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Díaz exhibe la fuerza de un espacio plural y feminista que compita en las generales sin pedir "permiso ni perdón"

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La sensación al salir era generalizada: "Esto ha ido bastante más allá de lo que habíamos previsto", reconocía un cargo público de Unidas Podemos tras el acto protagonizado este sábado en València por Yolanda Díaz, Mónica García, Ada Colau, Mónica Oltra y Fátima Hamed Hossain. Todas habían extremado las cautelas en los días previos intentando, sin demasiado éxito, rebajar las expectativas de un encuentro interpretado desde el primer momento como el punto de partida de un nuevo espacio político amplio, desligado de las siglas de los partidos y abanderado por mujeres. Pero esas cautelas duraron poco sobre las tablas del Teatro Olympia.

Las intervenciones, organizadas a modo de un coloquio moderado por la periodista Carolina Ferre, giraron principalmente alrededor de dos asuntos: la importancia de cuidar las formas en política y la unidad de acción de todas las que estaban sobre el escenario. Lo que más sorprendió fue, de hecho, lo explícito de los mensajes en torno a esa alianza sellada en València en base "a los afectos, a la admiración y al respeto" mutuo que compartieron las protagonistas. Especialmente llamativas fueron las palabras en esa dirección tanto de la líder de Más Madrid, Mónica García, como de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ambas al frente a día de hoy de dos espacios enfrentados en batalla fratricida desde su ruptura en 2017.

"Hoy es el principio de algo maravilloso", comenzó su intervención Yolanda Díaz entre gritos de "presidenta". Mónica García intervino a continuación para asegurar que lo que se escenificaba en València era la apertura "de un nuevo ciclo en el que el tsunami de las mujeres es imparable", antes de aludir a la necesidad de compartir el trayecto porque "juntas somos mejores" y de lanzar un aviso: "No solo nos vamos a sentar hoy. Vamos a seguir. Hemos venido para quedarnos".

En esa línea siguió la líder de la oposición en la Asamblea de Madrid cuando le pidieron destacar alguna cualidad de cada una de sus compañeras: "Yo tengo un átomo de Yolanda cuando ella le da datos al señor Egea. Y creo que todas somos un átomo de todas, porque aprendemos juntas. Y con esos pequeños átomos vamos a formar una molécula política maravillosa". Yolanda Díaz recogió el guante para exponer que, a su juicio, "la gente no quiere que pensemos igual, lo que quiere es que nos entendamos. Soñemos en grande. Queremos ir en la misma dirección y caminando juntas", apuntó arrancando una gran ovación del público que llenó las mil localidades del Olympia.

"Estamos hartas de la crispación"

La conductora del coloquio preguntó a la anfitriona, Mónica Oltra, sobre las ausencias que habían despertado suspicacias en los últimos días, como las de las también dirigentes políticas Ione Belarra o Irene Montero, líderes de Podemos, que no fueron invitadas al acto. "Yo creo que aquí somos todas las que estamos y que, aunque no estén todas las que son, ellas también están aquí representadas", zanjó Oltra antes de bromear que, en cualquier caso, "tampoco nos apetecía que estuviera Ayuso".

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Todas dedicaron muchos minutos de sus intervenciones a poner en valor una "política bonita" hecha de otra forma. "Nos encanta ser diversas y ponernos de acuerdo desde la diversidad, pero estamos hartas de la crispación", dijo Ada Colau. Yolanda Díaz incidió en esa línea argumentando que "la gente en las calles está esperando cosas diferentes. A nosotras nos une que nos queremos. Y frente a los del ruido y el odio las mejores herramientas son los afectos y la esperanza", expuso la vicepresidenta. Mónica García concluyó lamentando que "hemos normalizado que los gritos y los insultos están por encima del diálogo", algo que contrapuso a "la política de la vida cotidiana, que es lo que queremos hacer todas las que estamos aquí".

Oltra, Colau, Díaz, García y Hossain aseguraron "estar temblando" tras su salida al escenario. Fuentes de sus equipos explicaron que las líderes políticas llegaron a sentirse "sobrepasadas" por la expectación generada y por la afluencia de público, gran parte del cual se quedó sin acceder al teatro tras llenarse el aforo y tras hacer una interminable cola que dio la vuelta a la manzana. La mayoría de ellas, reconocen sus colaboradores, tuvieron que afrontar "resistencias muy duras" por parte de sus propias organizaciones políticas para estar presentes en el acto. "Somos mujeres libres" dijo entre aplausos Yolanda Díaz. "No vamos a pedir ni permiso ni perdón", advirtió Mónica García.

Tras el acto, ninguna de las personas de los gabinetes políticos que se habían afanado en aplacar las expectativas del encuentro se esforzó ya en disimular el impacto de lo sucedido en València. "Esto es el principio de algo y es muy ilusionante", reconocía ya en la calle otro cargo público que acudió a la cita. Desde su ascenso a vicepresidenta segunda tras ser señalada por Pablo Iglesias como sucesora, Yolanda Díaz siempre se mostró esquiva con su candidatura y se empeñó en marcar los tiempos y en hacer las cosas "a su manera". Y fue esbozando en los últimos meses una hoja de ruta con cuentagotas: un proyecto que trascienda a Unidas Podemos, que sea más amplio y diverso y en el que ni siquiera los partidos o las siglas tengan un especial protagonismo. En definitiva, algo parecido a desandar el desmoronamiento del bautizado en su día como el espacio del cambio y sus confluencias. La carta de presentación ha sido en València y ya cuenta con la rúbrica de Mónica García, Mónica Oltra, Ada Colau y Fátima Hamed Hossain.

La sensación al salir era generalizada: "Esto ha ido bastante más allá de lo que habíamos previsto", reconocía un cargo público de Unidas Podemos tras el acto protagonizado este sábado en València por Yolanda Díaz, Mónica García, Ada Colau, Mónica Oltra y Fátima Hamed Hossain. Todas habían extremado las cautelas en los días previos intentando, sin demasiado éxito, rebajar las expectativas de un encuentro interpretado desde el primer momento como el punto de partida de un nuevo espacio político amplio, desligado de las siglas de los partidos y abanderado por mujeres. Pero esas cautelas duraron poco sobre las tablas del Teatro Olympia.

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