Energía eléctrica

¿Puede una eléctrica garantizar realmente que el suministro a un cliente es '100% renovable'?

Montaje de un aerogenerador en Galicia.

El Tribunal Administrativo de Contratación Pública (TACP) de la Comunidad de Madrid ha dado la razón al Ayuntamiento de Madrid en su particular batalla con las grandes eléctricas. Ha desestimado, según informaba esta semana El Confidencial, los recursos presentados por Iberdrola, Endesa y Gas Natural Fenosa contra la decisión del Gobierno municipal de limitar los contratos de electricidad del ente y ofrecerlos solo a eléctricas que cuenten con la etiqueta A de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que, en teoría, garantiza el origen renovable de la electricidad que comercializan. Sin embargo, tanto este sistema como el de las Garantías de Origen (GdO), base de la decisión del Consistorio, cuentan con limitaciones y ofrecen al consumidor garantías basadas en medias verdades.

Como es lógico y bien sabido, con un mix eléctrico español basado en parte en el carbón, el gas natural y el uranio, las grandes eléctricas no ofrecen ni pueden ofrecermix energía 100% renovable. Pero las comercializadoras pequeñas que sí la ofrecen, y que el Ayuntamiento busca reclutar con su decisión, no pueden garantizar que la electricidad que distribuyen provenga únicamente de generadores eólicos o placas fotovoltaicas. No funciona así.

Para entender por qué un reclamo de una comercializadora con etiqueta A que se venda como 100% renovable no es exactamente lo que parece hay que acudir al sistema de Garantías de Origen, en vigor en España desde el 1 de diciembre de 2007 y bajo el arbitrio de la CNMC. A grandes rasgos, su funcionamiento consiste en que las productoras de energía renovable (y de cogeneración) emiten certificados que afirman lo verde de su producción, y que se traspasan a las comercializadoras. verde

Por lo tanto, cuando estas comercializadoras aseguran que su electricidad es 100% renovable no están afirmando que la energía con la que funcionan los electrodomésticos de sus clientes no provenga de la quema de carbón, porque los kilovatios se mezclan en la red independientemente de su origen. Significa que tienen el mismo número o más de estos certificados que electricidad que distribuyen, en kilovatios. Es decir, que por un kilovatio que venden, un kilovatio se ha generado en plantas de energía renovable.

Por lo tanto, cuando comercializadoras verdes como Gesternova aseguran en su página web que "la CNMC certifica que toda la energía comercializada por Gesternova en 2017 fue de origen 100% renovable", no están diciendo que la electricidad de los hogares o los negocios de sus clientes tenga nulo impacto ambiental. Significa que se aseguran de que el mismo número de kilovatios distribuidos por ellos ha sido generado limpiamente en cualquier punto de España. "Es una obviedad, que sea cual sea la mezcla de tecnologías y su aportación a nuestro sistema eléctrico, físicamente en la red de distribución no puede distinguirse un kilovatio de otro", reconoce el director comercial de Gesternova, Jorge González. Esta empresa, por ejemplo, cuenta con 672 GWh de Garantías de Origen y en 2017 suministró 580 GWh de electricidad, por lo que aún tiene margen para seguir cerrando contratos con clientes sin cambiar ni un ápice el eslogan de 100% renovable.

Fuentes de las grandes eléctricas, en conversación con infoLibre, ponen el grito en el cielo por la decisión del Ayuntamiento de Madrid dado que, por su tamaño, es imposible que cumplan los requisitos. La producción de energía renovable en España es limitada y, por tanto, no pueden respaldar cada kilovatio que comercializan con Garantías de Origen, ya que no hay certificados suficientes para tanta electricidad: algo que comercializadoras más pequeñas sí que pueden ofrecer. Temen, obviamente, por su cuenta de resultados: el contrato con el Ayuntamiento de Madrid es de 82 millones de euros, y un contagio en otras instituciones de esta determinación podría causar un agujero en los beneficios.

Las notas a las eléctricas de la CNMC

El Ayuntamiento de Madrid ha rechazado la pretensión de las grandes eléctricas de presentar sus Garantías de Origen como aval verde porque estos certificados se emiten tanto desde las productoras renovables como de las de cogeneración de alta eficiencia, un sistema de generación de electricidad aún minoritario que aprovecha al máximo cada proceso para generar, además de luz, energía térmica, pero que no es renovable puesto que está ligado al gas natural como combustible. El Consistorio prefiere la etiqueta A de la CNMC, un sistema del regulador para evaluar el impacto ambiental de las comercializadoras en cuanto a emisiones de CO2 o residuos nucleares y que va del sobresaliente A al F, la peor nota. Sin embargo, ambos sistemas están íntimamente ligados.

Según el último informe publicado esta semana por la CNMC sobre el sistema de Garantías de Origen en el mercado eléctrico español durante 2017, la inmensa mayoría de las comercializadoras no ha adquirido ninguno de estos certificados desde la cogeneración, algo reservado a las grandes eléctricas (Endesa, Gas Natural Fenosa, Iberdrola), cuya masa de negocio les obliga, dado el mix actual, a diversificar la producción que comercializan. El informe le pone nota a la actividad de las eléctricas mediante el sistema antes comentado. Ninguna grande tiene más de un B, mientras que las pequeñas alcanzan el A sin problemas. La razón está en que el criterio es el mismo. La adquisición de Garantías de Origen cuenta para nota.

Por lo tanto, una pequeña empresa que tenga tantos certificados verdes de este tipo como kilovatios para vender podría optar a la adjudicación del Ayuntamiento de Madrid porque tiene automáticamente el 1010 de la CNMC: eso sí, siempre que no cuenten con la cogeneración en sus méritos, algo reservado, según el mismo informe del regulador, en exclusiva a las grandes. Y eso no quiere decir que los edificios de la corporación municipal vayan a funcionar desligados completamente del carbón.

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Una medida de presión

El experto en Energía Jorge Morales de Fabra, en conversación con infoLibre, reconoce que sistema tiene un "problema grave" en cuanto puede estar incitando al error a los usuarios, que contratan sus servicios de electricidad con comercializadoras verdes pensando que a sus casas no llega ni un solo kilovatio que provenga de generación sucia. Sin embargo, cree que el sistema de Garantías de Origen funciona "a largo plazo" como "medida de presión", de la mano de decisiones como la del Ayuntamiento. "Si ahora un montón de Ayuntamientos más se suman, sería un incentivador de renovables". Es decir, la exigencia de Garantías de Origen para alcanzar el A de la CNMC provocaría, a su juicio, la apuesta por la instalación de plantas de energía renovable para aumentar los certificados disponibles y, así, ganar más adjudicaciones millonarias.

Morales considera que, de todos modos, las grandes eléctricas no tienen, ni mucho menos, las manos atadas, a pesar de que "es un poco llamativo que empresas como Endesa se queden fuera, teniendo muchos más kilovatios de renovables que otras más pequeñas". Pueden, simplemente, crear filiales y transferirles todas las Garantías de Origen para obtener el A de la CNMCA y concursar, eso sí, al margen de otros posibles requisitos que pongan las instituciones. De hecho, es algo que ya han hecho empresas como Gas Natural Fenosa, que tiene la etiqueta E, pero su filial Gas Natural Fenosa Renovables cuenta con el A. El tiempo dirá, en todo caso, si se asientan estas exigencias entre las instituciones y el peligro para estas empresas es real.

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