El Gobierno quedará aún más diezmado si Alonso es candidato

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Hay ocasiones en las que los tiempos de la política nacional colisionan con los de la autonómica. Es lo que le ocurre al Partido Popular con la convocatoria de elecciones al Parlamento vasco para el 25 de septiembre. Sin el panorama del Gobierno central despejado a la espera de que Mariano Rajoy decida si se somete a la sesión de investidura que establece la Constitución una vez que ya ha sido designado candidato a la Presidencia por el rey, los conservadores tienen que tomar una decisión sobre su candidato a lehendakari. No es una decisión sencilla. El dirigente con más papeletas, el candidato natural para encabezar la lista es Alfonso Alonso, presidente del PP vasco y ministro de Sanidad en funciones. Su nominación implicaría también su marcha del Consejo de Ministros. Sería el tercer miembro del Ejecutivo que deja un ministerio desde que está en funciones.

La Ley Electoral del País Vasco es muy clara al respecto en el punto 3 de su artículo 4, el que establece las causas de inegilibilidad en las elecciones a la Cámara regional. Entre otros representantes públicos, no son elegibles el presidente del Gobierno, los ministros o los secretarios de Estado. De optar el PP por Alonso como candidato a lehendakari, el exministro de Sanidad tendría que dejar su puesto en el Consejo de Ministros antes del 16 de julio, fecha en la que tienen que estar presentadas las listas.

En el Gobierno, en el PP nacional y en el PP vasco admiten que el ministro es la persona mejor ubicada para representar al partido en Euskadi, pero tampoco ocultan que les habría gustado que el Gobierno estuviese ya a pleno rendimiento para poder tomar la decisión de una forma más serena y con todos los elementos sobre la mesa. En este sentido, recuerdan precisamente que el Gobierno ya ha tenido un par de bajas en los últimos meses.

José Manuel Soria, exministro de Industria, dimitió el 14 de abril después de conocerse que estuvo vinculado a una sociedad en el paraíso fiscal de la isla de Jersey. Días antes había estallado el escándalo de los papeles de Panamá. Al estar el Gobierno en funciones desde el 21 de diciembre, era imposible hacer nombramientos. Las funciones de su departamento las asumió el titular de Economía Luis de Guindos. Según la página web de la Moncloa, además de su ministerio tiene encomendado el "despacho ordinario de los asuntos de Industria, Energía y Turismo".

La última baja se produjo la semana pasada cuando Rajoy propuso a Ana Pastor, titular de Fomento, como presidenta del Congreso de los Diputados. En este caso, el despacho ordinario de las funciones de su departamento correspondió a Rafael Catalá, titular de Justicia.

Con Alonso todavía en el organigrama del Consejo de Ministros a la espera de que el PP comunique la decisión oficial en las próximas horas, el gabinete de Rajoy está compuesto por once ministros, contando a la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, también ministra de la Presidencia. Si Alonso se acaba marchando, el porcentaje de ministerios sin titulares al frente sería del 23%.

Rajoy dirá la última palabra

Las fuentes del PP vasco consultadas por infoLibre apuntan que Alonso tiene "altísimas posibilidades" de ser el candidato y que, a priori, no habría gran problema en que uno de sus compañeros del Gobierno asumiese sus funciones. "Se trata de un ministerio que no tiene función ejecutiva", apuntan. Pero la última palabra la tendrá Rajoy, señalan. "Él tendrá en mente los cálculos de cuánto tiempo se va a prorrogar más esta situación de interinidad y de hasta qué punto le interesa trasladar la imagen de un Gobierno en desbandada", añaden las mismas fuentes.

Un miembro de la dirección nacional añade otro elemento en la coctelera: "Si Rajoy quiere contar con Alonso para el próximo Gobierno, también tendrá que despejar ahora la incógnita. Pero también puede querer un líder de largo recorrido para el País Vasco, donde en el PP ha reinado la inestabilidad en los últimos años".

Desde el PP vasco no ocultaron que la convocatoria les había dejado algo sorprendidos. Aunque la decisión sobre su candidatura estaba prevista para finales de julio o principios de agosto, los conservadores estaban a la espera de que se resolviera el panorama nacional, ganando tiempo. Tras conocer el anuncio de Iñigo Urkullu, la secretaria general del PP vasco, Nerea Llanos, consideró que la convocatoria responde más "a un interés particular" del lehendakari y del PNV que "general", aunque pone fin "a un fiasco de legislatura". "No es un momento adecuado para hacer un anuncio de tanto calado", sostuvo en declaraciones recogidas por Europa Press.

"Hay mimbres, hay candidatos"

Llanos admitió que su formación confiaba en que "se despejara antes" la incógnita del Gobierno de España, algo que no será posible ya que el 16 de agosto se deben presentar las listas electorales. "Hay mimbres, hay programas y hay candidatos, buenos y muchos, por lo que hay donde elegir", sostuvo sin decantarse por ningún candidato.

Salvo cambios de última hora, Alonso podría anunciar la decisión del PP vasco sobre el candidato este lunes en una rueda de prensa. Al ministro le pilló el anuncio electoral en el palacio de La Moncloa, donde había acudido a la reunión de los viernes con Rajoy. El líder del PP vasco ya ha telefoneado a algunos de los presidentes provinciales para trasladarles sus primeras impresiones respecto al anuncio de Urkullu. Además de liderar el PP regional, es el líder de los conservadores alaveses. Antón Damborenea preside el PP de Bizkaia y Borja Sémper, considerado uno de los dirigentes con más proyección en el PP, lidera la formación en Gipuzkoa.

Los motivos del PNV

Fuentes del Gobierno vasco sostienen que el principal motivo del adelanto de los comicios es el de alejarlos de unas hipotéticas terceras elecciones a nivel nacional. El bloqueo de las negociaciones tras el 26J les ha llevado a no descartar la posibilidad de que las Cortes se disuelvan sin un candidato a la Presidencia del Gobierno investido. En otro plano, el PNV ha tomado la decisión movido también por los buenos resultados de Podemos en Euskadi en las generales (6 escaños frente a los cinco del PNV). Las elecciones generales son a priori más favorables para el partido de Pablo Iglesias que las autonómicas.

La última encuesta del Gobierno Vasco ubicó a Podemos empatado en escaños con EH Bildu: 17 cada uno. La coalición abertzale tiene ahora 21. El PNV seguiría a la cabeza con 24 escaños, tres menos que en 2012; el PSE, pasaría de 16 a 9 y el PP obtendría 7 frente a los 10 que tiene ahora. Ciudadanos se haría con un escaño y UPyD se quedaría fuera.

Para el PNV el escenario idea sería seguir gobernando con el apoyo del PSE. Si no es posible, no descartan intentar otro tipo de acuerdos, sin descartar a ningún partido.

Maroto: el 'plan B'

Uno de los argumentos que esgrime quienes en el PP tienen claro que el candidato debe ser Alonso son los resultados del 26J para el PP vasco. Si el 20D el PP de Euskadi se hizo con 142.127 votos (11,62%), el 26J mejoró hasta los 147.639 sufragios (12,85%). "Con él al frente el partido ha mejorado", señala un miembro de la dirección del PP vasco.

Otras fuentes apuntan a que Alonso tiene que ser el candidato por "responsabilidad", por mantener la estabilidad del partido. En este sentido, aseguran que el ministro rechazó en varias ocasiones en el pasado liderar el PP de Euskadi y que ahora tiene que asumir el liderazgo de la lista y dar la batalla en el Parlamento.

Desde que ETA dejó de matar, el PP vasco está inmerso en un proceso de redefinición. Su anterior presidenta, Arantza Quiroga, intentó en octubre de 2015 poner en marcha una moción parlamentaria de Libertad y Convivencia en la que se demandaba el "rechazo expreso" a la violencia en sustitución de la expresión "condena", y fue tal el revuelo interno que se montó que acabó dimitiendo. Hay en el PP quien cree que en este proceso tuvo un papel clave el PP alavés, Alonso y sus fieles. Señalan que se la tenían jurada a Quiroga desde que apostó por Llanos como número dos en lugar de por el alavés Iñaki Oyarzábal, responsable nacional de Justicia y Libertades Públicas.

En Génova no cayó nada bien esta batalla interna, sobre todo en el entorno de María Dolores de Cospedal. La secretaria general del PP fue uno de los principales apoyos internos de Quiroga.

No es ningún secreto que en el PP hay sectores que creen que el sitio de Alonso está en Euskadi. Pero también hay quien considera que su entrada en la política autonómica le supondría aparcar su carrera nacional. No son pocos en el PP los que creen que podría jugar un papel clave en el futuro del partido a partir del XVIII Congreso Nacional.

En el PP vasco creen que nada es definitivo y que hay cuestiones que no son incompatibles, como ocupar un puesto en la dirección nacional del partido. Antes de ser ministro, Alonso se sentaba en el Comité de Dirección del PP en su calidad de portavoz del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso.

Si la opción Alonso no cuaja, el mejor ubicado para encabezar la lista del PP en Euskadi es Javier Maroto. En la renovación que hizo Rajoy el pasado verano fue nombrado vicesecretario de sectorial del partido. Es alavés, como Alonso, y también como Alonso ha sido alcalde de Vitoria.

¿Y en Galicia?

Una de las preguntas a las que conduce el hecho de que ya haya fecha para las autonómicas vascas es si el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, va a fijar el mismo día para sus autonómicas. Fuentes de la Xunta consultadas por infoLibre aseguran que el presidente no ha tomado todavía ninguna decisión. Para hacer coincidir ambos comicios, Feijóo tendría que hacer el anuncio como muy tarde el lunes.

El lehendakari, Iñigo Urkullu, informó este viernes al presidente de la Xunta de la convocatoria de las elecciones autonómicas vascas y aseguró que el mandatario gallego aún no ha decidido el día de las gallegas.

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La decisión de informarle se debe a que ambos dirigentes barajaron hace meses la posibilidad de celebrar los comicios de Euskadi y Galicia en la misma fecha, como ocurrió hace cuatro años.

El mandatario gallego había señalado en la mañana de este viernes su intención de hablar "de inmediato" con el lehendakari sobre la convocatoria electoral. Si bien Feijóo había subrayado que ambos tienen la competencia "indelegable" de elegir fecha para los comicios en sus respectivas autonomías, también había manifestado que a ambos les gustaría "coincidir".

"El lehendakari tiene que ejercer sus competencias y el presidente de la Xunta, las suyas. Creo que a los dos nos gustaría coincidir, pero la competencia indelegable de decidir una fecha la tienen los presidentes gallego y vasco, escuchados sus respectivos gobiernos", había señalado Feijóo antes de hablar con Urkullu.

Hay ocasiones en las que los tiempos de la política nacional colisionan con los de la autonómica. Es lo que le ocurre al Partido Popular con la convocatoria de elecciones al Parlamento vasco para el 25 de septiembre. Sin el panorama del Gobierno central despejado a la espera de que Mariano Rajoy decida si se somete a la sesión de investidura que establece la Constitución una vez que ya ha sido designado candidato a la Presidencia por el rey, los conservadores tienen que tomar una decisión sobre su candidato a lehendakari. No es una decisión sencilla. El dirigente con más papeletas, el candidato natural para encabezar la lista es Alfonso Alonso, presidente del PP vasco y ministro de Sanidad en funciones. Su nominación implicaría también su marcha del Consejo de Ministros. Sería el tercer miembro del Ejecutivo que deja un ministerio desde que está en funciones.

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