Derechos humanos
El Gobierno deniega el permiso al 'Aita Mari' y deja el Mediterráneo vacío de barcos españoles que rescatan migrantes
La Capitanía Marítima de Pasaia, en Gipuzkoa, denegó este viernes el permiso al buque Aita Mari Aita Mari—operado conjuntamente por Salvamento Marítimo Humanitario y ProemAid— para salir de puerto y acudir al Mediterráneo a realizar su labor de búsqueda y rescate de migrantes y refugiados a la deriva. El organismo, dependiente del Ministerio de Fomento, toma esta decisión dos días más tarde de prohibir también al barco Open Arms —operado por la ONG Proactiva Open Arms— abandonar el puerto de Barcelona para realizar las mismas tareas a la zona SAR del Mediterráneo. De este modo, tal y como confirman fuentes de Maydayterraneo a infoLibre, el Gobierno deja vacía la zona de barcos españoles de rescate. Tan sólo queda el barco alemán Sea Watch 3.
"Han utilizado los mismos argumentos con nosotros que los que utilizaron con el Open ArmsOpen Arms", confirma en conversación con este diario Íñigo Gutiérrez, vicepresidente de Salvamento Marítimo Humanitario, que tacha la decisión de "política". Según recogió Europa Press, la Capitanía Marítima de Barcelona prohibió la salida del barco de Proactiva "hasta que no garantice que existe un acuerdo para el desembarco de los auxiliados con las autoridades responsables de las zonas" concernidas. Es decir, Italia, Malta y Libia. Pero, según, afirma la Unión Progresis de Fiscales, esta exigencia es de "imposible materialización". Lo es porque, desde hace meses, la política migratoria de los dos países mediterráneos se ha basado, únicamente, en el cierre de puertos y en la prohibición de desembarcar a los migrantes y refugiados rescatados en el mar Mediterráneo y porque, además, Libia es un país declarado inseguro para el desembarco por distintos organismos internacionales de derechos humanos.
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Las razones que da ahora el Ejecutivo son las mismas, pero con una diferencia. "Lo hacen de forma preventiva", indica Gutiérrez. "Vienen a argumentar que, como somos un barco similar —porque cumplen la misma función—, vamos a realizar las mismas tareas", explica Gutiérrez. Y como, de nuevo, no está garantizado el desembarco en ninguno de esos tres países, se prohíbe, directamente, la salida al mar. "Moralmente es indecente", denuncia Gutiérrez. "Opinan que lo peligroso para los migrantes no es ahogarse, sino viajar hasta el puerto seguro donde los podamos llevar", denuncia.
Las pasadas navidades, al encontrar todos los puertos cercanos al Mediterráneo central cerrados, el buque Open Arms tuvo que trasladar hasta Algeciras a 300 personas que habían sido rescatadas de una muerte casi segura. Para que no ocurra eso, argumenta el Ejecutivo según Gutiérrez, directamente se impide que el Aita Mari realice las labores de rescate.
Gutiérrez asegura que presentarán un recurso el próximo lunes. No obstante, como es un proceso "muy lento", las ONG valorarán "otro tipo de acciones" como, por ejemplo, "pedir despachos para poder viajar a la zona de Baleares y estar lo más cerca posible de la zona" de rescate SAR. "Este barco aquí no hace nada", lamenta.