El decreto de estado de alarma aprobado el pasado 14 de marzo por el Gobierno desautorizó la libre circulación de los ciudadanos por la vía pública como medida de contención para evitar la propagación del Covid-19. Las restricciones se han ido endureciendo con el paso de las semanas y pocos han sido los salvoconductos que han permitido a los ciudadanos salir de sus viviendas. Entre ellos se encuentran las personas con autismo o TDAH.
La condición de las personas que padecen Trastorno del Espectro del Autismo y conductas disruptivas se ve agravada por la situación de confinamiento derivada de la declaración del estado de alarma, por lo que se les otorga a estos y a sus acompañante la garantía jurídica de poder circular por las vías de uso público y no ser multadas. Sin embargo, son muchos los vecinos que estos días se han propuesto actuar de policía callejera insultando, vejando y señalando a estas personas cada vez que salen a las calles apelando a su irresponsabilidad. Las propias víctimas de estos ataques y sus familiares han denunciado a través de las redes sociales el acoso recibido los últimos días por muchos de sus vecinos. Como medida para evitar estas vejaciones, especialmente hacia los niños, muchos padres han optado por distinguir a sus hijos con un lazo o brazalete azul para indicar que son personas con autismo o TDAH. Sin embargo, las asociaciones y colectivos familiares que han alzado la voz para denunciar esta situación rechazan rotundamente el uso del brazalete azul alegando que supone una estigmatización para estas personas que tienen el derecho y el amparo legal para transitar por la calle.
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Desde la Confederación de Autismo de España no entienden la necesidad de utilizar identificativos para ejercer los derechos que les son inherentes y reconocidos y reclaman la comprensión y el respeto del conjunto de la sociedad hacia las personas con TEA y sus acompañantes en este tipo de salidas.
Ante este escenario, el padre de un niño con autismo ha lanzado un mensaje reivindicativo desde su cuenta de Twitter asegurando que “el lazo azul es un símbolo que hemos elegido para visibilizar nuestro problema ante la sociedad y, especialmente, ante las instituciones que demasiado a menudo nos tienen olvidadxs. Lo hemos elegido voluntariamente. No es un símbolo para "marcar" a nuestrxs hijxs, ni para justificarnos ante nadie. No necesitamos justificarnos por un problema que tenemos, de la misma manera que la gente no elige sufrir o morir por coronavirus. Las cosas suceden y punto.”.
Desde el Gobierno se ha demandado a los ciudadanos que cese el hostigamiento al colectivo TEA, aclarando que sus salidas están permitidas legalmente por razones de salud y desde las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han rogado a los ciudadanos que antes de juzgar o insultar a los viandantes, contacten con ellos para que los agentes correspondientes puedan llevar a cabo las comprobaciones oportunas.
El decreto de estado de alarma aprobado el pasado 14 de marzo por el Gobierno desautorizó la libre circulación de los ciudadanos por la vía pública como medida de contención para evitar la propagación del Covid-19. Las restricciones se han ido endureciendo con el paso de las semanas y pocos han sido los salvoconductos que han permitido a los ciudadanos salir de sus viviendas. Entre ellos se encuentran las personas con autismo o TDAH.