ENTREVISTA CON EL SECRETARIO DE ESTADO DE MEDIO AMBIENTE
Hugo Morán: “El PP se coloca en rebeldía frente a la sentencia europea sobre Doñana”
Temperaturas en abril propias de agosto, una sequía galopante, incendios de envergadura en Asturias... La emergencia climática es una realidad cada día más dura en España. El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, subraya que se está constatando que la península ibérica es uno de los puntos más vulnerables al impacto del cambio climático y, por eso, hay que acelerar los planes de adaptación.
Morán asegura que el sistema está preparado para que no falte agua para el consumo humano, pero hace una llamada al uso responsable durante este tiempo de sequía. Se muestra tajante respecto a la proposición de ley impulsada por el PP y Vox en el Parlamento andaluz sobre Doñana. Y lamentan que los populares estén "rebeldía" frente a la sentencia europea y arrastren al grupo parlamentario europeo de los conservadores. El único camino, incide, es que el partido de Alberto Núñez Feijóo vuelva al Estado de Derecho.
Se ha vivido durante estos días un episodio de calor en España con temperaturas en abril como si fueran de verano. ¿Qué está pasando? ¿Es irreversible? ¿A qué nos enfrentamos?
Sinceramente nos estrellamos con una evidencia respecto a la cual la comunidad científica venía advirtiendo desde hace bastante tiempo. En el caso de nuestro país, es la constatación de que la península Ibérica y el Mediterráneo son unos de los puntos calientes más vulnerables al impacto del cambio climático. El único error que venimos cometiendo es el de no ser capaces de entender los ritmos a los que se está produciendo. Hay proyecciones que en principio se anticipaban a 2050 y ya han caído sobre nuestras cabezas.
Ante esta situación, ¿qué está haciendo el Gobierno? ¿Qué medidas está tomando?
Intentamos acelerar los ritmos de una estrategia de adaptación que va a tener que ocupar a este país, al conjunto de las administraciones, al sector productivo y a la ciudadanía durante bastante tiempo. La primera medida que adoptó el Gobierno fue la declaración de la emergencia climática y ambiental. A raíz de ahí, todo un rosario de intervenciones en materia normativa para trasladar de manera transversal al conjunto de acción del Ejecutivo la prioridad de acción frente al cambio climático: desde un cambio radical del patrón energético del país, que España lidera a nivel mundial, hasta la modificación de la estructura de planificación hidrológica, pasando por la estrategia de protección de la biodiversidad o la restauración de la naturaleza.
Hay un gran pacto sobre el clima, que no es de Estado, que es global y se sustenta bajo el acuerdo de París. Excepto en aquellos ámbitos donde el negacionismo intenta abrir brecha, no ha supuesto hasta el momento un escenario de disputa político
¿Esta emergencia climática debería convertirse en un pacto de Estado y dejarse fuera de la lucha partidista?
En realidad deberíamos dar por supuesto que así lo es. Hay un gran pacto, que no es de Estado, que es global y se sustenta bajo el acuerdo de París. Excepto en aquellos ámbitos donde el negacionismo intenta abrir brecha, no ha supuesto hasta el momento un escenario de disputa político. Desde el ámbito global, donde se ha conseguido construir con mucho trabajo a lo largo de mucho tiempo y probablemente con carencias, hasta el ámbito local, donde los ayuntamientos van adoptando decisiones de planificación urbanística, esto constituye el eje central de la acción de los gobiernos. Luego puede ser más o menos ambicioso el plan de actuación de un Gobierno. En el caso de España entendemos que la seguridad será mayor cuanto más ambiciosos seamos.
Me preocupa de verdad que esa anomalía negacionista que significa Vox está arrastrando al PP
Dice que hay un pacto global, pero sí escuchamos discursos negacionistas en España, como el del vicepresidente de Castilla y León. ¿Le preocupa ese discurso de Vox?
Por supuesto que me preocupa. En su momento se escenificó una gran preocupación a nivel global cuando la administración norteamericana con la irrupción de Trump apartó a EEUU del tratado internacional. Eso anticipaba un serio problema de alcance global. Es evidente que no se limitaba a Estados Unidos. Hay tentaciones de este tipo que afloran en distintos países y en distintos momentos. Y lo que me preocupa de verdad es que esa anomalía negacionista que significa Vox en nuestro país está arrastrando al PP en esa dirección.
Se está produciendo una sequía apabullante en todo el país, ¿hasta cuándo durará?
España ha vivido episodios de sequía incluso más virulentos que este. Pero eso no es consuelo. Nos ha servido a lo largo del tiempo para ir aprendiendo e incorporando herramientas de respuesta para situaciones extremas. En estos momentos nos encontramos con anomalías muy visibles y llamativas, como las altas temperaturas o los incendios de envergadura en el norte de España. Es un país muy acostumbrado a vivir con las sequías. El problema ahora mismo es que parece que no se trata de episodios puntuales, sino que vemos cómo se va asentando una senda de temperaturas crecientes, disminución de precipitaciones y acortamiento de estaciones lluviosas. Nos obliga a acelerar nuestra capacidad de adaptación y repensar algunos modelos de gestión instalados sobre unas previsiones de disponibilidad de recursos, especialmente de agua, que no se cumplen, sino que incluso se invierten.
¿Hay que cambiar el modelo de gestión de agua que tiene España?
Más que cambiarlo, de lo que se trata es de aplicar el modelo del agua que hemos construido. Acabamos de cerrar un ciclo de planificación, que incorpora por primera vez, con carácter transversal y como elemento director, el fenómeno del cambio climático. A partir de ahí diseña un conjunto de medidas en todos los ámbitos, desde la restauración de ríos hasta la dinámica de la mejora de la capacidad de reaprovechamiento de agua. Y una cuestión muy importante, que necesitamos explicar para una mejor comprensión, es que por primera vez en un periodo de planificación se reduce la disponibilidad de agua para recursos económicos, sencillamente porque el cambio climático nos dice que vamos a tener menos agua. No podemos seguir construyendo una ficción de que podemos seguir generando más usos vinculados al agua cuando vamos a tener menos.
No podemos seguir construyendo una ficción de que podemos seguir generando más usos vinculados al agua cuando vamos a tener menos
¿Habrá restricciones durante los próximos meses de agua para consumo humano?
Los grandes sistemas de abastecimiento dependientes de las demarcaciones hidrográficas competencia del Estado no anticipan que vaya a haber problema en abastecimiento. Es cierto que en algunas demarcaciones, competencia de comunidades autónomas, parece que empieza a haber algunos problemas, y no es menos cierto que sí vamos a vivir a lo largo de los años algunos problemas de abastecimiento en aquellos territorios que están desconectados de los grandes sistemas de abastecimiento. Pero con carácter general y como mensaje al conjunto de la ciudadanía el sistema a nivel global en el país está en condiciones de garantizar el suministro de agua potable para el consumo humano. No quiere decir que debamos bajar la guardia. Tengo que hacer un llamamiento al uso responsable del agua especialmente en estos momentos.
¿Tienen previsto desde la Vicepresidencia de Transición Ecológica llevar al Consejo de Ministros algún tipo de medida por la sequía?
La normativa que establece la gestión de las sequías en el país, que estamos revisando en estos momentos, prevé decretos de sequía cuando las condiciones lo requieren y en las demarcaciones que lo requieren. En estos momentos, la demarcación del Guadalquivir ya ha solicitado la tramitación de un decreto de sequía en el que se está trabajando.
El ministro de Agricultura, Luis Planas, ha pedido a Bruselas activar el fondo de emergencia de la PAC. Hay problemas entre los agricultores y ganaderos y se están perdiendo cosechas. ¿Hay que planificar un cambio en el modelo agrícola y de cultivos?
El modelo agrícola está en permanente evolución y modernización con nuevas tecnologías. El cambio climático es uno de los aceleradores. Allí donde tenemos una necesidad más urgente de intervenir es en el ámbito en el que el agua se convierte en un factor limitante. En ese sentido, y ya se está haciendo en algunos sitios, se están poniendo en marcha actuaciones que implican restricciones en relación con los usos y esto termina generando cambios en las prácticas. Estoy pensando, por ejemplo, en la declaración del acuífero de Cartagena en riesgo. Esto ha conllevado una acción muy contundente de cierre de explotaciones que no contaban con concesión. Y esto ha implicado el salto de una agricultura de regadío al retorno a una de secano. La adaptación del sector agrario al cambio climático va a ser inevitable. Lo está siendo ya.
La Junta de Andalucía critica que el Gobierno central no se quiere reunir con ellos por el tema de Doñana. Usted lo hizo telemáticamente y presencialmente en los últimos meses con el consejero de Medio Ambiente, Ramón Fernández-Pacheco, ¿no?
Por supuesto. Esto es más una maniobra de distracción. No es un problema que se resuelva con que dos personas se sienten en un momento determinado a hablar. Se lo he recordado por activa y por pasiva: aquí hay modelos de diálogo que están para ser puestos en práctica. En el caso concreto de Doñana, hay dos modelos claramente identificados. En la parte que le toca a la Administración General del Estado, corresponde aplicar el 90% de medidas marco a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir a través de la planificación. De hecho, la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE que condenó a España tiene como base principal que el plan hidrológico de 2015 no recoge las medidas necesarias para revertir la situación.
Lo que ha hecho la Junta es trasladar unilateralmente al Parlamento andaluz una modificación legislativa de un alcance inédito sobre Doñana
Lo que hemos hecho es atender al cumplimiento de la sentencia con un plan a lo largo de cuatro años a través de tres procedimientos de información pública sucesivos, en los distintos órganos de participación de la Confederación con las administraciones competentes y los sectores afectados. La constante ha sido el diálogo y la aportación de ideas. A lo largo de estos cuatro años, el Gobierno de Andalucía en ningún momento apuntó su voluntad de aumentar la superficie de regadíos en el entorno de Doñana. Lo que hace la Junta es trasladar unilateralmente al Parlamento autonómico una modificación legislativa de un alcance inédito. Nosotros hemos venido practicando el diálogo desde el minuto uno y vamos a seguir practicándolo. Lo que sorprende es que pida diálogo la administración que ha hecho saltar por los aires los espacios de diálogo. El Consejo de Participación de Doñana se enteró por los medios.
¿Qué le ha parecido que el PPE europeo, a través de Manfred Weber y de Dolors Montserrat, acuse a la Comisión Europea de electoralismo y de ponerse "la camiseta roja" de Pedro Sánchez?
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Es probablemente el último de los despropósitos que han ido encadenándose en torno a la primera toma de decisión de la tramitación legislativa exprés. Rompe con una dinámica que hasta ahora se había respetado. El plan de la corona forestal de Doñana, que ahora se pretende modificar por vía rápida, se aprueba por una inmensa mayoría en el Consejo de Participación de Doñana, en el que estaba el Gobierno de la Junta entonces del PSOE y el de España del PP. La razón de romper el acuerdo la tiene que explicar quien la ha roto. A partir de ahí, se han ido volando todos los espacios del acuerdo. Ahora, llegando al límite, se dinamita el ámbito del respeto institucional de la Comisión Europea. Por cierto, la CE lo único que hace es velar por el cumplimiento de una sentencia. El PP se coloca en estos momentos en rebeldía frente a una sentencia, algo inédito en un Estado de Derecho. El PP, que tanto habla en sus discursos de que hay que sacar a los antisistema del Parlamento, tiene que explicar en estos momentos cómo es posible que se coloque en situación de rebeldía frente a una sentencia del TJUE y que, además, arrastre detrás al propio PPE.
¿Sólo tiene solución si retiran la proposición de ley?
La única posibilidad que tiene el PP de volver a la senda del Estado de Derecho es acatar los términos de cumplimiento de la sentencia. Se lo ha dicho ya la Comisión Europea: esa iniciativa parlamentaria va en contra de la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea. No veo otra senda más que la vuelta al Estado de Derecho. A partir de ahí, utilizar los cauces que hay habilitados. Se lo vuelvo a repetir al Gobierno de Andalucía: el Consejo de Participación de Doñana nunca ha vetado ninguna propuesta, siempre ha estado abierto al diálogo. Es el espacio al que hay que volver, pero previamente hay que acatar las reglas del Estado de Derecho.