A partir del minuto 3, los presentes en la cabina del tren Avant que se aproxima a la curva de Angrois en el año 2011, cuando fue inaugurada la línea, ya advierten del peligro que conlleva la brusca frenada de 200 a 80 kilómetros por hora.

A partir del minuto 3, los presentes en la cabina del tren Avant que se aproxima a la curva de Angrois en el año 2011, cuando fue inaugurada la línea, ya advierten del peligro que conlleva la brusca frenada de 200 a 80 kilómetros por hora.

A partir del minuto 3, los presentes en la cabina del tren Avant que se aproxima a la curva de Angrois en el año 2011, cuando fue inaugurada la línea, ya advierten del peligro que conlleva la brusca frenada de 200 a 80 kilómetros por hora.

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