Elecciones europeas
IU intenta negociar con Anova y Chunta un difícil pacto para las europeas
La incertidumbre en el campo de la izquierda alternativa ya es moneda corriente. Y en este caso, antes de las elecciones europeas, la situación se repite. Aún queda tiempo para llegar a los comicios del 25 de mayo de 2014, pero a día de hoy el escenario es bastante confuso. Las conversaciones se reproducen a varias bandas, pero todavía no hay ninguna coalición cerrada. Ni siquiera la que podría parecer más previsible: la de Izquierda Unida con Chunta Aragonesista (CHA) y Anova, formaciones de las que ya es socia en las instituciones, bien en el Congreso, bien en el Parlamento de Galicia. Todo está abierto, aunque el camino no es ni mucho menos llano. La federación de Cayo Lara, como ha confirmado infoLibre, se reunirá "en los próximos días" con ambos partidos con la esperanza de ir acercando posiciones, pero para los nacionalistas aragoneses la convergencia con IU no es la alianza que cuente con más papeletas y para los gallegos, "no hay opciones preferentes". Todos los interlocutores coinciden, eso sí, en que el panorama debe despejarse en los próximos dos o tres meses, para luego poder confeccionar la candidatura y lanzar la precampaña.
El Consejo Político Federal de IU, su máximo órgano de dirección, ya aprobó en mayo por abrumadora mayoría –un 86,11%– hacer un llamamiento a partidos, colectivos y activistas de izquierdas para armar, juntos, una candidatura unitaria. Apelaba a la "generosidad", a vencer "dificultades" para mirar sólo un objetivo, "convertir a la mayoría social agredida por el neoliberalismo en mayoría política suficiente para acometer de inmediato la refundación de la Unión Europea". Esa apuesta de frente amplio, de una Syriza española, capaz de ser segunda fuerza y superar al PSOE, también es compartida por sus socios más estables, Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), y fue de hecho el mismo Joan Herrera, coordinador nacional, quien expresó en Madrid, el pasado 26 de junio, ese deseo de una coalición de izquierdas y ecologista para 2014, como una "fantástica oportunidad" para plantar cara a las políticas de austeridad. A partir de entonces, se sucedieron los primeros contactos y conversaciones informales. Sin resultados concluyentes por ahora. ¿Que fuerzas son las interpeladas? Equo, la valenciana Compromís, la balear Iniciativa Verds, Candidatura d'Unitat Popular (CUP), Anova, Chunta, Batzarre, Izquierda Anticapitalista...
Para IU, más importante casi que tejer una unión con Equo era "consolidar" su consorcio con Anova y Chunta. Con la primera obtuvo un espectacular resultado en las elecciones gallegas de octubre de 2012. Esquerda Unida (la marca autonómica de IU, capitaneada por Yolanda Díaz), Anova (liderada por el histórico Xosé Manuel Beiras, de 77 años), Equo y Espazo Ecosocialista firmaron una coalición, Alternativa Galega de Esquerda (AGE), que en su primera comparecencia en las urnas logró nueve diputados y un 13,91% de los votos, superando incluso al BNG.
La resolución de los órganos de Anova
Sin embargo, ese óptimo resultado no garantiza por completo la alianza para las europeas. E IU lo sabe. Ve cómo Anova está "dividida internamente" entre quienes prefieren marchar a las urnas con el BNG –la formación de la que se escindieron en 2012– y quienes consideran que conviene repetir con EU. El pasado sábado 14, de septiembre, la coordinadora nacional del partido de Beiras, su máximo órgano de poder, acordó "empujar por una fórmula de frente amplio no excluyente" para las europeas. IU, igual que ICV, aplaude justo esa última precisión, un bloque que no excluya a nadie. Una apuesta que la federación interpreta que choca con el BNG, que aunque ha cortejado a Anova, también ha dejado claro que rechaza una coalición con EU, por su raíz estatal.
Con esa resolución sobre la mesa se reunirá la formación de Beiras "en los próximos días" con la cúpula de IU, encabezada por su secretario federal de Organización, Miguel Reneses, el encargado de pilotar el diálogo con las formaciones con las que existen lazos institucionales, del mismo modo que Enrique Santiago, responsable de Convergencia Político-Social, comanda las conversaciones con otras fuerzas y con colectivos ciudadanos. Se intentará incluso que sea antes del siguiente Consejo Político, previsto para el 28 de septiembre. "Sin prisa pero sin pausa –aseguraba Reneses ayer martes a este diario–. Lo que queremos es sumar, construir una gran coalición que mucha gente y muchas organizaciones demandan. Queremos sumar todo lo posible".
Fuentes de la dirección federal y de EU resaltaban que nada está hecho todavía y que hay dificultades obvias por las tensiones internas de Anova. "Beiras sabe que no hay otra salida. Él personalmente es un forofo de AGE, y sabe que el ciclo del BNG está agotado. Pero Beiras y su número dos, Martiño Noriega [alcalde de Teo, A Coruña, de 38 años], están en minoría dentro de su propia dirección".
Ventajas y desventajas para CHA
Beiras subrayó a este periódico que "no hay opciones preferentes". "AGE funciona muy bien en el Parlamento de Galicia. Si se puede ir conjuntamente con EU a las europeas, bien, pero esa alianza se firmó para las elecciones al Parlamento de Galicia. Yo prefiero no hacer ponderaciones, ni cábalas sobre qué es más probable. Falta ver las posiciones de los otros", añadió. Otro importante cargo de Anova, que prefería guardar anonimato, reconocía las "diferencias internas", si bien insistía en que la vía favorita de su formación es la de un frente amplio, que concilie los dos vectores, la cuestión identitaria y la izquierda rupturista, porque entiende que existen "vasos comunicantes" entre ambos ejes. Pero asumió que esa alternativa es compleja, como también que será "complicada" la negociación con IU. "Mal empezamos si alguien veta [por el BNG]. Pero es igualmente necesario que nos sintamos reflejados en la componente identitaria, y que IU vea que no el frente no significa 'IU y cómplices necesarios', comparsas. Con EU tenemos buena relación, pero para hablar de europeas cargas con el aparataje estatal de IU, y algunos de sus miembros no tienen esa sensibilidad nacionalista", analizaba.
IU, para vencer resistencias, está dispuesta a obrar del mismo modo que en anteriores convocatorias en Cataluña. Aunque la lista es única –la circunscripción es una, el Estado–, sí se puede regionalizar, de forma que en Galicia, por ejemplo, los votantes se encontrarían una candidatura con los nombres de los aspirantes gallegos. Un modo de atenuar la marca estatal. La federación no descarta ceder la cabecera de la papeleta autonómica a un miembro de Anova, según informaron fuentes conocedoras de las negociaciones.
Reneses dirigirá las conversaciones con Chunta, formación que preside José Luis Soro, con la que IU acudió a las generales de 2011 y con la que comparte un mismo grupo en el Congreso: la Izquierda Plural. Y ahí las cosas tampoco son fáciles. Los nacionalistas aragoneses manejan por ahora tres escenarios. Uno, reeditar la coalición con ERC, BNG y Eusko Alkartasuna –hoy en EH Bildu–, llamada Europa de los Pueblos. Miembros del partido se sienten apegados sentimentalmente a esta opción, tienen en ella su "corazón". Desventaja: emergería con fuerza el perfil independentista. "Y CHA no es independentista, sino nacionalista, aunque estemos a favor del derecho a decidir", señalaba un alto dirigente.
Segunda opción: la convergencia con Equo, Compromís e Iniciativa Verds. Ahí está la "cabeza" de CHA. La asociación no es extraña, porque Chunta forma parte de la Alianza Libre Europea –que agrupa a fuerzas separatistas–, que a su vez comparte grupo en la Eurocámara con Los Verdes. Desventajas: "La alianza de Equo está todavía muy verde y Equo es un partido algo bisoño". Tercera vía: la convergencia con IU (e ICV, aliado casi seguro). Asentaría los lazos con Lara pero, a la contra, trasladaría la idea de una asociación estable con IU, "cuando la coalición de 2011 fue estratégica", coyuntural. De las tres alternativas, "la menos factible, con mucha claridad", es esta última, en opinión de esta fuente, de mucho peso en CHA. Influye igualmente que aunque las relaciones en Madrid, en el Congreso, son "buenas y fluidas", en Aragón son más tensas porque ambas compiten por un espacio y tienen posiciones contrapuestas en cuestiones identitarias o de política hidráulica y medioambiental.
IU: "Nadie ha dicho ni que sí ni que no"
"Estamos recibiendo mucha presión últimamente de IU y de ICV. El mayor problema que tienen es que si no estamos Anova y nosotros, no hay frente de izquierdas, no hay Syriza. Sería lo de siempre", reflexionaba este dirigente aragonesista de primer nivel, quien abundaba en que ningún camino es sencillo, ya que el de repetir en Europa de los Pueblos domina la variable independentista y en el frente con IU, la "fuerza incontestable del PCE". "Para unos y para otros, en lo cuantitativo no aportamos muchos votos, pero sí en lo cualitativo". La diferencia la marca la estrategia, el mensaje a lanzar de cara al exterior, no el programa: CHA reconoce que sería sencillo pactar una hoja de ruta de mínimos si se camina hacia un frente popular. Tampoco hay líneas rojas, más allá de un cabeza de cartel asumible. Y en ese punto Chunta ya adelanta que no aceptaría que volviera a ser número uno el eurodiputado Willy Meyer. Nombre que también rechazan Anova... y cuadros relevantes de IU. De cualquier modo, de candidatos nadie quiere hablar aún, porque lo fundamental es que cada uno muestre las cartas y diga con quién va a las urnas en 2014.
Pese a las dificultades, la dirección de Lara confía en poder amarrar el acuerdo con Anova y CHA. Con la navarra Batzarre y con la Federación de Los Verdes, compañeros de viaje en las generales de 2011, el diálogo está más encauzado. Con Equo observa muchas más reticencias. "Pero nadie ha dicho todavía definitivamente ni que sí ni que no", precisaba ayer Reneses. IU tiene a su favor dos bazas claves: su mayor peso y su condición de socio seguro, afianzada por su tirón en las urnas y la subida continuada que pronostican todas las encuestas. Esa posición de caballo ganador puede facilitar las conversaciones, ya que con el viento de cara puede ubicar a miembros de distintas formaciones en puestos de salida.
Ese halo no convence a la formación de Juan López de Uralde, que se siente bastante lejos de IU. En su ejecutiva recordaban que sólo se ha producido un encuentro (fue en julio) y que no ha habido más contactos. Equo no acaba de ver la utilidad de una plataforma electoral para que después sus integrantes no confluyan siquiera en el mismo grupo en el Parlamento Europeo, ni tampoco cree "garantizado" que se usen "nuevas formas de organización política", como las primarias. Así las cosas, Uralde y los suyos se centran en sus alianzas "prioritarias", con Compromís y con Iniciativa Verds, a los que podría sumar CHA. Mañana jueves está prevista una reunión en Valencia.
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ICV: "Todo el mundo tiene que remar"
ICV, mientras, se afana en su labor de conversar con "todas las fuerzas de izquierdas", de "coser". "Pero al final esto se reduce a la voluntad. Todo el mundo tiene en mente otras elecciones: Compromís, las valencianas; CHA, las aragonesas; Equo, reforzarse... Nosotros queremos que se trascienda las siglas, que se trata de cuestionar el régimen y aglutinar energías. Falta capacidad de mirar más allá", indicaba una importante dirigente del aparato. En el mismo sentido se pronunciaba un máximo responsable: "Es una oportunidad histórica. Compartimos valores. Y el combinar la vertiente de izquierdas y nacional no es complicado. Es lo que conecta con la mayoría de la gente. Pero, ¿qué ocurre? Que ante la caída de PSOE y PP, todo el mundo cree que con sus propias fuerzas le va a ir bien. Hace falta que IU ceda liderazgo, que Equo sea flexible... Todo el mundo tiene que remar". ICV tiene un problema añadido, que no elude: firmó en 2011 un protocolo con Equo por el que se comprometían a acudir juntas a las europeas. "Claro que eso nos condiciona, por eso hablamos de forma reiterada con ellos", alegaban los ecosocialistas catalanes. Equo recalcó que no ha habido reunión formal, sino "sólo un contacto privado entre Juantxo [López de Uralde] y Joan [Herrera] en Bruselas". No obstante, todo apunta a que, en caso de elegir, ICV se inclinará por mantener su sociedad con IU.
Las próximas semanas serán vitales para conocer qué escenario se va configurando de cara a 2014. La mayoría desea un bloque unitario –y en ello insisten IU e ICV–, pero todos son conscientes de las dificultades y asumen, con cierta consternación, que si no cuaja el consenso, la izquierda alternativa concurrirá a los comicios bajo distintas papeletas.