Guerra se retrata en 'El Hormiguero': "Ya no se pueden hacer chistes de enanos y homosexuales"
El exvicepresidente socialista Alfonso Guerra volvió este miércoles a la televisión con una entrevista en El Hormiguero para presentar su libro La rosa y las espinas, el hombre detrás del político. El que fuera mano derecha de Felipe González aprovechó la ocasión para insistir en sus criticas a Pedro Sánchez por la ley de amnistía y también para condenar la "censura" que, según el expolítico, reina ahora en España.
"A mí me dan mucha pena los humoristas. Ya no pueden hablar de nada", comenzó Guerra asegurando a continuación que "antes había chistes de homosexuales, de enanos, de todo... y ahora no. Eso es libertad de expresión recogida, es decir, censura".
La exministra de Igualdad, Irene Montero, fue una de las primeras a reaccionar a estas palabras de Guerra. "Lo que hasta ahora era normal, ya no lo es. No es que “los humoristas ya no pueden hablar de nada”, es que ya no nos hace gracia reírnos de otra persona por ser quien es", ha escrito en su cuenta de Twitter que ha matizado que "prueben a reírse del privilegio y no de la discriminación… lo mismo hasta son más felices".
"¿Esos merecen una amnistía?"
En otro orden de cosas, Guerra también ha cargado contra la ley de amnistía pactada entre PSOE y los partidos independentistas catalanes asegurando que esta medida de gracia no la merecen quienes "dieron un golpe de Estado" y considera que "no es sensato" por parte de Sánchez. "En la vida uno puede tener ideas alocadas, pero hay que tener sensatez", ha reprochado. "¿Merecen los que dieron un golpe de Estado, los que dicen continuamente que van a volver a hacerlo? ¿Esos merecen una amnistía? Mi respuesta es no, rotundo", ha manifestado el político sevillano.
De igual forma, ha cargado contra el procedimiento de redacción de la misma, a su juicio "un poco raro". "¿Dónde se ha visto que las leyes las redacten los delincuentes?", se ha preguntado, al tiempo que ha criticado que sean los propios beneficiarios de la ley los mismos que la redactan. "Eso ya la inhabilita", ha considerado.
Dicho esto, ha recordado que la línea oficial del Gobierno y el "único documento oficial" que hay del Ejecutivo en referencia al que redactó el Ministerio de Justicia cuando se ofrecieron los indultos, manifiesta que la amnistía no cabe en la Constitución. "Yo no puedo entenderlo porque no es sensato", ha apostillado, al tiempo que ha recalcado que si él hubiera estado entre los 121 diputados del PSOE para votar la investidura de Sánchez se hubiera ido a su casa.
En otro punto, el exvicepresidente ha censurado además la cesión al PNV de la Seguridad Social cuando solo aglutina el 1,1 por ciento de los votos.
Justicia y Presidencia en una misma cartera
Preguntado por el reparto de carteras en el reciente Gobierno de coalición y, en concreto, por el "poder" que le han otorgado a Félix Bolaños sumando Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Guerra no cree que el problema sea el "poder" sino la "capacidad" del ministro.
Al hilo, ha deslizado que el "problema" es si Justicia y Presidencia "casan bien". "Presidencia es un poco el aparato del Gobierno y Justicia debería ser lo más distante del aparato, lo más equidistante del todo", ha explicado el socialista, advirtiendo de que se puede producir "algún tipo de conflicto".
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En otro punto, Guerra ha sido cuestionado sobre si el PSOE actual se ha "podemizado" a lo que ha respondido de forma contundente que "muchísimo". "Seguramente no son conscientes los militantes, que son gente que siempre hacen un esfuerzo por defender a su partido, que es lógico, pero no lo han entendido aún bien, creo yo", ha apostillado, dejando claro que el "podemismo no tiene absolutamente nada que ver con el socialismo".
En otro orden de cosas, el exvicepresidente se ha mostrado crítico con los pactos del PSOE con EH Bildu a quienes ha presentado como sus "enemigos".
"Estos señores de Bildu, no sé si ellos o su camada, su gente, mataron a gente. Entre ellos a compañeros y muy amigos (...) esos son mis enemigos", ha sostenido, si bien ha explicado que aunque en política prefiere no hablar de enemigos sino de "adversarios" o "rivales", en este caso cuando se trata de "terroristas" y "violentos" son "enemigos".