Dirigentes del PP ven un “error” que Rajoy dé un portazo a un pacto de Estado

La posibilidad de un pacto de Estado entre partidos para buscar una salida conjunta a la crisis lleva casi una semana dominando la actualidad política. El lunes 29 de abril, el presidente de la Junta de Andalucía, el socialista José Antonio Griñán, lanzaba la oferta en un desayuno informativo en Madrid. El PP, el partido de Gobierno, recela de este ofrecimiento al considerar que se trata de una estrategia de los socialistas vacía de contenido y con el único objetivo de "hacer ruido". Pero hay dirigentes de la formación que marcan distancias con la línea oficial y consideran un "error" no aceptar el ofrecimiento.

Esta opinión está más extendida entre los líderes territoriales y los cargos con responsabilidades municipales. Sostienen que si algo tienen claro de su día a día en sus comunidades y ayuntamientos es que los ciudadanos demandan que los partidos se sienten, se pongan de acuerdo en asuntos clave. "No podemos dar la espalda a los ciudadanos. La calle nos pide que intentemos pactar. No perdemos nada", considera un dirigente regional.

La publicación por parte del Gobierno del nuevo escenario macroeconómico y del Plan Nacional de Reformas ha provocado los recelos de algunos de los barones autonómicos del PP que dudan de que los recortes y las subidas de impuestos sean la solución a la crisis y al desempleo. las subidas de impuestos sean la solución a la crisis y al desempleo.

Quienes defienden que Rajoy intente de "verdad" sentarse a hablar con Rubalcaba "en serio" sobre un pacto de Estado recuerdan que muchos de ellos, en sus lugares de origen se ven obligados a pactar con otros partidos en cuestiones fundamentales, que lo hacen por el bien de los ciudadanos. Y que "no pasa nada". "Aunque tengamos mayoría absoluta, en tiempos como los de ahora no podemos dar la impresión de no escuchar a los demás. Rajoy nos pide permanentemente que estemos en la calle. Pues estemos y escuchemos", sentencia un líder regional.

"Pasemos a hacer política"

Tras esta postura también hay, cuentan quienes la sostienen, cuestiones de estrategia política. "Basta ya de que se diga que somos un partido de gestión. Pasemos a hacer política", reclama un diputado regional. La misma fuente sostiene que la única forma de comprobar si Rubalcaba tiene intención de pactar o realmente "va de farol", como consideran en el Gobierno, es aceptando un encuentro para escucharle y ver sus propuestas. "Se les pide todo por escrito, se estudia y se cuenta a los ciudadanos por qué lo aceptamos o por qué no lo aceptamos. Pero no quedemos como el partido que ni siquiera se sienta a hablar", añade la misma fuente, que recuerda que el proceso también les servirá para "testar el poder" que tiene Rubalcaba en el PSOE. "Por mucho que diga, él por sí solo no tiene ninguna capacidad de pacto porque no pinta nada en el partido. A ver si le dejan hacer", zanja.

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La postura del Gobierno y de la dirección nacional

De hacer patente esta desconfianza hacia la oferta del partido presidido por Alfredo Pérez Rubalcaba se han encargado los máximos dirigentes del PP en la última semana. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, puso el énfasis en la contradicción que, a su juicio, existe entre la oferta de los socialistas y el hecho de que no hayan podido llegar a ningún acuerdo previamente ni en materia de desahucios ni en materia de reforma laboral. Ello le hace sospechar de que realmente los socialistas no quieren compartir el "coste" de las medidas. Así lo puso de manifiesto en un acto con empresarios en el que se le cuestionó a cerca de los motivos por los que, ante la delicada situación económica, los partidos no son capaces de sentarse a hablar.

En una línea similar a su jefe de filas, tanto el vicesecretario de Organización del PP, Carlos Floriano, como el portavoz en el Congreso, Alfonso Alonso, se han mostrado dispuestos a escuchar a todo el mundo pero no ocultaron su desconfianza hacia la oferta. "¿Cómo vamos a fiarnos de un partido con el que teníamos sellado un pacto en materia de justicia y no ha podido materializarse?", exhibía sus recelos un miembro de la dirección del partido. Hasta el ministro de Economía, Luis de Guindos, se ha sumado a este debate. A su juicio, cuando llega el momento de pactar, a los socialistas "se les cae el bolígrafo".