Ya son quince años con Couso. El 8 de abril de 2003, un carro de combate del Ejército de Estados Unidos abría fuego contra el Hotel Palestina en Bagdad (Irak) –sede de la prensa independiente en la ciudad– y acababa con la vida de tres periodistas, entre ellas la del cámara José Couso. Este domingo, un centenar de personas se concentró frente a la Embajada estadounidense en Madrid para, una vez más, exigir justicia.
Esta vez, la asociación de Hermanos, Amigos y Compañeros de José Couso (HAC José Couso) quiso rendirle un homenaje “más familiar” e intervinieron allegados del cámara de Telecinco, en vez de personas del ámbito de la cultura, periodistas, etc. como en otras ocasiones, explicó su hermano, David Couso.
“José no es un referente, ni esta familia es heredera del No a la guerra”, aseguró Couso para añadir que lo que sí han hecho es llevar quince años luchando. Reconoció que para ellos “no es fácil” tener que seguir pidiendo justicia, pero que, si no lo hicieran, “no se hablaría de José Couso, ni de las mentiras que se contaron para invadir un país, ni por qué atacaron tres señales de prensa”.
Criticó que la Primera Enmienda estadounidense defienda el derecho a la libertad de expresión y que en 2003 no tuvieran reparos en atentar contra “el hotel, Al Jazeera y Reuters”. “José lo único que hace es poner cara a todas esas víctimas anónimas que no la tienen”, añadió. Couso también recordó la reciente muerte de un periodista en Gaza–identificado como prensa– a manos del Ejército israelí: “Cuando nos encontramos con estos casos, recordamos la impunidad que defienden estos gobiernos que hablan de patria y soberanía, pero luego desprecian a los ciudadanos”.
Daniel Galindo también es cámara y fue compañero de José Couso en Telecinco. “Un día como hoy, él vio de frente y nos hizo ver el tanque que lo asesinó”, un momento en el que “todo cambió: el ambiente, las risas, la profesión”, lamentó Galindo. “Aquí seguiremos hasta conseguir que a tus asesinos los mire de frente la justicia”, aseguró.
Jon Galocha denunció que “no interesa” la muerte de su amigo: “Parece que no interesa que se siga exigiendo justicia y así lo demuestra la actuación de políticos a favor de terceros en contra de sus nacionales”. “La reforma del PP de la jurisdicción universal es buena prueba de ello”, añadió. “Dejar impune el asesinato de Couso porque a algunos estados les conviene supondría la aceptación de la barbarie”, criticó Galocha.
También en Ferrol, ciudad de origen de Couso, se celebró este domingo un homenaje en el que Kiko Permuy, tío del periodista, leyó un manifiesto que en Madrid puso voz una amiga de la familia y miembro de la asociación. En él se señaló “la indefensión, el desprecio, el olvido y la indiferencia de los gobiernos de Aznar y Zapatero” que sintieron tras el asesinato de José y criticó que les acusen de “politizar el caso”: “¿Politizar es buscar justicia? ¿Politizar es recurrir todos los archivos de la causa?”.
El Congreso reactiva la revisión de la justicia universal, con el PP abierto a "corregir" algunos aspectos
Por último, habló Maribel Permuy, madre de José Couso, quien se preguntó que “qué se puede esperar de un país que permite las armas de fuego sin control”, en referencia a Estados Unidos. “Mi querido hijo es una víctima incómoda”, aseguró. “Continuaremos luchando y pidiendo justicia delante de esta embajada que está ensangrentada”, afirmó. “José Couso, crimen de guerra”, terminó.
El acto contó con la participación de un graffitero que, a lo largo de las intervenciones, pintó el retrato de José Couso que hace las veces de logo de la asociación. Además, actuaron la batucada Samba da Rua y Rayden, quien insistió en que “la única forma de armarse es de valor” y que “la memoria es el mejor arma”.
El pasado jueves tuvo lugar otro homenaje al periodista con un concierto en la sala Mon Live de Madrid en el que participaron Vetusta Morla, Amaral, Lori Meyers, la M.O.D.A., Zahara, Andrés Suárez y La Peluquera. Las actuaciones estuvieron presentadas por Facu Díaz y las entradas se agotaron en apenas cinco horas.
Ya son quince años con Couso. El 8 de abril de 2003, un carro de combate del Ejército de Estados Unidos abría fuego contra el Hotel Palestina en Bagdad (Irak) –sede de la prensa independiente en la ciudad– y acababa con la vida de tres periodistas, entre ellas la del cámara José Couso. Este domingo, un centenar de personas se concentró frente a la Embajada estadounidense en Madrid para, una vez más, exigir justicia.