Los indecisos, la influencia del debate y las encuestas, los medios más influyentes: lo que dice el CIS postelectoral

Poco más de dos meses han transcurrido desde los comicios del pasado 10 de noviembre. Una cita que llegó tras la imposibilidad de formar Gobierno y que despertó en el bloque de izquierda la necesidad de alcanzar acuerdos. El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha publicado este jueves su Barómetro Postelectoral, cuyo trabajo de campo se realizó entre el 29 de noviembre y el 19 de diciembre. Por aquel entonces el Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos era todavía una posibilidad de futuro, el diálogo con ERC apenas había avanzado y la derecha trataba de blindar su oposición a la investidura del candidato socialista.

En ese contexto, 4.800 ciudadanos respondían a las preguntas formuladas por los encuestadores del CIS. Estas son algunas de las claves que arroja sondeo:

Los medios más influyentes y el poder de las redes

El CIS aborda de manera exhaustiva todos los procesos que rodearon a la convocatoria electoral del 10N, incluida la campaña. En ese escenario, los encuestadores dedican un espacio importante a los medios de comunicación como canal para conocer los detalles de cada partido y sus propuestas.

Una mayoría del 56,5% señala a la televisión como principal plataforma para estar informado, seguida a distancia por la prensa en formato digital (9,7%); la prensa impresa (6,5%); las redes sociales (6,1%) y finalmente las radios (5%).

Los cruces por variables sociodemográficas revelan que la televisión es la opción preferida en todos los rangos de edad, aunque especialmente entre los más mayores (el 65,8% de los mayores de 65 la señalan). La brecha generacional se constata también en la prensa impresa, elegida en su mayoría por personas de 65 años (9,2%), mientras que la prensa digital es la opción por la que se inclinan mayoritariamente las personas de entre 25 y 34 años (15,6%). La radio, por su parte, predomina entre quienes tienen entre 45 y 54 años (7,1%) y las redes sociales entre los jóvenes de 18 a 24 años (20,1%).

También las variables políticas expresan particularidades a la hora de escoger los medios de comunicación. Los votantes del PNV fueron los que eligieron de manera más reiterada la prensa impresa como opción favorita (20%). La prensa digital, en cambio, fue escogida especialmente por los votantes de Más País (30,4%). La televisión es la opción de los electores socialistas (66,1%) y de los conservadores (67%). Con la radio se quedan, por otro lado, sobre todo votantes de ERC (8,7%) y con las redes sociales los simpatizantes de Unidas Podemos (15,9%).

De entre quienes escogen prensa impresa como opción, un 20,9% se queda con El País; un 9,2% con La Voz de Galicia; un 8,6% con El Mundo; un 8,4% con La Vanguardia; un 5,6% con ABC y un 4% con el Periódico de Catalunya. Y frente al papel, los soportes online van ganando terreno. Los entrevistados que se decantan por este formato mencionan, más allá de las versiones web de los medios tradicionales, a siete nativos digitales como opción preferida. Un 3,4% cita a eldiario.es; un 2% a El Confidencial; un 1,3% a Okdiario; un 0,6% a El Español; un 0,5% a infoLibre; un 0,3% a El Independiente y un 0,2% a El Imparcial.

Los ciudadanos que se quedan con la televisión como principal canal de información lo hacen mayoritariamente con la pública. TVE es mencionada por el 25% de ellos, seguida por La Sexta (20,9%), Antena 3 (18,9%) y Telecinco (12,8%). Y con respecto a la radio, los que la sintonizan prefieren escuchar la Cadena Ser (29,4%), por delante de otros canales como la Cope (18,1%), Onda Cero (13,8%) o RNE (11,6%).

Lo cierto es que la encuesta postelectoral confirma el crecimiento de las redes sociales no sólo como canal de ocio, sino también de información. A la pregunta sobre qué sitios de internet han elegido para estar informados, un 31,6% señala a los medios de comunicación pero un 24,7%, pisándole los talones, se queda con las redes sociales.

Debate y encuestas

El CIS pregunta también sobre el debate electoral televisado entre los cinco principales candidatos. Un 28,1% de los encuestados reconoce que "ni lo vio ni tuvo referencias de él", mientras que un 26,7% dice haberlo visto "en parte" y un 24,4% "entero o casi". Y entre quienes lo vieron, la mayoría (23,3%) señala a Pablo Iglesias como ganador. Por detrás, un 15,3% otorga el oro a Pedro Sánchez; un 14,7% a Santiago Abascal; un 9,4% a Pablo Casado y tan solo un 4,2% a Albert Rivera.

El debate sirvió para alterar la intención de voto del 4,2% de los telespectadores que lo vieron. ¿Y en qué sentido cambió su voto? El 56,6% pensaba votar por un partido y cambió su elección. Por contra, el 16,3% se reafirmó en votar al candidato que tenía en mente, una decisión que se produjo especialmente entre electores de ERC (50%) y de En Comú Podem (50%).

Los encuestadores preguntan a la población, igualmente, sobre los resultados de las encuestas previas a los comicios y su impacto a la hora de acudir a las urnas. En ese sentido, un 54,6% de los entrevistados dice haber tenido conocimiento de los resultados de las encuestas y, de ellos, el 9,9% reconoce que influyó mucho o bastante a la hora de decidir su voto. ¿En qué sentido? Un 32,1% responde que "le animaron a votar", mientras que un 32% admite que "reforzaron su decisión de votar por el partido que pensaba". En el primer grupo destacan los votantes de Más País y ERC. En el segundo, los de Unidas Podemos y En Comú Podem.

Igualmente, un 10,5% reconoce que las encuestas fueron decisivas a la hora de decantarse por el partido al que iba a votar y un 3,9% subraya que le animaron a abstenerse.

MOTIVOS PARA VOTAR E INDECISOS

Los ciudadanos que han participado en el sondeo perfilan algunas de las razones por las que escogieron a un determinado partido. Así, el 66,1% asegura que por convicción, mientras que el 21,1% admite haber tenido ciertas dudas. El 6,4% cree que la opción escogida se trataba del "mal menor" y el 5,5% sostiene que lo hizo "para evitar que pudiera ganar otro".

Entre quienes se acogen a su convicción, destacan los votantes de ERC (83,7%) y de JxCat (80,7%). Por el contrario, los votantes menos convencidos fueron los de Ciudadanos (44%) y Más País (53,1%). En cuanto a los que reconocen ciertas dudas, predominan los electores de Ciudadanos (42,9%), muy por encima de los demás. A ellos les sigue Más País (27,6%) y En Comú Podem (25,5%).

Los votantes de Ciudadanos (8,7%) y del PP (8,1%) responden, por encima de los demás, que su partido se trataba del mal menor. Y por último, los que optaron por sumar fuerza para evitar que pudiera ganar otro partido se encuentran, mayoritariamente, más próximos a Más País (11,9%) y Vox (8,1%).

En cuanto a los tiempos a la hora de decidir el voto, el 74,2% de quienes votaron por un partido o coalición (descartando por tanto el voto en blanco, nulo o abstención) afirma que su decisión fue meditada y previa a la campaña electoral (el 52,1% sobre el total de entrevistados). Y la mayoría de los electores que tenían decidido su papeleta votaron al PNV (86,7%), seguido de ERC (86,6%) y PSOE (81,1%).

Por detrás, el 10,4% de quienes votaron (7,3% del total de ciudadanos mayores de 18 años) lo decidió durante la última semana de campaña. Por su parte, el 9,8% de quienes elegieron una papeleta (6,9% del total del censo) lo resolvió al comienzo de la misma y el 5,5% (3,9% del total) tomó la decisión el mismo día de las elecciones. En todos estos grupos destacan Más País y Ciudadanos.

Aquellos que lo decidieron el mismo día de la cita electoral explican las razones que les ayudaron a decantarse. El 62,2% habla de "la intuición del último momento" y el 6% menciona a las encuestas electorales a pie de urna como elemento decisivo. Otro grupo, formado por el 4% y el 2,3%, hace alusión a "la disposición de las papeletas" y al "aspecto de los interventores y apoderados".

Abstencionistas

Aquellos electores que decidieron no participar en los comicios también han sido sujeto de estudio por parte de la institución. Entre los motivos escogidos, un 84,7% argumenta la falta de voluntad para ir a votar, mientras que el 14,4% sostiene que no pudo. Sobre la población total, quienes afirman no haber querido votar el pasado 10N constituyen un 10,7%, mientras que aquellos que no pudieron fueron un 1,8%.

Respecto al momento en que los abstencionistas decidieron no participar, el 42,6% señala que tomó la decisión antes de la campaña, el 29,2% asegura que nunca vota y el 10,9% apunta al principio de la campaña como momento clave. El 8,5% sostiene que fue durante la última semana de la campaña y el 7,6% reconoce que dudó hasta el último momento. Sobre el total de encuestados, el porcentaje se redimensiona: el 4,6% decidió no votar con bastante margen temporal; el 3,1% nunca vota; el 1,2% tomó la decisión al inicio de la campaña; el 0,9% durante la última semana y el 0,8% dudó hasta el final.

¿Y cuáles fueron los motivos? El 38,1% de los que se abstuvieron porque "no pudieron votar" aluden a motivos de salud y el 18,4% a cuestiones laborales. Muy cerca, el 18,2% afirma que estaba ausente. El 8,5% apela a motivos familiares, el 6,8% asegura no haber estado inscrito en el censo electoral y un 3% no tenía DNI o pasaporte.

Sobre el total de personas entrevistadas, el 0,7% señala motivos de salud; el 0,3% dibuja razones de trabajo, el mismo porcentaje argumenta que estaba ausente y el 0,2% causas familiares. Sólo el 0,1% apela al censo o a la falta de DNI.

Frenar a las derechas

En el extremo opuesto, el CIS analiza también el comportamiento de quienes no pensaban votar y finalmente sí participaron en los comicios (excluyendo, por tanto, a los votos en blanco, nulos y abstenciones). Entre estas personas, el 30% dice que decidió alterar sus planes y votar con el fin de "intentar evitar que ganaran los partidos de derechas". Este porcentaje representa al 5,5% de todas las personas entrevistadas. Así lo hicieron especialmente los votantes del PNV (60%), Unidas Podemos (57,1%) y Más País (54,4%).

El siguiente de los motivos reiterados por un 12,9% de los votantes (2,4% del total) tiene que ver con "los argumentos y propuestas programáticas" expuestos durante la campaña. Quienes terminaron de convencerse gracias a ello fueron, por encima del resto, los electores del PNV (40%) y de ERC (32,2%).

El 12,4% (2,3% del total), por su parte, señala haber decidido votar con el propósito de "evitar que pudieran ganar partidos que permitieran la independencia de Cataluña". Así lo hicieron los votantes de Vox (32,3%), Ciudadanos (26,6%) y PP (20,8%). Finalmente, en estrecha relación con los anteriores, el 10,3% (1,9% del total) dice que su voto vino determinado por el intento de "evitar que pudieran ganar partidos de izquierda". Son los simpatizantes del PP (34,2%), de Vox (21,7%) y de Ciudadanos (12%) quienes en mayor medida se decantan por esta respuesta.

Arrepentidos TRAS SABER EL RESULTADO

¿Y quiénes se arrepienten de su voto? El CIS pregunta si, de haber sabido el resultado de los comicios, los votantes se habrían mantenido fieles a su elección. El 78,3% afirma que sí, y quienes así lo hacen son en su mayoría afines a ERC (99%) o al PNV (96,7%). Esta opción fue elegida de forma mayoritaria (por encima del 90%) por todos los partidos excepto Más País (83,5%) y Ciudadanos (67,4%).

Un 11,4% señala que, de haber conocido los resultados, se habría abstenido o habría votado en blanco. Así lo afirman especialmente los votantes de Ciudadanos (3,4%). Un 2,9%, por su parte, dice que habría cambiado su voto. En esta respuesta vuelven a predominar los simpatizantes de la formación naranja (19,1%), muy por encima de los demás.

Poco más de dos meses han transcurrido desde los comicios del pasado 10 de noviembre. Una cita que llegó tras la imposibilidad de formar Gobierno y que despertó en el bloque de izquierda la necesidad de alcanzar acuerdos. El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha publicado este jueves su Barómetro Postelectoral, cuyo trabajo de campo se realizó entre el 29 de noviembre y el 19 de diciembre. Por aquel entonces el Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos era todavía una posibilidad de futuro, el diálogo con ERC apenas había avanzado y la derecha trataba de blindar su oposición a la investidura del candidato socialista.

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