Como cada campaña de verano, entre los meses de junio y septiembre, las diferentes administraciones autonómicas ponen en marcha dispositivos especiales para adecuar los recursos y servicios a la demanda asistencial y cubrir los agujeros que dejan las vacaciones del personal sanitario. Entre las medidas más controvertidas de este tipo de planes están la clausura de infraestructuras hospitalarias y la suspensión de servicios sanitarios. Los hospitales públicos españoles cerrarán, de media, alrededor de 10.100 camas este verano, un 11% del total, según cálculos de infoLibre realizados con la información facilitada por consejerías y sindicatos relativas a todas las comunidades, salvo Canarias.
En términos generales, las administraciones autonómicas defienden que la asistencia está garantizada, que los hospitales cuentan con la suficiente capacidad de respuesta ante cualquier eventualidad y que las habitaciones clausuradas se pueden abrir si la presión asistencial lo requiere. Recuerdan, además, que en muchos casos se aprovecha el verano para acometer obras de mejora y labores de mantenimiento en los hospitales que aconsejan hacerse sin presencia de pacientes hospitalizados.
Sin embargo, los representantes de los trabajadores, aunque admiten que en verano se reduce la presión asistencial por la caída de la actividad quirúrgica programada y la reducción de ingresos por patologías de carácter infeccioso, sí sostienen que esa disminución "no es proporcional a la eliminación de recursos", tal y como señala a este diario Manuel Cascos, presidente del sindicato de enfermería Satse. Delegados sindicales de varias comunidades confirman este mismo diagnóstico.
De hecho, en las últimas semanas se han producido colapsos en varios hospitales. Entre ellos, el Ramón y Cajal, Madrid; el del Vendrell, en Tarragona, donde el sindicato UGT denunció que tiempo de espera de los pacientes en los pasillos supera, en algunos casos, las 24 horas; o el de Son Espases, en Palma, donde los enfermeros denunciaron la acumulación de hasta 33 pacientes en una zona de camillas habitualmente reservada para 12 enfermos.
Camas inhabilitadas
Por comunidades, los hospitales del País Vasco y Galicia serán los que, en porcentaje, más camas tendrán cerradas durante este verano. En Euskadi serán alrededor de un millar, el 18% del total, según cifras aportadas por Satse; y en Galicia unas 1.200, el 16%, según datos facilitados por el sindicato CIG, que en un comunicado mantiene que "todo indica" que esta cifra "será similar a la de años anteriores". Ninguna de estas dos comunidades atendió las reiteradas peticiones de infoLibre de confirmación de ambas cifras. Tampoco accedió a dar los datos Navarra, donde Satse calcula que las camas inhabilitadas serán 190, el 13,5% del total.
En Extremadura, por su parte, el Ejecutivo regional confirma que de las 3.000 camas instaladas en sus hospitales públicos se van a ver afectadas este verano "por obras de mantenimiento y reparación en las plantas y unidades donde están ubicadas" unas 400. Es decir, el 13% del total. Un portavoz señala que ningún consultorio o centro de salud se cierra y que se ha reforzado la actividad de urgencias en las zonas de mayor afluencia turística.
En Cataluña, el Departamento de Salud anunció a principios de mes que, de media, durante este verano se quedarán sin servicio 1.638 camas hospitalarias, el 12% del total. En 2014, las camas cerradas fueron más de 3.000. Desde entonces la cifra ha ido descendiendo de manera progresiva. En la Comunitat Valenciana, por otro lado, las camas clausuradas serán, de media, 1.030, el 11% del total. El sindicato CSI·F urgió el pasado junio a la conselleria a reconsiderar estos cierres argumentando que pueden impedir la actividad habitual, incrementar la saturación en los servicios de urgencia y en ingresos, además de retrasar intervenciones quirúrgicas.
Otras cuatro comunidades cerrarán el 10% de sus camas este verano. En La Rioja, según confirma un portavoz, son unas 58 camas de un total de 579 las que "no están activadas", aunque "siguen dispuestas para dar servicio en el momento que lo exija la demanda". En Aragón, también según datos oficiales, el reajuste de la oferta de camas alcanzará, de media, a una de cada diez: permanecerán cerradas 353 de un total 3.565. En Castilla-La Mancha, según datos de Satse, se cerrarán medio millar de camas de un total de 5.229. El Gobierno regional tampoco confirmó esta cifra.
En Asturias, por su parte, un portavoz autonómico se limitó a reseñar que el Servicio de Salud del Principado "realiza durante todo el año una gestión dinámica de las plazas hospitalarias y del resto de los dispositivos sanitarios para que se adecúen en todo momento a las necesidades de la población, siguiendo criterios de calidad y eficiencia". Las centrales sindicales de CCOO, Sicepa y CSI señalan que esta adecuación se traducirá en que los centros sanitarios dejarán fuera de servicio 290 camas, el 10%.
Contrataciones
Tampoco facilita estas cifras la Junta de Andalucía, que mantiene que los recursos "están disponibles siempre y se usan según sea necesario". "No cerramos camas, no cerramos quirófanos, no cerramos plantas, no cerramos consultas, no cerramos centros. Se reorganizan los recursos y la actividad para una mayor optimización en esta época del año y teniendo en cuenta la ocupación que mantengan los centros y la demanda asistencial que se registre", mantiene una portavoz a preguntas de infoLibre.
La empresa que debía vigilar un contrato acabó cobrando medio millón más del Gobierno de Madrid por incumplimiento de contrato
Los representantes sindicales, sin embargo, sostienen que la disminución de recursos sanitarios es una constante durante los últimos veranos en la comunidad, si bien admiten que este verano el cierre de camas está teniendo menos incidencia por la contratación de más de 17.500 profesionales en toda la comunidad, para lo que la Junta invertirá 107,9 millones de euros. Aun así, los hospitales públicos andaluces verán inhabilitadas, de media, 1.400 camas, el 9% del total.
En Murcia, por otro lado, el Gobierno regional informó de que las camas que no estarán disponibles este verano serán el 8% del total, 242 de un total de 3.024. El Ejecutivo autonómico contempla la contratación de 4.845 profesionales, 514 contratos más que en el mismo periodo del pasado año; así como reforzar puntos donde se produce mayor concentración de población con consultas médicas y de enfermería. En Castilla y León también la consejería informó de que se cerrarán 520 de las 7.266 camas este verano, el 7% del total, con las provincias de León y Salamanca como las más afectadas.
En Baleares las camas clausuradas son, de media, 205 de 2.605, el 8% del total; en Madrid, alrededor de un millar de 13.357, el 7%; y en Cantabria 40 de 1.343, el 3%. En todos los casos los datos fueron facilitados por el sindicato Satse, pues ninguna de las consejerías contestó a las reiteradas peticiones de información de este periódico.
Como cada campaña de verano, entre los meses de junio y septiembre, las diferentes administraciones autonómicas ponen en marcha dispositivos especiales para adecuar los recursos y servicios a la demanda asistencial y cubrir los agujeros que dejan las vacaciones del personal sanitario. Entre las medidas más controvertidas de este tipo de planes están la clausura de infraestructuras hospitalarias y la suspensión de servicios sanitarios. Los hospitales públicos españoles cerrarán, de media, alrededor de 10.100 camas este verano, un 11% del total, según cálculos de infoLibre realizados con la información facilitada por consejerías y sindicatos relativas a todas las comunidades, salvo Canarias.