sin embargo, se la jugó un par de veces y se ganó el respeto. Dejando que RTVE fuera más independiente que nunca, confrontando con EEUU, confrontando con la Iglesia, confrontando con los que necesitaban a ETA para justificarse, confrontando con los que solo piensan España desde el centralismo. Es un socialdemócrata clásico, no es un radical, pero es honesto, es dialogante y tiene formas tranquilas, lo que siempre ayuda. Todo junto le hace una rara avis en la política española", asegura el cofundador de Podemos, Juan Carlos Monedero, en conversación con infoLibre.
El socialista es una figura respetada y muy tenida en cuenta dentro del espacio, hasta el punto que trató de limar asperezas entre la vicepresidenta Yolanda Díaz y el exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, poco después de la Universidad de Otoño de Podemos, cuando el exlíder morado verbalizó su malestar con la persona a la que designó como sucesora. "Siempre ha intercedido", reconoce Monedero, y asegura que Zapatero "es un devoto del gobierno de coalición": "Sabe que la alternativa es el 'infierno' de la vieja derecha franquista", señala. Asimismo, el cofundador de Podemos celebra el papel que ha tenido Zapatero a lo largo de la legislatura para tratar de mediar entre PSOE y Unidas Podemos. "Las desavenencias venían porque el PSOE asumía algún punto de vista neoliberal y Zapatero tiene más temas de conversación con Podemos que con Calviño".
El expresidente del Gobierno también ha defendido con vehemencia a la ministra de Igualdad, Irene Montero, un apoyo que la número dos de Podemos siempre le ha agradecido. En el acto que Podemos convocó en febrero en medio de de la polémica por las rebajas del sí es sí, Zapatero participó de manera telemática y denunció la "campaña salvaje" contra Montero, al tiempo que reconoció la "tarea y el compromiso" de la ministra y su "valentía" frente al resurgimiento del "pasado más tenebroso" con un "machismo que lleva explícito la violencia". Un cierre de filas que también realizó en su ya famosa entrevista con carlos Herrera. "Tengo una buena opinión de ella. Yo respeto mucho a la gente que es leal", aseguró, no sin antes lanzar que la "demolición pública" que ha sufrido Montero le recordaba a la de su ministra de Igualdad, Bibiana Aído.
Rufián reconoce que Zapatero es "el mejor negociador" del PSOE
Para el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, Zapatero es "el mejor negociador" que tiene el PSOE. Rufián cuenta infoLibre que conoce al expresidente del Gobierno poco después de la investidura de Pedro Sánchez. "A través de terceros me llega el mensaje de que me quiere conocer. Quedamos y a día de hoy tenemos una relación muy sana, nunca me ha pedido nada y tampoco me ha presionado por ningún tema", asegura. Rufián define a Zapatero como una persona "que siempre está dispuesta a ayudar", incluso en temas delicados. Asimismo, destaca la buena sintonía que el expresidente mantiene con Sánchez. "Ha habido una evolución y me consta que es una de las personas que más habla con Sánchez", expone.
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La cara visible del partido de Oriol Junqueras en Madrid invitó al expresidente a su programa de entrevistas hace algunas semanas y destacó sus políticas, como la legalización del matrimonio homosexual, la reforma del Estatut, el fin de la violencia de ETA o la retirada de las tropas de Irak. "Hablas con los catalanes, hablas con Podemos. No quiero desvelar nada, pero ayudas en un montón de cosas", le dijo Rufián es ese cara a cara. El republicano cree que Zapatero acierta con el tono contundente que empleó en la entrevista con Herrera. "Hizo lo que mucha gente le había pedido", señala. En ese sentido celebra la "evolución" del expresidente a la hora de articular sus discursos: "Es como el buen vino, que mejora con los años", zanja.
Zapatero también ha afirmado públicamente que el actual líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, desempeñó un papel decisivo en el final de ETA. Fuentes de EH Bildu reconocen a infoLibre que mantiene el contacto con él. La primera vez que se vieron de manera presencial fue el 8 de septiembre de 2018. Se reunieron a petición del dirigente abertzale y lo hicieron en el mismo caserío donde se gestó la tregua con ETA cuando Zapatero ocupaba La Moncloa.
El expresidente no se arruga con —casi— ningún tema, ya sea nacional o internacional. En esta última materia se ha centrado últimamente, en especial en los asuntos relacionados con Latinoamérica. Calificó de "golpe de Estado" lo que sucedió en Bolivia en el año 2019 contra el presidente Evo Morales, criticó que la Unión Europea diera apoyo a Juan Guaidó como presidente de Venezuela y llamó a abrir el debate que lanzó el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, sobre si España debía pedir perdón por la conquista de América.