Aunque Podemos no se presentó como tal a las municipales, el fenómeno político que encarnaba sí compareció ante las urnas. Con el partido morado apenas empezando a definir sus contornos, un aluvión de nuevos militantes, en muchos casos inexpertos, asumieron la responsabilidad de defender el proyecto en mayo de 2015 bajo marcas sin relación orgánica con la formación de Pablo Iglesias, pero con plena sintonía ideológica. Es lo que los medios, con ánimo de abreviar, dieron en llamar las "marcas blancas" de Podemos. En Mijas, un municipio de casi 78.000 habitantes en el litoral malagueño, se presentó como número dos de Costa del Sol Sí se Puede Tic Tac Francisco Martínez, un inexperto militante de Podemos que dio el paso con más ganas que bagaje y que ha acabado no sólo convirtiéndose en protagonista de la política local, sino poniendo en una posición complicada al poderoso PP de Málaga.
"Siempre he sido ajeno a la militancia política. Me había interesado, como todo el mundo, por la política de salón, por la conversación sobre política después de la comida, pero poco más. Luego, en junio de 2014 [tras las elecciones europeas en las que descolló Podemos], asistí a una reunión y después me inscribí en la página web. Quería poner mi granito de arena", explica Martínez. Ahora este concejal, mijeño de 46 años, está en el ojo del huracán, tras haber grabado sus encuentros con dos gerifaltes del PP local en los cuales se mezcla la posibilidad de apoyo a una moción de censura con el ofrecimiento, a veces implícito y otras cristalino, de un trabajo en un establecimiento turístico. A juicio de Martínez, se trata de un intento de soborno, un chantaje, una coacción... Santiago Martín, edil del PP, ha dimitido, aunque niega que el ofrecimiento de trabajo fuera por apoyar la operación para desbancar a Ciudadanos de su mayor alcaldía en toda España. Lo hizo, afirma, como "muestra de respeto", por hacerle un favor.
Martínez desgrana su breve e intenso periplo político a infoLibre sin ocultar que se siente abrumado por la repercusión de la que se ha convertido en su movimiento más decisivo: llevar encendida una grabadora oculta durante sus encuentros, el pasado martes, con los concejales del PP Santiago Marín y Ángel Nozal, este último presidente del partido en la ciudad y vicepresidente de la Mancomunidad de la Costa del Sol Occidental. "Está siendo todo muy gordo. Verme ahí, en informativos nacionales... No estoy acostumbrado. No dejo de ser un concejalito", cuenta.
De Canarias a Mijas
Su camino hasta convertirse en un "concejalito" empieza cuando se presenta a miembro del consejo ciudadano de Podemos en Mijas. Fue elegido y asumió la responsabilidad de organización municipal, lo que viene a ser la secretaría de organización. Como tal se encargó, a iniciativa de su secretario general, José Victoria, de contactar con los consejos ciudadanos de Marbella, Fuengirola y Benalmádena para impulsar "políticas conjuntas" que desembocaron en Costa del Sol Sí Se Puede. La iniciativa tomó cuerpo. Martínez acudió como número dos de su candidatura en Mijas en las municipales de 2015.
Martínez, tras haber trabajado en la empresa concesionaria de las urgencias del distrito sanitario Costa del Sol, se había marchado a Canarias al servicio posventa de Movistar. Más tarde su marido, canario, y él mismo decidieron poner rumbo a Mijas. Pero las cosas no salieron bien con el trabajo, así que Martínez estaba desempleado cuando acudió a las urnas como candidato. Los votos en las urnas dejaron un sudoku en la mesa de los partidos políticos. El PP perdió la mayoría absoluta que había conquistado en 2011 y se quedó en 11 de 25 concejales, frente a 7 del PSOE, 5 de Ciudadanos y 2 de Costa del Sol Sí Se Puede. "De repente podíamos ser la llave", recuerda Martínez, que no intuía que ser clave en un ayuntamiento importante (casi 78.000 habitantes en la costa) sumido en una lucha por el poder tiene un coste. Las reuniones empezaron al día siguiente de las elecciones. "Nuestra posición siempre fue clara. No podíamos propiciar un gobierno del PP de ninguna manera", explica Martínez, voluntario en un centro de día de familiares de enfermos de alzheimer y miembro de la asociación LGTB Arcoiris.
Un alcalde de Ciudadanos, tercera fuerza más votada
Pero los acontecimientos se produjeron de forma inopinada. El alcalde no salió de la lista más votada, el PP, ni de la segunda, el PSOE, sino de la tercera, Ciudadanos, que convirtió Mijas en su mayor alcaldía en España. Su apoyo vino precisamente del PP, que cedió la alcaldía a cambio de una notable presencia en el Gobierno local. Al frente del PP estaba Ángel Nozal, el que había sido alcalde del PP y que aún es presidente de dicho partido en Mijas. "Ciudadanos dejó de responder al teléfono durante las negociaciones de un día para otro. Estoy convencido de que el PP le dio su apoyo a cambio del respaldo a Elías Bendodo como presidente de la Diputación", afirma Martínez.
Pero el supuesto quid pro quo no fue tan sencillo en el día a día como sobre el papel. La convivencia entre el alcalde, Juan Carlos Maldonado (C's), y Nozal era imposible. "Estaban todo el día haciéndose la puñeta", explica Martínez. Y todo acabó saltando por los aires. En febrero, para salvar el pacto, el PP dejó caer a Nozal del Gobierno de Mijas, aunque siguió como concejal. De inmediato pasó a ser también vicepresidente de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental. La maniobra debía aplacar las aguas del pacto PP-C's, pero no fue así. En septiembre Maldonado cambió de pareja de baile y los siete concejales del PSOE entraron en el Gobierno local. Costa del Sol Sí Se Puede no entró en el Gobierno, aunque su apoyo es fundamental en el pleno.
En medio de la vorágine
A lo largo de todo este vaivén, el partido de Martínez había estado en medio de la vorágine. Y, según Martínez, hubo juego sucio y ofrecimientos indebidos, cosa que el PP niega. "Las elecciones fueron el 24 de mayo. Al día siguiente empezaron las presiones. No habían pasado ni 24 horas", explica el concejal. Martínez, contra el que Nozal se ha querellado, mide sus palabras cuando hace acusaciones de las que no tiene pruebas. Así que se limita a afirmar que se han dirigido a él "constructores" ofreciéndole trabajo y dinero. Y que el PP tentaba a miembros de Costa del Sol Sí Se Puede con diversos cargos públicos remunerados. La contrapartida sería el apoyo a una moción de censura, afirma Martínez, que se convirtió en el principal referente del grupo. Antonia Santana, que fue cabeza de lista, dimitió en agosto de 2016. La tercera de la lista, Elena Abda, ni siquiera llegó a tomar posesión de su acta como concejal de Costa del Sol Sí Se Puede, haciéndolo como no adscrita. No sobran candidatos a concejal de Podemos en Mijas.
¿Quiénes del PP ejercían esas "presiones" a las que alude el concejal de Podemos? Martínez cita al ya ex concejal del PP Santiago Martín y al propio Ángel Nozal, si bien de este último afirma que no concretaba directamente los ofrecimientos. "Hubo una reunión en febrero del año pasado con Nozal. Fui con un compañero, porque no quería reunirme solo con él. Me decía que él era más de izquierdas que el PSOE, que sabía lo que le hacía falta al municipio. Decía que toda la política social de nuestro programa era asumible para el PP...", explica Martínez, que asegura que el ofrecimiento de un trabajo a través de Santiago Martín partió de Nozal hace un año. En cualquier caso, lo que le hizo decir basta –explica– fue una llamada el 8 de marzo del concejal Santiago Martín advirtiéndole de que tenía "algo muy gordo" contra el alcalde que también podía afectar a Martínez. El concejal cree que el PP, por su posición como un político no profesional, lo vio como un "objetivo fácil". "Yo doy mucha caña en los plenos, pero soy un tío asequible, muy sencillo. Supongo que me vieron y dijeron 'a este lo compramos, que está muerto políticamente'", explica.
42.000 euros brutos al año
El quid de ese "algo muy gordo" tiene que ver con las retribuciones de Martínez como portavoz de Costal del Sol Sí Se Puede. "En Mijas, al contrario de lo que ocurre en otros ayuntamientos, los portavoces no tenían dedicación exclusiva. En la vida se había hecho. Así que se decidió ponerlo. Se pidió informe al interventor y al secretario, se vio que se podía hacer, se votó y salió", explica. Así que el sueldo que le correspondió al portavoz, que era Martínez, fue de 42.000 euros brutos al año. En la llamada del 8 de marzo, explica el concejal, Martín le advirtió de que el PP tenía conocimiento de una sentencia judicial que le permitiría denunciar al alcalde Maldonado, teóricamente por malversación de fondos, por las retribuciones asignadas a los portavoces municipales, que tendrían que devolver el dinero cobrado. "Me dijo que si no firmaba la moción de censura, mi familia y yo lo íbamos a sufrir. Mira, yo he soportado de todo. Los insultos homófobos, que me toquen el claxon desde un coche y me digan 'maricón'. Que me pinchen las ruedas del coche. Pero eso no lo soporto", explica Martínez, que no atribuye a nadie en concreto los insultos ni el ataque contra su vehículo.
"Yo no soy un profesional de la política. No me voy a eternizar. Cuando acabe, me buscaré trabajo en la empresa privada, donde sea. No puedo permitir que a mí o a mi familia se nos amenace así", explica Martínez, que vive con su marido y su madre. Por eso, como reacción a las amenazas, decidió llevar una grabadora a la siguiente reunión, que tuvo lugar el martes pasado, como continuación de la conversación mantenida el 8 de marzo. Ésa es la reunión clave.
"Escúchame, Curro, que no es ningún farol"
Todo ha quedado registrado. Martín recoge con su coche en un aparcamiento a Martínez, al que alecciona sobre cómo debe comportarse en una reunión con Nozal. La base del relato de Martín es que si Martínez se ofrece a una moción de censura, Nozal no irá contra él por las nóminas cobradas de manera supuestamente indebida. "A ti no, [Nozal] quiere denunciar a Maldonado, pero si pilla a Maldonado, vas tú por delante. [...] Tú te ofreces [a Nozal] y, bueno, yo no sé lo que tú tienes pensado... De entrada, Ángel [Nozal] sí tiene mucho el tema moral. Si le das a entender que tú no quieres problemas, que tú estás con él y que tal y cual, y si la otra [en referencia a Elena Adba, la concejala no adscrita, cuyo apoyo es imprescindible para la moción de censura], dice que no, ya Ángel moralmente no te puede hacer nada, no sé si tú me entiendes...", le dice Martín, que asegura que tiene ya acordado con Nozal conseguirle "cuatro años" de trabajo. "Escúchame, Curro, que no es ningún farol, tú le dices a Ángel que quieres estar tranquilito cuatro años [...]", añade.
Luego ambos se reúnen con Nozal en la sede de la mancomunidad, concretamente en el despacho del vicepresidente, según Martínez, que asegura que allí también "entraba y salía" Lourdes Burgos, diputada provincial del PP, que no se extrañó al verlo, por lo que supone que "estaría al tanto". "Bueno, ¿cómo solucionamos esto, Ángel? ¿Cómo podemos darle la vuelta a la tortilla en el Ayuntamiento?", abre Martín. Nozal responde: "[...] Necesitamos una moción. [...] Eso interesa al pueblo, ¿sí o no?". Martínez, con la grabadora oculta y encendida, expone estar dispuesto a colaborar a cambio de una "vida tranquila". De lo que afirma Nozal durante la conversación se deduce su convencimiento de que la moción de censura es posible a pesar de que una concejal que se presentó por la candidatura de Costa del Sol Sí Se Puede, Elena Abda, y que sustituyó a Antonia Santana, es no adscrita. Al haber tomado posesión de su acta como no adscrita, no estaría en los supuestos de imposibilidad de promover una moción de censura que establece la ley de régimen electoral de 2011 para los tránsfugas. "Es muy curiosa la situación [de Elena Abda]", dice Nozal, que afirma que quiere que todos trabajen "juntos por Mijas" y que su objetivo es Ciudadanos, no Martínez ni su partido. En todo momento la posibilidad de una moción de censura es central en la reunión.
Cuatro "añitos" en el Club La Costa
Al término de la reunión a tres, cuando está otra vez Martín a solas con Martínez, el concejal del PP expone su satisfacción porque Nozal no va a "tocar" al edil de Podemos. "Quedamos con Ángel la semana que viene y vemos cómo lo enfocamos", añade. Menciona la opción de que Martínez sea miembro del Gobierno local. Y le dice: "Curro, no me falles, tío. No me falles en el sentido de que yo contigo no he hablado nada... Te puedo mandar un whatsapp para decirte: 'Curro, nos vemos tal día a tal hora y hablamos con Ángel [...]'. Esto no hubiera pasado si yo no hubiera estado en la reunión de Ángel y hubiera visto que te vas a complicar la vida sin tener por qué y te garantizo los próximos cuatro años, te lo digo así de claro, en el Club La Costa, tranquilo cuatro añitos, eso se lo saco yo a Ángel porque me lo dijo hace un año ya y eso va para adelante... No te digo que vas a ganar 3.000 euros, Curro, tú me entiendes, te lo digo así de claro, pero los 1.200, 1.300, 1.400, 1.500 euros, un sueldecito de un trabajador que trabaja sus 40 horas. Tú hablas inglés, coño, que eres una persona formada, que eres educado... Y coño, que quieres sacarte una carrera, que te quieres ir fuera, que quieres hacer cositas".
El miércoles el tema estaba en la portada del diario malagueño Sur. Al día siguiente, la transcripción completa. Santiago Martín ha dimitido, aunque afirma que la grabación es una "tergiversación" del concejal de Podemos. Martín asegura que ofreció el puesto de trabajo a Martínez de forma casual, por hacerle un favor, porque sabía de su difícil situación económica. El Club La Costa se ha desvinculado de la oferta de empleo realizada por Martín. La Fiscalía ha abierto una investigación de oficio. ¿Y Ángel Nozal? El presidente del PP de Mijas ha salido a la ofensiva. Se ha querellado contra Martínez por calumnias con publicidad y no tiene la menor intención de dimitir. El presidente del PP de Málaga, Elías Bendodo, ha dado por zanjado el asunto con la dimisión de Martín.
"Desconfianza" en Podemos, pero sólo al principio
Martínez dio el jueves una rueda de prensa para contar todos los detalles, anunciando una denuncia ante la Fiscalía, que se le adelantó con una investigación de oficio. Allí el edil de Podemos tuvo que explicar, a preguntas de los periodistas, por qué acudió a una reunión con quien se suponía que lo estaba coaccionando, y por qué decidió grabar el encuentro. Su respuesta fue precisamente: "Porque me amenazan y me chantajean [...]. No puedo permitirme que una denuncia de estas características [la que iban a presentar contra el alcalde] me arruine la vida a mí y a mi marido y a mi familia. Tengo que saber qué es lo que van a tratar". Entre la publicación de la noticia y la comparecencia del concejal –arropado por numerosos compañeros, que lo aplaudieron al terminar la rueda de prensa– transcurrió un día. ¿Ha sentido el apoyo de Podemos? "Al cien por cien", asegura, aunque ademite que al principio su partido "reaccionó con la lógica desconfianza. "Pero sólo al principio. Luego me he sentido arropado. Alberto Montero [secretario general de Podemos en Málaga] ha estado informado puntualmente, y trasladando la información al consejo ciudadano estatal", añade. Se muestra comprensivo con el escepticismo inicial porque, según afirma, la historia puede sonar un poco "inverosímil". A favor de Martínez juegan las grabaciones.
La misma mañana de la publicación de la información, Martínez recibió una llamada de Martín, pero no respondió. "Tengo muchas llamadas sin contestar. Alguna puede ser del PP", cuenta. Asegura que no se siente "seguro", aunque es una "percepción" personal seguramente no objetiva. "Ahora mismo, la verdad, es posible que sea la persona más segura de Mijas", dice. Aunque no quiere "pensar mal", cree que el extremo interés del PP por recuperar la alcaldía cuanto antes tiene que ver con su necesidad de mantener el control del Ayuntamiento por la existencia de investigaciones judiciales que afectan a la gestión de Nozal. Concretamente, Martínez incide en el caso de las subastas de viviendas embargadas por deudas con el Ayuntamiento, que supuestamente eran vendidas a precio muy inferior a su valor de mercado.
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El PP hablará en los juzgados
infoLibre contactó con el PP de Mijas, que declinó comentar el relato de Martínez. "Hemos dado explicaciones. Santiago Martín ha dimitido. A partir de ahora, hablaremos en los juzgados, no en los medios", afirma un responsable de comunicación del partido. Este portavoz asegura que este mismo lunes Martín ha interpuesto una querella contra Martínez.
El concejal de Podemos afirma que episodios como éste le hacen "dudar que la política merezca la pena". Aunque, tras reflexionarlo, concluye que sí. Defiende su aportación política, más allá de este caso. Por ejemplo, las contrapartidas obtenidas a cambio de su apoyo puntual al Gobierno local, como una "oficina de rescate ciudadano" en la que tiene depositadas notables expectativas. "Estoy orgulloso de eso. Y de poder ayudar a un vecino que viene a pedir ayuda, sin más. Eso es lo importante", dice. Confía en que el caso Mijas no monopolice toda la atención y poder volver a la normalidad. El fiscal lo llamará a declarar previsiblemente en los próximos días.
Aunque Podemos no se presentó como tal a las municipales, el fenómeno político que encarnaba sí compareció ante las urnas. Con el partido morado apenas empezando a definir sus contornos, un aluvión de nuevos militantes, en muchos casos inexpertos, asumieron la responsabilidad de defender el proyecto en mayo de 2015 bajo marcas sin relación orgánica con la formación de Pablo Iglesias, pero con plena sintonía ideológica. Es lo que los medios, con ánimo de abreviar, dieron en llamar las "marcas blancas" de Podemos. En Mijas, un municipio de casi 78.000 habitantes en el litoral malagueño, se presentó como número dos de Costa del Sol Sí se Puede Tic Tac Francisco Martínez, un inexperto militante de Podemos que dio el paso con más ganas que bagaje y que ha acabado no sólo convirtiéndose en protagonista de la política local, sino poniendo en una posición complicada al poderoso PP de Málaga.