A falta de un año para que se celebren las elecciones generales —salvo adelanto electoral—, hay más dudas que certezas en lo que al futuro de la izquierda del PSOE se refiere. El espacio, ocupado por Unidas Podemos, no tiene claro quién liderará la candidatura, con qué aliados contará y bajo qué fórmula jurídica se presentará. Ni siquiera está claro si la marca Unidas Podemos repetirá.
Una incertidumbre que se mantendrá hasta que la vicepresidenta Yolanda Díaz aclare qué papel quiere jugar en el futuro del espacio y el lugar que le corresponde al resto de partidos. Pese a que tanto Díaz como Podemos —la principal formación del grupo confederal— apelan a la unidad, los reproches entre ambas partes son cada vez más frecuentes y menos disimulados.
Ambos actores difieren del peso que debe tener cada formación dentro de esta potencial alianza. Mientras Díaz reivindica que Sumar, la plataforma ciudadana que articula su “proceso de escucha”, "va a ser el secreto de una nueva coalición progresista", la cúpula de Podemos considera que ellos son el "principal motor" del espacio. Un conflicto que lleva meses enquistado y que, en alguna ocasión, ha tenido eco dentro de la coalición por las diferencias estratégicas entre Díaz, por un lado, y la ministra de Igualdad, Irene Montero, y la de Derechos Sociales, Ione Belarra, por otro. Entre ellas, el envío de armas a Ucrania o la candidatura de Vicky Rosell al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
Si, llegado el momento, Podemos considera que Díaz no les ofrece un “acuerdo justo” y “generoso” de cara a las generales, cabe la posibilidad de que ambos se presenten por separado. Un escenario que, según una reciente encuesta realizada por 40dB para La Ser y El País, acabaría prácticamente con las opciones de la izquierda, ya que sumarían 136 escaños, lejos de los 153 que podrían obtener si Sumar y Podemos fueran de la mano.
Lo cierto es que, si se presentan por separado, esas dos potenciales candidaturas apenas tendrían diferencias ideológicas. Díaz ha ido desgranando propuestas de Sumar en los diferentes actos por todo el territorio y coinciden prácticamente en su totalidad con las de Unidas Podemos. La vicepresidenta segunda asegura que las conclusiones del proceso de escucha no contendrán las bases de un eventual programa electoral, sino que ayudarán a construir un "proyecto de país".
Fiscalidad
Díaz siempre incide en que la fiscalidad es uno de los aspectos clave de su proyecto político. La vicepresidenta es una firme defensora de la “progresividad fiscal” y aboga por medidas como el impuesto de solidaridad a las fortunas de más de tres millones de euros. Díaz también ha defendido en los actos de Sumar los impuestos a la banca, a las eléctricas, a las tecnológicas y a las socimis y ha reclamado acabar con la "deserción fiscal" de los "hiperricos". La gallega apuesta por una “reforma ambiciosa” del sistema fiscal para acabar con la “anomalía española”, que recauda seis puntos menos que la media europea.
Por su parte, Podemos también ha hecho de la reforma fiscal una de sus principales banderas y así lo demostró durante la negociación para los Presupuestos Generales del Estado (PGE). En el programa electoral de 2019 los morados abogaban por la creación de un impuesto para las grandes fortunas y un impuesto a la banca —que se aprobó hace escasos días en el Congreso— y también proponían eliminar los privilegios fiscales de las grandes corporaciones en el impuesto sobre sociedades y bajárselo a las pymes.
Ecologismo
Otra de las reivindicaciones presente en los actos de Sumar es la crisis ambiental y energética. Díaz apuesta por dar continuidad a políticas expansivas que protejan a personas y trabajadores pero también a un modelo productivo respetuoso con el territorio y el medio ambiente. Durante este último año, la vicepresidenta ha tratado de reforzar sus alianzas en Europa con socios verdes que ya desarrollan en distintos gobiernos una agenda social y ecologista. En ese sentido, reclama la creación de "un pacto verde ambicioso" que permita pasar de la "retórica" a la "acción", bajo el compromiso de acelerar la descarbonización de la economía por un modelo "sostenible".
Podemos también apuesta por "implementar una estrategia de reindustrialización verde y economía circular" y así consta en su último programa. Los morados defienden crear empleo en industrias "con un impacto positivo sobre el entorno y actividades de gestión de la contaminación, los recursos y la biodiversidad, con prioridad en las zonas con más problemas de empleo". El principal representante de la formación en esta materia es el coordinador de Alianza Verde, Juantxo López de Uralde, que a su vez también mantiene buena relación con Díaz.
Vivienda
Uno de los elementos centrales del acto de Díaz en Sabadell fue el derecho a la vivienda, que definió como "fundamental". La vicepresidenta segunda desdeñó las propuestas de la banca y las consideró "tibias" tras la subida de los tipos de interés. "La banca se está forrando y ahora les toca colaborar a ellos. Les decimos claramente desde Sumar que no aceptamos esas propuestas, solo aceptaremos que digan que van a congelar las hipotecas", defendió. La vicepresidenta también abogó por aprobar "una ley de vivienda con dignidad" que "no satisfaga los intereses de los fondos de inversión". Recientemente, tras una reunión con representantes sindicales, reclamó la congelación temporal de los precios de los alquileres para los contratos prorrogados.
Podemos también ha batallado por sacar adelante una ley de vivienda, tanto desde dentro del Ejecutivo como a través de la acción parlamentaria. La formación defiende "blindar" este derecho "a través de la Constitución" y "desarrollar legalmente las garantías de su efectividad, conforme al derecho internacional". Para la formación dirigida por Belarra la vivienda ha sido una de sus prioridades esta legislatura, y ella misma ha sido la principal negociadora del espacio. En el primer decreto de medidas contra la guerra, presionaron para establecer un tope del 2% a la subida de los contratos ya vigentes.
Financiación territorial
Tras la reciente visita de Díaz a València, la vicepresidenta puso el foco en la financiación territorial. "Sé que hace muchos años que el sistema de financiación está caducado y la Comunidad Valenciana es la gran perdedora del sistema de financiación", aseguró. La líder de Sumar recordó que su primera intervención cuando llegó al Congreso fue, precisamente, para protestar por esta "injusta financiación". A su juicio, este desigual reparto crea situaciones "agravadas" respecto a otras autonomías y "debe ser corregido".
Una reforma del sistema de financiación autonómica que Podemos también reivindica desde hace tiempo. "El nuevo sistema de financiación autonómica se diseñará en diálogo con todas las comunidades autónomas, de manera vinculada a una reforma fiscal y a la solución del problema de las deudas autonómicas producidas por la infrafinanciación", asegura el programa de los morados de 2019. Los morados proponen que esta reforma se lleve a cabo gracias a un "suelo de ingresos".
Reindustrialización
Otro de los debates que quiere abrir Sumar es la reindustrialización del país. "Es clave que industrialicemos nuestro país. No hay alternativa, la industria tiene que ser sostenible e inclusiva", defendió recientemente Díaz en un acto en Logroño. En ese sentido, afirmó que "desde el equipo de Sumar" prevén presentar "una ley que evite las deslocalizaciones en nuestro país" que no permita que las empresas puedan trasladar su sede "sin devolver hasta el ultimo céntimo de euro público que hayan recibido".
Una problemática que Podemos también aborda en su programa electoral, en el que reclaman "garantías efectivas contra las deslocalizaciones". "Nuestro país necesita una estrategia industrial para expandir y hacer más competitivo este sector, pero también para que gane peso en un contexto global. Cabe señalar que España se encuentra estancada en una proporción del 16 % del PIB de la industria, mientras que el objetivo de la Unión Europea para 2020 era que supusiera el 20 % del PIB", defienden.
España vaciada y pacto rural
Díaz asegura que uno de los retos pendientes es realizar un "gran pacto con el rural", para poder desarrollar "proyectos ecológicos, sostenibles y que garanticen que se pueda vivir en el rural". "Sumar quiere un pacto con el rural, no queremos competir ni confrontar con el campo y la ciudad, queremos un país inclusivo", defiende. En el último acto celebrado en Galicia, la vicepresidenta aseguró que una de las "responsabilidades" que tienen por delante es "custodiar el territorio para protegerlo" y defendió la ganadería extensiva como un "ejemplo de protección sostenible".
Yolanda Díaz cree que la fuerza de Sumar ya trasciende a la de Podemos y confía su proyecto al impulso de la calle
Podemos reclama desde 2019 un Plan Nacional de Desarrollo Rural. "Al tomarlo como una cuestión de Estado, activaremos un plan para revitalizar la estructura social y económica del mundo rural mediante el impulso de las infraestructuras regionales, la localización prioritaria de los proyectos productivos señalados en los tres horizontes y la previsión de líneas de financiación prioritarias para estos y otros sectores, como el sector agrario sostenible, la ganadería extensiva y la pesca artesanal y de bajo impacto", aseguran.
Igualdad
Díaz acudió a la primera presentación de Sumar rodeada de mujeres. De las intervinientes en el acto, la mayoría también lo eran. Esa es la seña de identidad que ha acompañado a la vicepresidenta segunda desde que llegó al cargo, desde donde ha destacado la importancia de feminizar la política. La vicepresidenta segunda es partidaria de llevar esa feminización al lenguaje al utilizar un lenguaje inclusivo. Una acción que también ha trasladado a las empresas al obligar a aquellas que tengan más de 50 trabajadores a tener plan de igualdad.
La Igualdad también ha sido una de las señas de Podemos y el espacio desde el cual Irene Montero ha construido su liderazgo político. El objetivo de la dirigente morada es que la legislatura termine con cinco "grandes proyectos de derechos feministas", entre los que se incluye legislar contra todas las violencias machistas, blindar el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, garantizar el acceso al aborto, consagrar los derechos de las personas LGTBI y hacer del cuidado un derecho reconocido por ley.
A falta de un año para que se celebren las elecciones generales —salvo adelanto electoral—, hay más dudas que certezas en lo que al futuro de la izquierda del PSOE se refiere. El espacio, ocupado por Unidas Podemos, no tiene claro quién liderará la candidatura, con qué aliados contará y bajo qué fórmula jurídica se presentará. Ni siquiera está claro si la marca Unidas Podemos repetirá.