Expectación máxima. Suena casi a frase comodín, pero hoy se cumplía en el desayuno informativo de José Antonio Griñán en Madrid. La acumulación de cuadros de todos los niveles era total, empezando por el secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba. Ante tal audiencia, estaba claro que sus palabras sobre un tema que recorre al PSOE como una maldición, las primarias, iban a ser escrutadas al milímetro. Pero el presidente del partido y de la Junta de Andalucía esquivó las preguntas más comprometidas y sólo esbozó un principio general, que el PSOE debe ser consciente de que aquel candidato que elija, llámese como se llame, tiene papeletas para ser "el presidente del Gobierno".
"Como presidente del partido, si me hablan de primarias, digo juego limpio, neutralidad y que gane el mejor. Como Pepe Griñán, como militante, quiero que acertemos todos porque el que vamos a votar va a ser el presidente del Gobierno. Lo que tenemos que hacer es pensar en la persona, en si tiene capacidad suficiente" para llevar las riendas del país.
Visto el perfil, ¿qué persona? ¿Patxi López, Eduardo Madina, Carme Chacón? El presidente de la Junta no hizo referencia a los tres, ni dijo que esos tres nombres fueran los únicos. "Hay muchísimos más nombres", hombres y mujeres "capaces, con inteligencia y capacidad suficiente". "Por banquillo no nos podemos quejar. La cosa es acertar". Buena parte de ese "banquillo" lo tenía delante, por no hablar de dirigentes de todo peso. El propio Alfredo Pérez Rubalcaba, claro, pero también estaban sentados en el enorme salón del hotel Palace de Madrid Carme Chacón, Óscar López, Emiliano García-Page, Tomás Gómez, Amparo Rubiales, Susana Díaz, Mario Jiménez, José Bono, Cristina Narbona, Trinidad Jiménez, Jaime Lissavetzky...
No será "tan malo" el funcionamiento del PSOE
Griñán había viajado a Madrid bien entrenado. Sabía que mensaje que tenía trasladar era otro, el del gran pacto nacional contra la crisis, y que si se salía fuera del tiesto con un tema tan mediático como el de las primarias, su titular se destruiría. Así que no quiso detenerse mucho en la cuestión interna. Pero también hay otra razón: que Andalucía no tiene aún un candidato por el que apostar, ni tampoco destaca lanzar a su propio aspirante.
El líder de la Junta llamó a parar el permanente runrún, porque esos "fuegos de artificio" hacen "muchísimo daño" al PSOE. Sí incidió en que el partido no puede reinventarse por completo, ni pensar que su fórmula está acabada. Si el PSOE ha gobernado 22 años desde la vuelta de la democracia, será "porque no es tan malo", ni será tan malo "su funcionamiento". Eso sí, añadió, si se quiere hablar de "más democracia interna, que los militantes se sientan más identificados con el partido", le parece "bien". No salió de su boca, con todo, un encendido elogio de las elección por sufragio universal de los afiliados del secretario general, cambio de tercio operado desde Ferraz que ha sorprendido (y molestado) a Andalucía, la federación con más ejército de todo el PSOE.
Sondeos "malos para la política"
Patxi López no descarta presentarse a las primarias del PSOE
Ello conectaba con las primarias experimentales en Galicia que se celebrarán, si nada se tuerce, el próximo 7 de septiembre. Griñán insistió en que nada hay decidido aún, porque el órgano supremo del partido entre congresos, el Comité Federal, no se reúne hasta el 20 de julio. "La decisión que se tome es la que se hará", sostuvo.
Al final del desayuno informativo organizado por el Fórum Europa se le preguntó por la negra sombra de las encuestas, que no sonríen al PP pero tampoco al PSOE. El jefe del Ejecutivo andaluz apuntó que hay que prestar "atención" a los sondeos, pero no "decidir" por ellos, porque por esa regla de tres él no se había presentado en 2012 a candidato a la Presidencia de la Junta, porque le daban como perdedor. Griñán dijo que las encuestas son, sobre todo, "malas para la política", porque captan el desafecto ciudadano.
"No podemos mirar para otro lado –analizó–. Si la gente está cansada de la política, será que no ha respondido a sus expectativas. Hemos roto el principio de esperanza, de ilusión. Si somos capaces de cambiar eso, subiremos sin duda". Ahora bien, no conviene "hacer tabla rasa de todo". E igual que el PSOE no ha de "reinventarse" por completo, tampoco la democracia se debe construir de cero. "Vamos a ser serios, a hacer un examen de lo malo para tratar de mejorarlo", remató.
Expectación máxima. Suena casi a frase comodín, pero hoy se cumplía en el desayuno informativo de José Antonio Griñán en Madrid. La acumulación de cuadros de todos los niveles era total, empezando por el secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba. Ante tal audiencia, estaba claro que sus palabras sobre un tema que recorre al PSOE como una maldición, las primarias, iban a ser escrutadas al milímetro. Pero el presidente del partido y de la Junta de Andalucía esquivó las preguntas más comprometidas y sólo esbozó un principio general, que el PSOE debe ser consciente de que aquel candidato que elija, llámese como se llame, tiene papeletas para ser "el presidente del Gobierno".