La filtración del escrito con que la directora general de la Guardia Civil plasmó el 24 de mayo la propuesta de cese de Diego Pérez de los Cobos como jefe de la comandancia de la Guardia Civil en Madrid ha llevado al Ministerio del Interior a confirmar lo que infoLibre publicó el domingo. Que el detonante de su destitución por pérdida de confianza no fue por una supuesta negativa del coronel a desvelar el contenido del informe elaborado para la juez del caso en que está imputado el delegado del Gobierno de Madrid. Obedeció a que este ofreció a sus superiores una versión distinta de la real en cuanto a un punto clave: narró ante sus jefes que, por la existencia del estado de alarma, la jueza había paralizado la causa judicial a completo. Y que nada, por tanto, seguiría adelante mientras no se hubiese recuperado la normalidad.
El coronel, añaden las fuentes consultadas este martes, ni siquiera informó a la cadena de mando de que ya había entregado a la magistrada el citado informe. Una vez que el documento llegó al juzgado de instrucción 51 de Madrid y fue trasladado a las partes personadas, la supuestamente invocada paralización de las actuaciones judiciales quedó al descubierto como inexistente. De momento, como partes personadas en la causa solo figuran la Abogacía del Estado, que defiende al delegado del Gobierno, José Manuel Franco, y la Fiscalía.
Fechado el 21 de mayo, el informe llegó ese mismo día a las 09.15 horas de la mañana al juzgado de Rodríguez-Medel. Al día siguiente, elconfidencial.com ya avanzó a las cinco de la mañana parte del contenido de ese documento de 81 páginas plagado de errores. La propuesta de cese de Pérez de los Cobos, documento de carácter reservado con la firma de la directora general del Cuerpo, María Gámez, ha sido adelantada esta mañana por el mismo medio.
En el escrito donde Gámez formula su propuesta de cese se precisa que la pérdida de confianza se produce porque el coronel no informó del "desarrollo de investigaciones y actuaciones de la Guardia Civil en el marco operativo y de Policía Judicial con fines de conocimiento".
Tras esta información, el Ministerio del Interior señala que el cese se produce por una pérdida de confianza derivada "entre otros, porque se incumplió el procedimiento de comunicación de actuaciones, a los solos efectos de conocimiento, no del contenido de las mismas, que se debe a la dirección de la Guardia Civil a través de la cadena de mando".
Una vez que elconfidencial.com difundió el escrito con que Gámez propuso el cese, distintos medios y dirigentes políticos interpretaron de inmediato que la referencia a la ocultacion del "desarrollo de investigaciones y actuaciones" equivalía a reprochar a Pérez de los Cobos que no hubiese revelado el "contenido del informe". A través de portavoces autorizados, Interior desmintió esa equiparación de forma categórica.
Filtraciones del informe
Fuentes del ministerio enfatizaron su mensaje: "El cese del coronel Pérez de los Cobos, tal y como se ha explicado en reiteradas ocasiones, se enmarca en el proceso de remodelación de la Guardia Civil y se concreta, como se explicita en la propuesta de cese, por una pérdida de confianza derivada, entre otros, porque se incumplió el procedimiento de comunicación de actuaciones, a los solos efectos de conocimiento, no del contenido de las mismas, que se debe a la dirección de la Guardia Civil a través de la cadena de mando". La alusión al "procedimiento de comunicación de actuaciones" enlaza con la información errónea, o falsa, que según el departamento de Marlaska transmitió Pérez de los Cobos al comunicar que las actuaciones judiciales habían quedado paralizadas.
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Las mismas fuentes remacharon que la dirección de la Guardia Civil y el Ministerio del Interior "ni conocían las actuaciones, ni tuvieron acceso al informe". "Un informe –añade el ministerio– que, sin embargo, fue objeto de filtraciones antes incluso de que las partes personadas en el proceso tuvieran acceso al mismo". "La confianza –agregan los portavoces– es un elemento nuclear en un cargo como el que ocupaba el coronel, para el que fue nombrado de forma discrecional, y que para el que se necesitan las más altas cotas de neutralidad, profesionalidad y comunicación. Sin estos elementos, no se puede desarrollar el trabajo diario de forma óptima".
Lo que a día de hoy se perfila como una de las paradojas del caso es que Carmen Rodríguez-Medel, la jueza que mantiene imputado al delegado del Gobierno, dirigió a Interior una advertencia contra la filtración del informe. Las fuentes consultadas han subrayado su sorprea por que esa exigencia choca con lo realmente ocurrido: que lo que se filtraron fueron datos del informe que presentan al Gobierno como el potencial responsable penal de todo lo que rodea a la proliferación de los contagios por covid-19.
Al cese de Pérez de los Cobos, que le comunicó por teléfono la noche del domingo 24 la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, y se hizo público la mañana del lunes 25, le siguió una inmediata dimisión: la del director operativo (DAO) del Cuerpo, Laurentino Ceña. A la serie se une como tercer eslabón la destitución del hasta entonces número 3 de la Benemérita, Fernando Santafé. Pero la tormenta sigue arreciando. Y nadie aventura hasta dónde alcanzará la inundación. El pasado sábado, la ministra de Defensa, Margarita Robles, dijo lo siguiente en una entrevista concedida a El País: “No hay riesgo de insubordinación. La Guardia Civil sabe que tiene que cumplir las órdenes del Gobierno”.
La filtración del escrito con que la directora general de la Guardia Civil plasmó el 24 de mayo la propuesta de cese de Diego Pérez de los Cobos como jefe de la comandancia de la Guardia Civil en Madrid ha llevado al Ministerio del Interior a confirmar lo que infoLibre publicó el domingo. Que el detonante de su destitución por pérdida de confianza no fue por una supuesta negativa del coronel a desvelar el contenido del informe elaborado para la juez del caso en que está imputado el delegado del Gobierno de Madrid. Obedeció a que este ofreció a sus superiores una versión distinta de la real en cuanto a un punto clave: narró ante sus jefes que, por la existencia del estado de alarma, la jueza había paralizado la causa judicial a completo. Y que nada, por tanto, seguiría adelante mientras no se hubiese recuperado la normalidad.