El último fin de semana de mayo muchos turistas estarán ya en sus tumbonas en Andratx, enfilando la noche en Ibiza, cenando plácidamente en el puerto de Maó o subidos en el tren hacia Sóller. Pero el 28M será una jornada de vértigo en Illes Balears, no por marejada, sino por las urnas. Unas elecciones autonómicas muy reñidas y que servirán también como trofeo a nivel nacional.
El PP aspira a volver a tener el Ejecutivo autonómico, dominado por las izquierdas desde 2015, a pesar de ser una comunidad tradicionalmente apegada a la derecha (ha gobernado veinte años el archipiélago frente a los 16 de la izquierda). Actualmente existe un Gobierno liderado por Francina Armengol, del PSIB, junto a Més y Podem. En las pasadas elecciones de 2019, los socialistas fueron la primera opción, con 19 escaños, por delante del PP (16). Luego se situaron Podemos-EUIB (6), Ciudadanos (5), Més (4), Vox (3), PI (3), MxMe (2) y Gent per Formentera (1).
Y el escenario está muy reñido para este 28M, con las encuestas sin ponerse de acuerdo. El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) publicó el pasado mes de diciembre su encuesta preelectoral, dando al PSOE la primera posición, con una intención directa de voto del 23%. El PP se situaría muy por debajo, en segunda posición, con un 15,3%. A continuación estarían Unidas Podemos (6,8), MÉS (3,1), Vox (2,8) y PI (2,3). Ciudadanos se quedaría en un 1,5% y Més per Menorca en un 0,9%. Con un dato muy relevante: uno de cada cuatro ciudadanos no sabe todavía qué papeleta cogerá.
La encuesta del Instituto Balear de Estudios Sociales para Última Hora publicada a finales de enero situaba al PP como ganador en escaños, pero con la izquierda podía reeditar el Govern con un gran pacto. Los populares y Vox estarían al acecho, y con la incógnita clave de si aguantará la formación insularista PI, al borde del 5% necesario. El otro elemento de vértigo, señala el sondeo, es lo que pase con el diputado por Formentera, que podría ser decisivo ante una balanza tan ajustada.
El PSOE: "Tenemos cierta ventaja sobre PP-Vox"
En el PSIB sostienen que, frente a las “contaminadas” encuestas de algunos medios, la situación “está bien”: “Tenemos confianza, eso no significa que vayamos confiados. Fuentes de la dirección socialista balear remarcan que volverán a repetir las izquierdas, según sus datos internos, barómetros y análisis que manejan. “Tenemos cierta ventaja sobre la coalición PP-Vox”, resumen.
Los de Francina Armengol también ven un punto fuerte: sus candidaturas municipales son potentes, especialmente en los grandes municipios de la isla de Mallorca. Ven, en cambio, “una importante debilidad territorial del PP”.
En el PSIB defienden que Armengol, pese a llevar ya dos legislaturas, tiene tirón electoral. “Se valora su gestión, es empática”, explican en su entorno, en el que se pone de relieve que la situación económica es “muy buena”, con una “temporada turística extraordinaria, con niveles de empleo muy altos”. Por el momento no temen que en los partidos a su izquierda haya un desplome, como sí puede pasar en otras autonomías, y analizan que la polarización del PP y de Vox puede movilizar a los votantes nacionalistas y de Podemos. “Van a aguantar”, apostillan las fuentes consultadas, para añadir: “El único que no va a aguantar es Ciudadanos, sus electores se van para el PP e incluso puede venir otra parte a nosotros”, subrayan.
Para hacer otra reflexión a continuación en el PSIB: “La única opción que tiene el PP es que haya una oleada a nivel nacional”. Pero lo ven muy difícil, y dicen que esto sería más posible en unas generales, pero que en autonómicas no es una circunscripción única. Reconocen que en Ibiza es donde están más fuertes los de Feijóo, pero ahora ha saltado la imputación del presidente 'popular' del Consell. Apostillan las fuentes: “Lo han borrado de la campaña, no le dan ningún protagonismo, temen efecto negativo por la corrupción”.
En el PSOE balear han diseñado una campaña “muy pegada al territorio” y creen que la gente valorará la gestión durante la pandemia y ante los efectos de la guerra de Ucrania, además de medidas como la ley del turismo, que ha servido para mejorar las condiciones de los trabajadores. Esperan contar con la máxima presencia de Pedro Sánchez (Francina Armengol siempre estuvo a su lado en el partido) y de los ministros, pudiendo vender temas como la aprobación del régimen fiscal. “Para nosotros ha sido un éxito histórico”, añaden. Sostienen que el empresariado lo reconoce también y que pueden definirse como “la verdadera locomotora”.
Los estrategas del PP ven posibilidades
Illes Balears está en la lista de las comunidades gobernadas por los socialistas en las que los estrategas del Partido Popular creen tener posibilidades de ampliar su cuota de poder territorial. La victoria en solitario es un sueño irrealizable en una comunidad políticamente muy fragmentada, pero la suma con Vox les sitúa, según la mayoría de las encuestas, a pocos escaños de la mayoría absoluta.
Más cerca, siempre según los sondeos, tendrían la alcaldía de Palma de Mallorca, también con el permiso de la extrema derecha. La candidata conservadora por Balears, la diputada Margalida Prohens —los suyos la llaman Marga—, debe casi todo su peso político a Pablo Casado, que fue quien la aupó a su núcleo de confianza en 2018 con la vista puesta en recuperar una comunidad que se les resiste desde el año 2015. Alberto Núñez Feijóo, sin tiempo para buscar un relevo, la ratificó al frente de la candidatura para el 28 de mayo.
Prohens tiene 40 años, es licenciada en traducción e interpretación y máster en comunicación, y lleva en cargos públicos en política desde que cumplió los 28. Entonces el PP todavía gobernaba el archipiélago con José Ramón Bauza como presidente. Esta será su primera oportunidad como aspirante a la Presidencia de Illes Balears.
El PP mira a Vox
Si sus votos son decisivos, Vox ya ha dejado claro que repetirá la estrategia que les abrió las puertas del Gobierno de Castilla y León. Eso significa que exigirán una proporción del Ejecutivo acorde a su contribución a la mayoría, además de la Presidencia del Parlamento, bajo amenaza de que Prohens pierda la investidura.
La candidata del PP no pondrá pegas. Desde hace meses utiliza el mismo argumento que utilizó Alfonso Fernández Mañueco en Castilla y León: emplaza al PSOE a facilitar su investidura si la conservadora acaba siendo la lista más votada y evitar así que Vox entre en el Govern. La presidenta Armengol “exige un cordón sanitario a Vox y desde el PP le pedimos que diga qué hará para que Vox no gobierne, si es lo que quiere”, declara Prohens siempre que le preguntan.
En su contra pesa la decisión de respaldar a Vicent Marí como candidato a la reelección como presidente del Consell d’Eivissa después de haber sido imputado como autor un presunto delito de prevaricación administrativa, tráfico de influencias y coacciones tras una querella formulada por el Ministerio Fiscal. Uno de los casos que los demás partidos, en especial el PSOE, están aireando como prueba de la doble vara de medir del PP.
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Los morados esperan conseguir, como mínimo, el resultado que obtuvieron en 2019 con seis escaños en el Parlament, decisivos para la formación del Gobierno. En ese sentido, creen que la ciudadanía ha sabido reconocer el papel que ha jugado su partido en el Ejecutivo pese a que su principal cara visible, Juan Pedro Yllanes, ya no se volverá a presentar. Él ha sido el conseller de Transición Energética, Memoria Democrática y Sectores Productivos y también ha destacado por ser una de las figuras más críticas con la dirección presidida por Ione Belarra. Su candidata para mayo será Antonia Jover, actual diputada en el Congreso.
A nivel de alianzas, Podemos y Esquerra Unida (EU) repetirán marca electoral bajo el nombre de Unidas Podemos. Un pacto que se fraguó en el año 2015, cuando las tensiones entre IU y Podemos a nivel nacional eran más que palpables y que se volvió a ratificar en 2019. Ambas formaciones han hecho especial hincapié en este mensaje de unidad frente a la alternativa que supondría un gobierno del PP y Vox.
Desde Podemos aseguran que la relación con Més es buena, pero no hay posibilidad de alianza ya que Més se reivindica como una fuerza autónoma con pedigrí autonómico. Los morados no se han sumado al Acuerdo del Turia incentivado por Íñigo Errejón, de Más País, y Joan Baldoví, de Compromís. Este acuerdo implica que, durante la campaña, ambos portavoces participarán en los actos de Més en las islas, al igual que otras formaciones como la Chunta Aragonesista o Coalición por Melilla y MDyC, de Ceuta.
El último fin de semana de mayo muchos turistas estarán ya en sus tumbonas en Andratx, enfilando la noche en Ibiza, cenando plácidamente en el puerto de Maó o subidos en el tren hacia Sóller. Pero el 28M será una jornada de vértigo en Illes Balears, no por marejada, sino por las urnas. Unas elecciones autonómicas muy reñidas y que servirán también como trofeo a nivel nacional.